El presidente del gobierno, Pedro Sánchez | Foto: Pool Moncloa

El próximo 8 de diciembre se celebra el ECOFIN —encuentro de ministros de finanzas de la UE— donde se pretenden aprobar las reglas fiscales que marcarán la gestión de las cuentas públicas de la UE en los próximos años.

Ecologistas en Acción, Greenpeace, la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, Futuro en Común y Observatori de Deute y Globalització firman una carta dirigida a Pedro Sánchez y a Nadia Calviño para alertar del peligro de una negociación en falso que comprometa los recursos necesarios para la acción climática.

Las organizaciones alertan de algunos de los peligros de precipitar un acuerdo que no beneficia a la sociedad al conceder incentivos al gasto en defensa frente a otros objetivos de la UE sociales y ambientales. Asimismo, cuestiona la falta de incentivos para las inversiones de calidad en resiliencia y bienestar, ya que no incluye el principio de no causar daños significativos al clima y al medio ambiente, o la eliminación de los subsidios fósiles y dañinos al medio ambiente.

Reglas mal diseñadas 

La Comisión Europea presentó en abril de 2023 una propuesta legislativa para la reforma de la gobernanza económica europea.  Un documento que reúne las líneas maestras para una adecuación de las reglas fiscales tras su suspensión durante la pandemia, y que mantienen los objetivos establecidos por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de no superar el 3 % del déficit público y un 60 % de la deuda. Las reglas serán obligatorias en todos los países de la Unión tras su aprobación prevista en 2024.

Según las organizaciones, en el intento apresurado por cerrar un acuerdo para fin de año, los ministros de finanzas de la UE están precipitando unas reglas mal diseñadas. El último compromiso propuesto por la Presidencia española del Consejo de la UE apenas mejora las actuales normas fiscales, y parece ignorar el consenso de los economistas y las lecciones de la crisis financiera mundial de 2008. También hace caso omiso a los compromisos del acuerdo PSOE-Sumar en esta materia, en el que se aboga por conjugar la estabilidad presupuestaria de las cuentas públicas, la creación de empleo y una ambiciosa agenda de inversiones sociales, verdes y digitales.

Según Sara Bourehiyi, portavoz de Ecologistas en Acción, “desde la sociedad civil y uniéndonos a las principales plataformas europeas, mostramos nuestra enorme preocupación con unas reglas que no solo no promoverán la sostenibilidad de la deuda a largo plazo, sino que también impedirán que la mayoría de los Estados miembros alcancen sus objetivos climáticos y sociales”.

Carlos García Paret, portavoz de Greenpeace, ha añadido: “Esta combinación de limitaciones arbitrarias del gasto público y sistemas fiscales anticuados e injustos obstaculiza el progreso, agrava la desigualdad y ahoga la acción climática y ambiental. Debemos pasar definitivamente la página de la austeridad y abrir paso a la construcción de una economía más justa, resiliente, al servicio de las personas y dentro de los límites del planeta. Europa tiene una deuda ecológica y de desigualdad que es urgente resolver”.

Nicola Scherer, presidenta del Observatori del Deute en la Globalització, ha concluído: “Las organizaciones de la sociedad civil pedimos al gobierno del Estado español que lidere una reforma del marco fiscal que refuerce la democracia, el bienestar y un medio ambiente sano y en equilibrio. Los presupuestos públicos son la clave de nuestro bienestar colectivo”.

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