Puerto de Corralejo en el municipio de La Oliva, Fuerteventura. Foto: Manu Miguelez

La controversia que ha suscitado la ampliación del puerto de Corralejo y su impacto en las corrientes de las olas y el turismo de surf que visita la isla de Fuerteventura, arroja datos, cuando menos interesantes, a tenor de la batería de alegaciones que ha presentado el Colectivo Ecologista y Cultural Agonane. La más llamativa de todas pone de relieve la presunta falta de veracidad científica del autor del Informe Técnico Ambiental.

«El Proyecto Técnico de Nueva Dársena Comercial en el Puerto de Corralejo está firmado por Rosendo J. López López. Desde la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción a la que pertenece Agonane, así como desde SEO Bird Life Canarias, llevamos más de 20 años observando como este biólogo firma los estudios declarando compatibles con el medioambiente todos los proyectos que pasan por sus manos. El corta y pega está presente también en este informe de otro trabajo realizado para el anterior proyecto de ampliación del Puerto de Corralejo del año 2010″, aseguran.

Otros casos

Al tiempo recuerdan que Rosendo J. López López «es coautor del estudio ambiental del SAU 8 en el Faro del Tostón, en El Cotillo, en el municipio de La Oliva, que fue anulado por los Tribunales; igualmente es también autor del Informe de Impacto Ambiental de la urbanización Casilla Costa (Cueva del Llano) amenazando aún más una especie en peligro de extinción como es el Opilión Cavernícola Majorero que habita únicamente en este tubo volcánico, el segundo más antiguo de Canarias, que está datado en unos 800.000 años. El plan urbanístico avalado en su día por Rosendo J. López López, ha obligado a la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial -, a exigir el cambió en una sección del plan urbanístico en el II Plan de Acción para salvar al Maiorerus Randoi».

El biólogo en cuestión, dicen, «es firmante del Estudio de Impacto Ambiental del parque eólico de Puerto del Rosario, actualmente en los tribunales por falsedad en documento público, al falsear presuntamente los datos de especies en peligro de extinción como han cotejado los investigadores de la Estación Biológica de Doñana y SEO Bird Life».

Otro de los informes firmados por Rosendo J. López López sería «el Estudio de Impacto Ambiental del macromuelle del Puerto de Agaete, en la isla de Gran canaria, que se paralizó gracias a la movilización pública, cerrándose el caso con una indemnización de 800.000 euros a las empresas constructoras».

También citan en sus alegaciones «el Informe de Impacto Ambiental del tramo de la autovía desde La Caldereta a Puerto del Rosario, actualmente en construcción, también lleva la firma de Rosendo J. López López. El trazado de este tramo supone un tiro para una de las principales poblaciones de Avutarda Hubara que quedaban en Fuerteventura y de otras aves esteparias amenazadas, como el Corredor y la Ganga Ortega».

Carencia informativa sobre corrientes marinas

«En abundamiento de la falta de rigurosidad y ética del autor del Informe Ambiental», afirman que el trabajo carece de información de las corrientes en la zona a lo largo todo del año. «Es esto una carencia de principal importancia, por cuanto que representa ignorar una de las consecuencias más desastrosas si la nueva dársena se lleva a cabo tal como aparece en el proyecto recurrido. Así es, el aumento del tamaño del actual puerto implica un mayor cerramiento de la bahía de Corralejo, lo cual conlleva que las aguas de dicha bahía sufran una grave hipoxia. El dique traerá consigo la transformación por culpa del cambio de las corrientes y la falta de oxígeno en todo el litoral del interior de la bahía y las playas del pueblo, alguna de las cuales ya sufren las consecuencias por anteriores ampliaciones. Por tanto se producirá sin remedio una eutrofización y aguas estancadas».

