Jesús Moreno Vidal, junto a uno de los personajes caracterizados para el rodaje de «Las últimas huellas del neandertal» | Foto: José Manuel Fernández

Lleva más de 20 años en el sector audiovisual. En TVE, Jesús Moreno Vidal, ha participado como director y realizador de la serie documental «Guardianes del Patrimonio» (2019-2021) y como realizador de la serie documental científica «La Expedición Malaspina» (2011), entre otros. Trabajó durante 8 años en la productora andaluza Vivac Documentales, que lleva más de 15 años produciendo para National Geographics.

Su entorno laboral siempre ha estado relacionado con la dirección y la realización, tanto de series documentales, como programas de entretenimiento.

Por sus trabajos ha recibido el Premio Al-Andalus por «La Báscula» (subdirección), el Premio Ondas 2015 por «Los Descendientes II» (realización), el Premio Iris de la Academia 2012 por «La respuesta está en la historia» (montaje) y el Premio Iris de la Academia 2022 por «Gente Maravillosa» (realización)

Ahora dirige el documental «Las últimas huellas del neandertal».

Así que toda la historia empezó en Matalascañas… 

Exacto, el detonante de este proyecto documental nace a partir de que se descubre, en las playas de Matalascañas, en el verano del 2020, un yacimiento, un afloramiento, una zona rocosa, que ya había aparecido hace mucho, varias veces, por la transgresión de las mareas. Era cuando nos daban permiso para poder salir a pasear tras la pandemia y dos técnicas de Doñana estaban dando un paseo para ver cómo el oleaje y las grandes mareas que había habido semanas atrás habían afectado a los acantilados. E identificaron esta zona rocosa, que podría ser casi como un campo de futbito más o menos. Y se dieron cuenta de que había huellas, pero no eran huellas recientes. Mandaron una serie de fotos a José María Galán y dijeron: “oye, esto son huellas fosilizadas. De hecho, yo creo que esto es de un jabalí. Voy para allá”. Y a partir de ahí saltó la noticia en prensa y yo, que soy de Huelva y hago divulgación científica, pues me fui interesando por las noticias que iban saliendo. Y a partir de ahí, pues se fue creando este proyecto documental. 

Un proyecto documental con colaboraciones importantes. Citaba a José María Galán, hace un momento, que probablemente sea el hombre que más sabe de identificación de huellas en este país. Pero también el CSIC, varias universidades españolas e incluso la Universidad de Lisboa se han implicado.  

Sí, efectivamente. Ten en cuenta que para hacer un proyecto de divulgación científica tú tienes que tener la ayuda, el apoyo y el consenso de la comunidad científica, sobre todo porque lo que estamos tratando con este nuevo descubrimiento relacionado con los otros que hay en el sur de la península, es una nueva ventana al descubrimiento. Como dice José María Galán, nos encontramos en la frontera del conocimiento. Por lo tanto, uno de los intereses iniciales que yo tenía era poder contar con el apoyo, el asesoramiento y la logística de las universidades que estaban implicadas en este descubrimiento. Inicialmente fueron la Universidad de Huelva y la Universidad de Sevilla, que colaboran estrechamente con la Universidad de Lisboa y de Coímbra y a partir de ahí se fueron tejiendo unas ayudas y colaboraciones científicas que estaban supervisadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Nosotros hemos contado con el apoyo de 12 universidades nacionales e internacionales y uno de nuestros asesores más prestigiosos también, junto a José María Galán y los demás, es Antonio Rosas. Es uno de los encargados del Departamento de Paleontología de Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, que es uno de los científicos que ha estado presente en el genoma Neandertal. Pero también luego tenemos estrechas colaboraciones y ayudas con la Universidad de Córdoba, con el CSIC de aquí, de Sevilla, con el espacio natural de Doñana, lógicamente. Y con otros científicos que están especializados en esta especie Neandertal. 

«Los científicos creen que Doñana era, además de una zona de paso, una zona de asentamiento estable, porque ofrecía mucha biodiversidad»

Al fin y al cabo, el objetivo de todo esto es que, si queremos hacer un documental de divulgación científica, tiene que ir asesorado y supervisado por la comunidad científica, porque este proyecto documental está asentando una serie de bases y de datos que están actualizando toda la información científica que se tiene sobre estos grupos neandertales que habitaban el sur de la Península. Y bueno, lógicamente tienes que tener el asesoramiento y el apoyo de la comunidad científica más amplia que puedas. Nosotros, por suerte llevamos tres años trabajando en esto, hemos tenido la élite de la ciencia nacional e internacional. 

