Reservamos nuestras vacaciones a última hora. Unas veces por pereza y otras por falta de organización, pero sobre todo porque nos gusta ser los dueños de nuestro tiempo y no gastar ni un minuto de nuestras horas libres para hacer planes, preparar escapadas o pensar otras actividades de ocio. Todos, en mayor o menor medida, nos sentimos cómodos en la espontaneidad, por eso el concepto de staycation está haciendo estragos como nueva tendencia turística.

Se trata de planear menos y vivir más nuestro tiempo libre; disfrutar al máximo de lo que nos rodea y dejarse llevar por lo que nos apetece en cada momento, incluso si eso conlleva reservar un hotel a última hora (tal y como propone Hotel Tonight). Es una filosofía válida para todo el mundo, sobre todo para los que quieren aprovechar más y mejor su tiempo de ocio y sobrevivir al bajón de principios de año, ese que nos afecta al ánimo y al bolsillo después de unas merecidas pero cortas vacaciones, y que nos impide subir la cuesta de enero a paso ligero. El término une dos palabras inglesas, stay (quedarse) y vacation (vacaciones) y nos anima a redescubrir nuestra propia ciudad, rastreando cada rincón con ojos de guiri y, por qué no, pasando la noche fuera de casa.

Ver una exposición, montar en bici por la urbe o animarse a hacer senderismo por la sierra, recorrer los monumentos más emblemáticos cámara en mano, probar un cóctel de autor, cenar en un estrella Michelin, alojarse en un hostel… Hace frío y no apetece salir a la calle, pero hay vida más allá del sofá y es más accesible de lo que parece. Sólo tienes que quitarte la ‘batamanta’ y convertirte en viajero en tu propia ciudad. ¿Ya te has puesto los zapatos? Pues aquí tienes un par ideas para empezar a poner en práctica esta nueva opción turística y acortar (al menos simbólicamente) los meses que quedan hasta Semana Santa.

De un pasado industrial a un presente vanguardista, Bilbao tiene mucho que decir. Más allá del Museo Guggenheim y los tradicionales pintxos, se alza una ciudad emblemática que se puede descubrir en 24 horas al más puro estilo staycation. Del Museo de Bellas Artes a la Alhondiga de Philippe Starck y el puente Zubizuri de Calatrava desde donde se ven las Torres Isozaki, hasta el Casco Viejo para terminar con un txacolí en el Bilbi, al otro lado de la ría, un barrio nuevo lleno de galerías de arte, locales indies, mezcla cultural y sorprendentes restaurantes. ¿Qué tal hacer noche en el hotel Barceló Bilbao Nervión y volver a casa con las pilas cargadas después del desayuno?

El Broadway madrileño. Así es como se conoce ya a la Gran Vía por acoger desde hace años los mejores montajes teatrales nacionales e internacionales. Un buen plan de staycation si vives en Madrid es disfrutar de uno de los grandes musicales del momento y alojarte, por ejemplo, en el Hotel Índigo, a solo unos pasos de los principales teatros, para amanecer con vistas a la avenida más moderna, vibrante y cosmopolita de la ciudad. El Rey León, Cabaret o Sister Act brillan durante toda la temporada, pero en enero no puedes perderte otros dos musicales efímeros que sólo estarán uno o dos días: Germinal, basado en la novela de Émile Zola, que se representará en una única función el próximo viernes 29 de enero en el Teatro Compac, y El Fantasma de la Ópera, que vuelve en versión sinfónica a este mismo teatro el sábado 30 y el domingo 31 de enero. 

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