La política española ha estado marcada en las últimas décadas por una diversidad ideológica que ha dado lugar al surgimiento de nuevos partidos y movimientos. Sin embargo, pocos fenómenos han sido tan polémicos y transformadores como el de VOX y su relación con el Partido Popular (PP). Esta relación, basada en un parentesco ideológico, ha llevado a muchos a afirmar que VOX siempre estuvo dentro del PP, considerándolo su «Madre» y su «Padre». Del mismo modo, Ciudadanos (C’s) también surgió como una escisión del PP, para finalmente volver a su «hogar» político.

El origen de Vox

VOX nació en 2013 como una escisión del ala más conservadora del PP. Fundado por Santiago Abascal, junto con otros miembros que abandonaron el PP, como José Antonio Ortega Lara e Iván Espinosa de los Monteros, VOX surgió como respuesta a lo que percibían como una deriva hacia el centro del Partido Popular, liderado entonces por Mariano Rajoy. Las razones de su fundación incluyeron el descontento con la gestión del PP respecto a la cuestión territorial, la política fiscal y económica, y la respuesta a las demandas de movimientos sociales como el feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

Abascal, exmiembro destacado del PP, se sintió especialmente decepcionado porque que a él le pareció demasiado tibia la respuesta del gobierno de Rajoy al desafío independentista catalán, lo que resultó en el impulso de una línea dura sobre la unidad nacional en la nueva formación. A Abascal le pareció poca cosa aplicar el 155 a Cataluña, posiblemente quería al ejército y tanques en las calles.

El PP como «madre y padre» de Vox

El Partido Popular siempre ha sido visto como la gran casa de la derecha española, aglutinando diversas sensibilidades, desde el liberalismo económico hasta el conservadurismo social, algo así como la reserva espiritual. Durante décadas, el PP consiguió mantener unida a la derecha bajo su paraguas. Sin embargo, la gestión de Mariano Rajoy, particularmente en cuestiones como el independentismo catalán, el aborto y la memoria histórica, generó fisuras en su base más ultra.

El nacimiento de VOX se enmarca en este contexto. Como una escisión directa del PP, la nueva formación absorbió gran parte de su ideario. El PP había sido la cuna ideológica de sus fundadores, moldeando gran parte de sus principios y valores. Sin embargo, las diferencias en la implementación política y el deseo de una mayor radicalidad condujeron a esta separación.

VOX, con su marcado discurso nacionalista, antifeminista y euroescéptico, entre otras lindezas, capitalizó el desencanto de un sector del electorado del PP que sentía que su partido original había traicionado sus principios. Aun así, en muchas comunidades y municipios, las estructuras locales de VOX estaban formadas por exmilitantes del PP que mantenían una relación estrecha con sus antiguos compañeros.

Ciudadanos: el otro hijo pródigo del PP

La historia de Ciudadanos es similar a la de VOX, aunque en un espectro ideológico distinto. Fundado en 2006 en Cataluña, Ciudadanos surgió como una plataforma antiindependentista que buscaba representar al votante de centroderecha y liberal. Durante su expansión nacional, atrajo a exmilitantes del PP que no se sentían representados por su partido.

Aunque inicialmente Ciudadanos se posicionó como una alternativa moderada, su apoyo a gobiernos del PP en varios territorios lo situó en una órbita cercana al partido liderado por Mariano Rajoy y posteriormente por Pablo Casado. Tras la caída en desgracia de Ciudadanos en 2019, con la dimisión de Albert Rivera y una debacle electoral, muchos de sus antiguos militantes regresaron al PP, confirmando que su paso por Ciudadanos había sido un desvío temporal.

La relación entre el PP, VOX y Ciudadanos ilustra la compleja dinámica de la derecha española. VOX, al igual que Ciudadanos, nació del seno del PP, buscando representar segmentos ideológicos que sentían que el PP ya no les ofrecía una representación adecuada. Aun así, ambos partidos han mantenido un vínculo innegable con su «Madre» y «Padre» político.

El caso de VOX es especialmente significativo, ya que no solo representa una escisión del PP, sino también una reconfiguración de la derecha española, poniendo sobre la mesa cuestiones que el PP había dejado de lado. Sin embargo, su relación ambigua con el PP, colaborando en gobiernos regionales y municipales, refleja la dependencia mutua que existe entre ambos.

El retorno de muchos miembros de Ciudadanos al PP y la colaboración de este con VOX para formar gobiernos regionales refuerzan la idea de que, la derecha española sigue anclada en su origen común, buscando un equilibrio entre el radicalismo y la moderación, esta última cada vez más olvidada.

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