El proyecto no ha tenido en cuenta los cambios en las corrientes de la zona, que no son lineales, explican, pues «se dan dos corrientes contrarias, que además son cambiantes en función de si la marea está subiendo o bajando. Y ese cambio no siempre tiene la misma intensidad, lo cual la hace aún más impredecible, tanto para bien como para mal, y es ahí donde radica su complejo, pero no menos importante, poder de regeneración para el agua de la bahía y sus fondos. Por lo visto nadie se ha preguntado que pasaría cuando en septiembre empiezan los vientos del ESTE. Qué se hará entonces con esa agua putrefacta y ese mal olor a mar muerto, que no podrá renovarse por el cerramiento que supone el Proyecto. Y qué va a pasar con los vertidos de los baños de los propios barcos, derrames ocasionales de los motores, emisarios y pozos negros, algas putrefactas, etc.», se preguntan.

Las consecuencias de la dársena

Uno de los puntos de atracción turística de Fuerteventura es el surf, el windsurf y otras actividades. La bahía de Corralejo ha sido históricamente clave para el desarrollo de estos deportes en Canarias y es un referente internacional. Actividades y pasión ligados a un turismo más sostenible. Corralejo puede ser un lugar ejemplar para trabajadores y trabajadoras telemáticos de alto poder adquisitivo, amantes de estos deportes. El pico más oriental es el Bajo del Medio, conocido por los extranjeros como Punta Elena. También la ola de Lobos es conocida internacionalmente por los amantes de este deporte en alza.

«Ambas sufrirán consecuencias negativas por la construcción de esta dársena. También se verán afectados miles de deportistas de windsurf que consideran está bahía un lugar ideal para ejercitar este deporte de forma segura y que necesitan vientos predominantes del norte y del noroeste que quedarán obstaculizados por la dársena y los deseados cruceros que habrán de venir, si se cumplen los deseos de los promotores de este proyecto. Se trata por tanto de una terrible contradicción; se va a cambiar un turismo internacional ya consolidado y en auge, por otro turismo de cruceros nada selectivo y muy masivo que crea problemas de contaminación y emisión de óxido de azufre a la atmósfera, como señala el informe Transport&Environment, y que además está demostrado que no deja dinero en sus paradas; incluso en muchos puertos de localidades turísticas están siendo prohibidos porque crean muchos más problemas que beneficios», argumentan.

Miembros de diversos colectivos ecologistas, aficionados al surf y vecinos de la zona durante una reciente concentración. Foto: Manu Miguelez

Repensar el modelo económico

También se refieren a la situación de crisis climática y las anunciadas nuevas pandemias «que conllevan repensar el actual modelo económico, basado en el turismo, no podemos seguir invirtiendo dinero en ampliar infraestructuras para incrementar esta actividad, además obras que suponen en si mismas el respaldo a la industria con mayores emisiones de CO2 a la atmósfera, como es el hormigón y el cemento».

El turismo de cruceros consideran que tiene «enormes impactos relacionados con la contaminación y la masificación, pero también sobre los ecosistemas marinos y la alteración de la dinámica litoral por la construcción de terminales.

Informe Transport & Environment

“Las emisiones de óxidos de azufre forman aerosoles de sulfatos (SO4) que incrementan los riesgos para la salud humana y contribuyen a la acidificación de los sistemas terrestres y acuáticos”, y citan las palabras de Faig Abbasov, director de políticas de transporte en Transport & Environment, organización Europea dedicada a la investigación del Transporte, quien afirma que «Los cruceros son ciudades flotantes con un alto consumo de energía generada por los combustibles más tóxicos que existen. Mientras las ciudades están prohibiendo la circulación de coches diésel para reducir la contaminación que respira su población, se están dando vía libre a las navieras para el atraque de estos inmensos cruceros. Estos barcos provocan grandes concentraciones de contaminantes con un alto riesgo para la salud de sus pasajeros y de las poblaciones más cercanas a las terminales de cruceros. Una situación inaceptable”.

El Colectivo Ecologista y Cultural Agonane sostiene que «no hay que olvidar que todo el pueblo de Corralejo y sus habitantes se verán expuestos a esta contaminación debido a que el pueblo quedará situado al sur de la dársena donde atracarán este tipo de embarcaciones y el viento del norte, constante casi todo el año, favorecerá que la contaminación sea respirada por toda la población».

