Amarrado frente a la costa yemení del Mar Rojo, el FSO Safer es un petrolero en avanzado estado de descomposición que podría verter más de un millón de barriles de petróleo al Mar Rojo. Las consecuencias podrían ser catastróficas en el plano medioambiental, humanitario y económico. Desde el pasado mes de mayo se desarrolla una operación coordinada por las Naciones Unidas para evitar el vertido.
En septiembre de 2022, Greenpeace International publicó una investigación demostrando que grandes compañías petroleras multinacionales, incluidas las gigantes occidentales ExxonMobil, OMV y TotalEnergies, utilizaron el FSO SAFER varado como buque de almacenamiento para sus operaciones hasta 2015, y estas empresas están probablemente entre los responsables de los 1,14 millones de barriles (140.000 toneladas) de petróleo que se encuentran actualmente en el barco abandonado, indica la organización.
Ghiwa Nakat, director ejecutivo de Greenpeace en los países árabes ha declarado que “el abandonado superpetrolero FSO Safer y su carga de 1,1 millones de barriles de petróleo han sido una bomba de relojería desde 2015 que podría haber supuesto una catástrofe humanitaria, ambiental y económica. Si bien la operación de salvamento tiene sus riesgos, estos son menores que no hacer nada. Esperamos que la operación de rescate marque el capítulo final de esta aterradora historia provocada por las petroleras”.
Los gigantes del petróleo no han movido un dedo
Donantes, empresas privadas y ciudadanos han aportado 115 millones de dólares al plan coordinado por la ONU para evitar el vertido. Sin embargo, la Organización aún necesita los últimos 28 millones de dólares para terminar de financiar las tareas de limpieza. Una cantidad que representa sólo una pequeña fracción de las ganancias acumuladas por las compañías petroleras en los últimos años. Los gigantes petroleros como TotalEnergies, Exxon, OMV y Occidental han utilizado el SAFER durante décadas y, sin embargo, no han movido un dedo para ayudar a prevenir un vertido de petróleo potencialmente masivo en el Mar Rojo.
El riesgo de vertido o explosión de petróleo ha sido una espada de Damocles sobre los millones de personas que viven en la región. Tal catástrofe podría infligir un daño irreparable a los ecosistemas del Mar Rojo y los medios de subsistencia de las comunidades costeras de la, ya amenazados por la guerra y la crisis humanitaria en curso en Yemen, así como por los impactos de la crisis climática.
Nakat ha agregado que «la misión de rescate es un testimonio del poder de la cooperación global, que la ONU y la comunidad internacional han intensificado en este caso, pero somos las personas quienes pagamos la factura y no los contaminadores».
La triste historia de su ocaso
FSO Safer es un navío de almacenamiento y transferencia de petróleo amarrado en el mar Rojo al norte de la ciudad de Al Hudaydah, en Yemen, que fue construido en 1976 en Japón por la Hitachi Zosen Corporation como el petrolero Esso Japan. En marzo de 2015, durante los primeros días de la guerra civil yemení, el navío fue capturado por las fuerzas hutíes cuando tomaron control del litoral costero cercano a su punto de amarre. En los años siguientes, su condición estructural se deterioró significativamente, generando preocupación por la posibilidad de una catastrófica pérdida de petróleo. También hay riesgo de explosión, ya que al no estar en funcionamiento la turbina que normalmente inyecta gases inertes a los tanques de almacenaje, nada impide la presencia creciente de gases explosivos por evaporación del combustible.