¿Cómo vivían aquellos neandertales de Doñana? 

Bueno, pues con las evidencias que se tienen aquí, en Doñana, a través de este yacimiento, unidas a todas las evidencias que se tienen en otros yacimientos en la zona de Ardales, la zona de Murcia, todo lo que es el litoral del sur de la Península Ibérica, junto con el Algarve, parece ser que la zona del sur de la península fue el uno de los últimos refugios neandertales antes de su extinción. Siempre se ha asociado a los neandertales en cuevas, lógicamente, pero en esta zona de Doñana hace 150.000 años, que es cuando está datado el yacimiento, no hay zonas de cobijo, de cuevas. Se sabe que muchos grupos neandertales, sobre todo en las zonas de costa, podían vivir largas temporadas, no a la intemperie, pero harían refugios, usarían las dunas y la vegetación frondosa para poder refugiarse no sólo de las inclemencias del tiempo, sino también de sus depredadores. Y la zona de Doñana, los científicos creen que era, además de una zona de paso, una zona de asentamiento estable, porque les ofrecía mucha biodiversidad. Tenían alimentación, tenían herbívoros que eran los que ellos consumían, tenían agua dulce, tenían recursos líticos, tenían la costa en la cual podían aprovechar esos recursos costeros.  

Y se intuye, se proyecta que estos grupos de neandertales en la zona de Doñana, pues tendrían una serie de asentamientos, que lógicamente al estar hechos con maderas, ramas y dunas, no se tiene constancia fosilizada, pero los científicos proyectan esa idea, que eran una serie de grupos que se iban moviendo por estas zonas y que posiblemente fueran detrás de las manadas de herbívoros de las que ellos podrían alimentarse. Y aprovechaban, por supuesto, los recursos costeros.  

«Todas estas recreaciones y ficciones que hemos hecho en el documental vienen asesoradas por los grupos de paleontología que tenemos. Hasta la caracterización ha tenido que ser supervisada y aprobada por paleontólogos. ¿Por qué? Porque la información que se tenía de los rasgos faciales o de los cráneos hace 15 años no es la misma información que se tiene ahora»

En una zona de la cueva de la Victoria, en Málaga se tiene constancia- esa cueva está a escasos metros de la costa- de que aprovechaban los recursos que da el mar, ya sean moluscos, mejillones, pesca y peces que quedan embarrancados en pequeñas lagunas.  

También se tiene esa constancia en Gibraltar, donde se formaban golas, pequeñas lagunas donde los peces quedaban embarrancados, quedaban un poco más aislados y recogían esos peces. Así que esa es un poco la idea de cómo esos neandertales vivían en la zona de Doñana. Tendrían algunos asentamientos estables y sería una zona de paso continuo porque la Doñana de 850.000 años no era muy diferente a la que conocemos ahora.  

El mar estaba retirado a unos 10 o 12 km respecto a la línea de costa que tenemos actualmente, pero era una serie de lagunas interconectadas con dunas, de tal forma que ellos aprovecharían ese ecosistema, pues para construir sus asentamientos, sus refugios, y estar en las en las épocas del año que mejor les beneficiaba para la caza, la pesca y las inclemencias del tiempo. 

El documental incluye una serie de reconstrucciones ficcionadas. Hay una gran caracterización de personajes… Entiendo que ha querido huir del documental al uso. 

Sí, efectivamente, nosotros queríamos que esto no fuera sólo un documental de divulgación científica puro y duro. Nosotros queremos que esto que se ha descubierto aquí junto con todos los descubrimientos que se están haciendo en el sur de la Península, llegue al mayor público posible.  

Las recreaciones y la ficción están muy presentes, hoy en día, en cualquier serie de televisión, en cualquier documental de sucesos, así que nosotros nos planteamos la difícil tarea de reconstruir y ficcionar algo de lo cual no teníamos, no se tienen evidencias. Todas estas recreaciones y ficciones que hemos hecho en el documental vienen asesoradas por los grupos de paleontología que tenemos. Hasta la caracterización ha tenido que ser supervisada y aprobada por paleontólogos, lógicamente. ¿Por qué? Porque la información que se tenía de los rasgos faciales o de los cráneos hace 15 años no es la misma información que se tiene ahora.