El informe de Transport & Environment señala que las emisiones de SOx de los buques seguirán siendo considerablemente elevadas en comparación con la flota de turismos, incluso después de la introducción del límite mundial de contenido de azufre para 2020 en el ámbito marítimo. En lo que respecta a las emisiones de óxido nitroso (NOX), los cruceros también son un buen motivo para preocuparse a pesar del impacto sobre la contaminación atmosférica que está teniendo el escándalo Dieselgate en Europa. De vuelta a Dinamarca, los 107 cruceros analizados emitían la misma cantidad de NOX en la zona económica exclusiva (ZEE) (Franja marítima que sigue al mar territorial) de las aguas danesas que la mitad de los turismos del país.

Piden una normativa implacable para los cruceros

Este informe recomienda una normativa de cero emisiones en los muelles de toda Europa y aplicar una normativa en materia de contaminación atmosférica implacable con los cruceros, «ya que este tipo de embarcaciones suele navegar cerca de las costas y pasa gran cantidad de tiempo en los puertos de pasajeros de los principales destinos turísticos, por lo que afecta a la calidad del aire de forma desproporcionada. Para empezar, se recomienda ampliar las zonas de control de emisiones de mares europeos y reducir el límite de emisiones de las SECA europeas hasta situarlo en 10 ppm, cantidad equivalente a la del combustible empleado en el transporte por carretera. Por último, el informe sugiere que, puesto que representan el segmento de ocio del sector de cara al público, las navieras que fleten cruceros se consideren empresas pioneras en las normativas concebidas para descarbonizar el sector. Por lo tanto, además de implantar una normativa de cero emisiones en los puertos, los cruceros son las primeras embarcaciones a las que se debe obligar a utilizar sistemas de propulsión de emisión cero en las aguas territoriales de la UE».

Niveles de contaminación 70 veces mayores que la concentración de fondo normal

Cuando la navegación es costera, como es el caso de los cruceros, el impacto de las emisiones sobre las poblaciones resulta evidente. En este sentido, Ecologistas en Acción junto a la organización alemana Nabu (Nature and Biodiversity Conservation Union) ha realizado mediciones en las terminales de cruceros de Barcelona, Palma de Mallorca y en el Estrecho de Gibraltar. El resultado ha mostrado niveles de contaminación hasta 70 veces mayores que la concentración de fondo normal de las ciudades.

El impacto del turismo de cruceros sobre el clima es también alto y supone el modo de transporte con mayores emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por kilómetro recorrido relacionadas con el turismo (en términos absolutos es la aviación). Además, la mayor parte de los cruceros comienzan con vuelos necesarios para llegar a los puertos, lo que añade entre un 10 % y un 30 % a las emisiones totales producidas por el crucero.

Por todo ello, y ante la urgencia de actuar frente a la emergencia climática, Agonane-Ecologistas en Acción ha exigido al Gobierno español que frene de inmediato la ampliación de la actividad de cruceros y la construcción de nuevas terminales, así como de las infraestructuras aeroportuarias.

El Gobierno de Canarias y la emergencia climática

En su documento de alegaciones, los ecologistas apuntan que conviene no olvidar algo que parece no tener importancia para los promotores del proyecto: «el enorme número de camiones de alto tonelaje necesarios para la construcción de esta dársena del Puerto de Corralejo supone una emisión de CO2 a la atmósfera totalmente incompatible con la declaración de emergencia climática aprobada en pleno por el Parlamento de Canarias el 20 de enero de 2020. Pero es que además, la ubicación del actual Puerto de Corralejo y el presente proyecto de ampliación con la nueva dársena obligarán a esos miles de camiones a cruzar el pueblo y atravesar unas estrechas calles que son las únicas vías de acceso a la zona; esto conllevaría largos años de molestias insufribles e incrementa los problemas para la salud de los vecinos. El ruido y la contaminación del aire. Como demuestra la Agencia Europea de Medio Ambiente y la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer los gases de escape emitidos por los motores de gasóleo de estos camiones pueden causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otros problemas de salud, incluso de tipo psicológico».

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