Uno de los aspectos más destacados de la mediación es la capacidad que da, a las partes involucradas, de tomar el control sobre el conflicto y llegar a una solución que sea satisfactoria para todas. La mediación puede ser una fuente de felicidad al proporcionar a las personas una mayor sensación de control sobre sus situaciones conflictivas.
En un conflicto, a menudo sensación es de estar en una trampa y sin opciones para salir. Es en estos momentos donde la mediación puede ser una herramienta útil para recuperar el control sobre la situación. A través del proceso de mediación, las partes involucradas trabajan juntas para encontrar una solución que satisfaga a ambas. La persona mediadora actúa como una persona facilitadora y neutral, que ayuda a las partes a comunicarse y explorar diferentes opciones posibles de solución.
Una de las principales razones por las que la mediación puede llevar a una mayor felicidad es que permite a las personas tomar decisiones por sí mismas, en lugar de tener una solución impuesta por un tercero, como sería el caso de un procedimiento judicial o de arbitraje. En la mediación las partes involucradas pueden llegar a un acuerdo mutuo y sentirse empoderadas por haber resuelto el conflicto por sí mismas. Esto puede llevar a una mayor sensación de control sobre su vida y su capacidad para manejar situaciones difíciles.
Además, la mediación puede ayudar a mejorar las relaciones entre las partes involucradas. Cuando trabajan juntas para resolver un conflicto, las personas pueden desarrollar un mayor respeto y comprensión mutuos. Este proceso de colaboración y comunicación puede tener un efecto positivo en las relaciones a largo plazo y promover una mayor felicidad en el futuro.
En conclusión, la mediación es una herramienta interesante para lograr la felicidad, al permitir que las personas obtengan el control sobre sus conflictos. Si se elige la mediación, se opta por un proceso que promueve la colaboración, el diálogo y la búsqueda de soluciones conjuntas, en lugar de la confrontación y la imposición de soluciones por parte de un tercero. Al recuperar el control del conflicto, las partes pueden encontrar una solución que satisfaga sus necesidades y expectativas, lo que brinda una mayor sensación de felicidad y satisfacción en sus relaciones. La mediación es, en este sentido, la oportunidad de transformar un conflicto en una experiencia constructiva para todas las partes involucradas.