«Cuando en otras zonas del norte de la Península o el norte de Europa estaban con unas condiciones climáticas muy variables, muy cambiantes, aquí, en el sur de la península y en la zona de Doñana y toda esta zona litoral era un clima más estable, no sufría tantas variaciones en tan poco tiempo»

Porque las técnicas científicas van cambiando, se van actualizando. De tal forma que nuestro objetivo era hacer una recreación ficcionada para que eso pueda conectar mejor con el espectador, pero bajo una rigurosidad científica. Que no podamos, entre comillas, meter la pata con una decoración o un atuendo decorativo que llevara un neandertal de unas plumas, y diga: oye, que esas plumas son de tal especie de gaviota que hace 150.000 años no existía. El espectador normal no lo reconocerá, pero sí la ciencia, así que nuestro objetivo era entretener y mostrar cómo era una familia neandertal en el entorno de Doñana, pero bajo rigurosidad científica. Tanto es así que, hasta nuestro vestuario, caracterización, maquillaje, todo el atrezo de lanzas, elementos líticos, elementos decorativos, todo ha tenido que ser aprobado y asesorado por nuestros asesores científicos, no puede ser de otra manera. 

Hemos hablado durante tanto tiempo de la importancia de Doñana, de su situación, del último acuerdo entre el Gobierno y la Junta de Andalucía para recuperar el espacio, pero quizás no imaginábamos que Doñana fuera tan importante muchos años antes. 

Efectivamente, Doñana siempre ha sido un enclave mágico y privilegiado. Se han escrito muchas páginas sobre Doñana, se ha investigado, se han creado películas, historias y fantasías, y no cabe duda de que Doñana es un lugar privilegiado que tenemos aquí en España. Lo es desde hace muchísimos años, pero no teníamos constancia de que ese lugar mágico y privilegiado era a aprovechado hace 150.000 años. Lo que sí queda claro es que Doñana era un magnífico lugar de refugio Neandertal. Cuando en otras zonas del norte de la Península o el norte de Europa estaban con unas condiciones climáticas muy variables, muy cambiantes, aquí, en el sur de la península y en la zona de Doñana y toda esta zona litoral era un clima más estable, no sufría tantas variaciones en tan poco tiempo. La fauna se conservaba mucho más. Así que lo descubierto en Doñana y lo que queda por descubrir, tal como tú decías, nos dice que Doñana y toda esa zona es un lugar mágico, es un lugar privilegiado y un lugar que la especie humana lo lleva aprovechando desde hace miles de años.

«Mis padres me dijeron: esas son las playas donde íbamos nosotros con los titos de Almonte. Y me enseñaron fotos en las que tendría 6 o 7 años, y estábamos pasando los fines de semana y jugando en la misma zona donde ha aparecido el yacimiento»

Sí es verdad que nosotros, a corto plazo, lo aprovechamos algunas veces en nuestro beneficio y otras le generamos una serie de problemas y conflictos, pero el hombre es quien genera ese conflicto, el ser humano, nosotros generamos esos conflictos en Doñana, pero somos nosotros los que podemos solventarlos con la ayuda de la ciencia, pero, como decía, Doñana ha sido un lugar mágico durante muchos años y hoy sabemos que hace 150.000 años también lo era. 

Infografía de paleoambiente recreado para el documental | Foto: José María Galán

¿Cuánto hay de vinculación personal en este trabajo? 

Yo soy de Huelva, aunque trabajo en Sevilla y por la zona de Madrid, a nivel nacional e internacional, pero yo me he criado en Huelva, en Mazagón, a 18 kilómetros de las playas de Doñana, y como toda la familia en Almonte, yo he veraneado mucho en las playas de Matalascañas. Y cuando le enseñé a mi familia, oye, mira lo que ha aparecido en Matalascañas y todo, pues mis padres me dijeron: esas son las playas donde íbamos nosotros con los titos de Almonte. Y me enseñaron fotos en las que tendría 6 o 7 años, y estábamos pasando los fines de semana y jugando en la misma zona donde ha aparecido el yacimiento, porque el yacimiento se ha ido descubriendo en una larga extensión de casi 2,3 o 4 campos de fútbol, que es donde la gente veranea. Pues claro, cuando yo veo esa foto, localizo el acantilado. Y decía: caray, yo de chico jugaba en la zona de playa, donde a escasos 60 u 80 cm, 2 metros… se estaban conservando esas huellas fosilizadas desde hace 150.000 años. Pero no sólo eso. Antes de que surgiera toda esa noticia, yo he ido con mi hijo de 6, 7 años a esa misma zona de playa y ya decía: esto tiene una vinculación personal, ya no sólo porque trabaje y haga divulgación científica, sino porque ya tengo una conexión con todo esto.

