El pasado mes de septiembre se inició una crisis diplomática entre República Dominicana y Haití. La decisión unilateral de desviar el cauce del río Dajabón para, según reconoció el propio gobierno haitiano, favorecer los intereses económicos de unos empresarios, fue un acto que puso en situación de crisis a los dos países.
El conflicto en Haití por la violencia desencadenada por las bandas criminales que controlan el país, que obligó al ya expresidente Ariel Henry a buscar refugio en Puerto Rico, ha silenciado la problemática fronteriza que, por desgracia, seguía latente.
Desde Haití se ha acusado a República Dominicana de vaciar el canal ilegal con medidas adoptadas por el gobierno. Desde diferentes cuentas de medios haitianos en redes sociales se acusa a los dominicanos de dejar sin caudal ese canal ilegal.
La misma cuenta mostró cómo una excavadora pretende que el agua del río, que es soberanía compartida, pase toda a Haití, algo que va en contra de los tratados firmados por ambos países.
Sin embargo, la finalización de las obras de ese canal ilegal, que podría dejar sin suministro de agua a la ciudadanía y los agricultores dominicanos, provocó la respuesta del gobierno de la República Dominicana con el sistema de bombeo de La Vigía, que garantiza el suministro.
Ante las acusaciones haitianas, el gobierno de Luis Abinader ha defendido, no sólo el bienestar y los recursos básicos para su pueblo, sino la seguridad del país. Además, ese sistema de bombeo en La Vigía ya estaba previsto antes de que en Haití se iniciara la obra ilegal del canal.
Juan Carlos Nova, director de operaciones del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, afirmó que ya habían advertido a Haití que esto iba a ocurrir y que se defenderían los intereses de los agricultores dominicanos por encima de cualquier otra cosa. «Nosotros hemos tomado las medidas de precaución necesarias para garantizar el suministro de agua para nuestros productores dominicanos.»
Además, cuando el sistema de bombeo de La Vigía esté a pleno rendimiento, el canal ilegal de Haití quedará seco.