República Dominicana está viviendo en carne propia las consecuencias del cambio climático, sobre todo en forma de fenómenos atmosféricos extremos que arrasan con todo, que provocan graves daños materiales pero, sobre todo, se lleva vidas humanas por delante. Además, el mundo se enfrenta a estos fenómenos totalmente desarmado, puesto que, por ejemplo, la gran mayoría de las infraestructuras no están diseñadas para soportar estos fenómenos meteorológicos extremos.
El presidente Luis Abinader, desde que llegó al poder en 2020, priorizó y está priorizando la lucha contra el cambio climático dentro de su agenda de gobierno. Los hechos, las medidas, los tratados internacionales firmados, están ahí. Sin embargo, se ha perdido mucho tiempo y ahora se pagan las consecuencias.
«El país tiene que estar consciente de que este cambio climático es una realidad con fenómenos imprevistos, intensos y fuera de temporada», dijo recientemente Abinader, quien añadió que «el cambio climático está saliendo muy caro».
Hoy se inicia la vigesimoctava edición de la Conferencia de los Pares (COP28) en Dubái y República Dominicana ha enviado una delegación que se encuentra en una posición de liderazgo mundial en la lucha contra las consecuencias del cambio climático. Jamás en la historia los dominicanos han visto cómo el prestigio de su país llega a las grandes cumbres con una posición de altura y con la posibilidad de que sus aportaciones sean tomadas en cuenta a nivel mundial.- Publicidad –
Eso es lo que está logrando Luis Abinader: que la bandera de la República Dominicana sea respetada en todo el mundo. Y lo ha conseguido con un nuevo estilo de gobernar que lucha contra lo que realmente afecta negativamente al pueblo.
Uno de los puntos que la delegación de República Dominicana tratará en la COP28 será la expansión del sargazo, que se ha convertido en una grave amenaza contra la biodiversidad del Caribe. Mucho más cuando distintos informes han confirmado que «además de afectar negativamente a los ecosistemas costeros, el turismo y la economía, también es un peligro para la salud humana. Podemos decir que, por ejemplo, de 2018 a 2022 tuvieron más que los 5 años anteriores, 2013 a 2017, que reportaron a su vez más cantidad que del 2008 al 2012».
Abinader ha conseguido que República Dominicana sea la punta de lanza mundial en la lucha contra la expansión de esta alga tóxica que es consecuencia del cambio climático. Ya en el mes de abril anunció una inversión de un millón de dólares para el desarrollo de investigaciones de universidades para el manejo integral del sargazo.
El presidente dominicano fue contundente y sus palabras aún resuenan en Dubái durante la COP28. El tiempo le sigue dando la razón Abinader y demuestra que no son un asunto de tendencia, ni de moda. Como consecuencia del cambio climático, en la República Dominicana se están produciendo inundaciones, incendios, sequias y la llegada del sargazo, cuestiones que no son exclusiva de este país caribeño.
El actual gobierno dominicano sigue demostrando que le hace frente a los problemas, no solo desde la óptica nacional, sino que está a la disposición de trabajar para el beneficio global de la humanidad. Un líder se manifiesta cuando hay adversidades que afrontar. El éxito es fácil de asimilar, pero para evitar catástrofes, como las que puede provocar el sargazo, hay que anticiparse a través del conocimiento.
La delegación dominicana en la COP28 luchará para que se cree un mecanismo de financiación mundial más eficiente para paliar los efectos del cambio climático. Milagros de Camps, viceministra de Cambio Climático y Sostenibilidad del Ministerio de Medio Ambiente, ha sostenido que República Dominicana ha asumido un liderazgo «no solamente como líder ministerial de las negociaciones por parte de los 39 Estados insulares que lucharon en la COP27 para la creación de este fondo, sino también en el Comité Transicional de Pérdidas y Daños que durante todo un año se estuvo reuniendo para diseñar la operatividad de este fondo. De hecho, la tercera reunión del Comité Transicional se produjo en República Dominicana, nosotros fuimos protagonistas de este proceso y esperamos tener un resultado sólido de este proceso en la COP28».