EU Civil Protection and Humanitarian Aid

La UE ha asignado 15 millones de euros en financiación humanitaria adicional a la región africana del Sahel, en respuesta a la crisis alimentaria sin precedentes que afecta a más de 8,7 millones de personas en Burkina Faso, Malí, Níger y Mauritania.

El número de personas que sufren la crisis alimentaria en estos países se ha elevado a un nivel récord en comparación con años anteriores y las estimaciones iniciales apuntan a una importante crisis alimentaria durante la temporada de escasez de 2022, el período entre cosechas que suele durar desde mayo a agosto. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informa sobre brechas de financiación críticas que afectan su capacidad para ayudar a las personas durante la temporada de escasez en el Sahel.

La financiación anunciada se suma a los 54 millones de euros ya asignados este año a estos cuatro países del Sahel para la alimentación. Los fondos adicionales asignados por la UE contribuirán a ampliar la asistencia para salvar vidas de las personas más vulnerables necesitadas, principalmente las personas afectadas por el conflicto y la inseguridad y las que se ven obligadas a huir de sus hogares. Esta financiación abordará las necesidades más agudas en materia de alimentación y nutrición y contribuirá a una respuesta temprana para reducir el impacto de una gran crisis humanitaria en 2022.

El comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič ha explicado que «a principios de este año, la UE reafirmó su compromiso con la región del Sahel y reiteró la importancia de nuestra asociación con la región. La ayuda humanitaria adicional asignada hoy es una indicación de nuestra disposición para ayudar a satisfacer las crecientes necesidades, y la escasez de fondos, en Burkina Faso, Malí, Mauritania y Níger, y brindar asistencia a los miembros más vulnerables de la población del Sahel».

Las necesidades humanitarias en la región del Sahel (Burkina Faso, Camerún, Chad, Malí, Mauritania, Níger y Nigeria) están aumentando debido a los conflictos cada vez más violentos, la pobreza profunda, el cambio climático y la inseguridad alimentaria y la desnutrición sin precedentes. Además de los impactos socioeconómicos de COVID-19, los sistemas de salud débiles se ven cada vez más tensos y las necesidades humanitarias aumentan.

En 2021, la UE asignó un total de 237,4 millones de euros al Sahel. Parte de esta financiación se ha utilizado para ayudar a abordar la crisis alimentaria en la región, ahora en su cuarto año consecutivo, que afecta principalmente a las personas en las zonas afectadas por el conflicto. La ayuda humanitaria de la UE apoya a las personas afectadas por conflictos e inseguridad, proporcionándoles refugio, ayuda alimentaria y nutricional de emergencia, acceso a atención médica y agua potable, tratamiento para niños desnutridos y protección para los vulnerables. Además, la financiación de la UE garantiza un acceso seguro a la educación para los niños afectados por conflictos armados.

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