La misión primordial de la ONU en Gaza de «inundar el lugar de alimentos» y evitar la hambruna ha avanzado esta semana gracias a la promesa pública de Israel de aumentar el flujo de ayuda, a pesar de los indicios surgidos este domingo de que la temida invasión de Rafah es inminente. Así lo afirma el coordinador humanitario para los Territorios Palestinos Ocupados, Jamie McGoldrick, exactamente seis meses después de que comenzaran las hostilidades.
Mientras el veterano humanitario hace sus declaraciones, las fuerzas de defensa israelíes afirmaban que habían retirado una división de tropas de Gaza para prepararse para «futuras operaciones», al final de una semana en la que los dirigentes israelíes también se comprometieron a aumentar el volumen de la ayuda tras las presiones de Washington, aunque no está claro cuándo se materializarán los cambios.
McGoldrick ha afirmado que la combinación de la presión política e interna y la creciente condena internacional tras el asesinato de siete trabajadores humanitarios de la ONG World Central Kitchen, junto con los meses de trabajo de la ONU, deben traducirse en un aumento de la ayuda para los desesperados habitantes de Gaza.
«Poco a poco» los israelíes se están dando cuenta de la magnitud de la crisis humanitaria, especialmente en el norte de Gaza: «Esperamos que con la apertura de todas estas vías de suministro podamos empezar a inundar el lugar con alimentos y otros artículos, y prepararnos para lo que venga», ha señalado.
Cree que deben haber terminado la operación militar en Khan Younis y están retirando las brigadas. «Lo que eso significa es que, con suerte, habrá mucha más seguridad en esas zonas y quizá la gente pueda empezar a volver a su lugar de origen. Pero también es preocupante, en el sentido de que quizá se estén movilizando para reagruparse y prepararse para la incursión propuesta en Rafah», explica.
Israel ha hecho siete compromisos para aumentar la ayuda a Gaza en respuesta también a las reiteradas peticiones de la ONU. El más crucial de ellos es conseguir más aperturas y más vías de suministro hacia Gaza.
«Ahora mismo estamos muy limitados en cuanto a lo que podemos traer. Sólo tenemos un punto de paso importante, que es Kerem Shalom, a Rafah, y que nos permite 250 camiones al día. Necesitamos más de 500 al día. Actualmente, de la línea de suministro desde Jordania recibimos solo 100 camiones a la semana, mientras que deberían entrar entre 30 y 50 camiones diarios. Y en el norte, Ashdod, un puerto moderno que funciona muy bien, pedimos que se abra de nuevo. Y eso podría traernos de nuevo otros 100 camiones al día. Así que, combinados con Kerem Shalom, tendríamos casi 500 camiones al día, lo que satisfaría las necesidades sobre el terreno. Y lo que es más importante, en el norte, donde la hambruna es inminente».
Jamie McGoldrick espera que todo esto ocurra rápidamente. «En nuestras reuniones del viernes se nos dijo que estas cosas estaban en marcha y que se estaban llevando a cabo los preparativos. Y sabemos que ayer hubo una reunión en Jordania con todas las partes, Estados Unidos, la ONU y las Fuerzas Armadas jordanas, para encontrar alguna forma de abordar la limitada línea de suministro que tenemos actualmente. Del mismo modo, estamos presionando a los israelíes para saber cuándo podremos abrir el puerto de Ashdod para recibir más suministros y llegar directamente a Erez, o a otro de los pasos fronterizos del norte, sin tener que ir hacia el sur», relata.
«Y, trágicamente», se lamenta, esto sólo ha sido posible como consecuencia del gravísimo incidente que tuvo lugar hace unos días, en el que murieron siete personas de la World Central Kitchen del chef español José Andrés , y también por motivos políticos, la presión del presidente Biden y las llamadas telefónicas al primer ministro Netanyahu