«En otras zonas, ya sea Gibraltar, Burgos, Atapuerca… existe un turismo paleontológico podríamos decir. La gente quiere conocer eso «in situ», la gente quiere ver, la gente quiere observar y quiere sentir todo eso que han visto en documentales, que han leído, que han visto en fotografías, y nosotros estamos apostando por eso, para que la zona donde está el yacimiento se conozca»

Ese fue posiblemente el primer motivo personal que me ayudó a que me pusiera a escribir y a presentar el proyecto documental y una de las grandes cosas que yo escuché a un gran director de documentales es que: «las grandes historias de cine y las grandes historias documentales vienen cuando detrás, en ese trasfondo hay una historia personal». Por eso yo creo que nuestro equipo está trabajando mucho porque tenemos una vinculación personal con esa zona, con ese proyecto y con todo lo que ha aparecido por ahí. 

¿En qué fase está la producción? 

Ahora mismo nos encontramos con un 90% de todo el rodaje. Nos quedan 4 días de rodaje salpicados en la Universidad de Sevilla, en las cuevas de Gibraltar y algunas acciones científicas más puntuales. Paralelamente, ya se está haciendo la edición y el corte y la postproducción. Y el metraje final a la cadena y a los asesores científicos lo daremos dentro 4 o 5 meses. Tú qué te dedicas a esto sabes que en la edición de vídeo nos ponemos una fecha, pero luego esto se alarga, a postproducción se le ocurren nuevas ideas, pero nuestro objetivo es poder entregar el metraje final para un primer visionado de cadena y científicos dentro de unos 5 meses. 

Cada vez es más frecuente el turismo de investigación en la zona. ¿En qué medida va a contribuir, tanto el hallazgo que se ha producido como el documental, a su promoción? 

Efectivamente, toda la zona de Doñana, tanto El Rocío, Matalascañas… siempre ha estado muy vinculada al turismo, un turismo de veraneo porque su zona, sus playas atraen a miles de turistas al año, pero también Doñana trae mucho turismo de ciencia e investigación, ya sean aficionados a la observación de aves o a conocer el entorno de Doñana. En otras zonas, ya sea Gibraltar, Burgos, Atapuerca… existe un turismo paleontológico podríamos decir. La gente quiere conocer eso «in situ», la gente quiere ver, la gente quiere observar y quiere sentir todo eso que han visto en documentales, que han leído, que han visto en fotografías y nosotros estamos apostando por eso, para que la zona donde está el yacimiento se conozca. De hecho, ya hemos conseguido que haya un centro de interpretación, un mural muy grande donde se explica el yacimiento. Nosotros creemos que este tipo de documental ayuda a que se compatibilice ese turismo veraniego con un turismo de investigación.

«A nivel de financiación, el sector documental, sobre todo en la divulgación científica, no cuenta con todos los apoyos que necesita»

También hay mucha gente que viene a Doñana, como te decía, y no pisan la playa, pero les interesa: hacen sus visitas, hacen avistamiento de pájaros. hacen interpretaciones, hacen cursos de rastreo de huellas…pues nosotros queremos que esa zona del yacimiento y todo lo que se está descubriendo aporte un poquito más a ese turismo científico y de investigación que se mueve por toda esa zona y que también funciona súper bien en otros tipos de yacimientos franceses, en toda la zona norte de España los yacimientos son de visita pública. Y bueno, este yacimiento es un yacimiento efímero. Ahora mismo está tapado, pero sí se está proyectando a través del espacio natural de Doñana y el Ayuntamiento de Almonte, un centro de visitantes. 

Me hablaba antes de financiación…Cuénteme cómo está el sector. 

Pues nuestra financiación parte un 30% de Canal Sur, que es el acuerdo de coproducción que tenemos con ellos. Luego también tenemos parte de financiación a través de Huelva Film Commission, que pertenece a Andalucía Film Commission y de la Diputación de Huelva, pequeñas empresas privadas de la zona que nos han ayudado tanto económicamente con sus poquitos recursos, pero también nos han ayudado en especias, es decir, nos han facilitado unos alojamientos muy económicos para cuando hemos estado haciendo las reconstrucciones que tenemos que alojar a más de 20 personas durante 6 días, también nos han facilitado el transporte, es decir, nosotros hemos intentado hacer un proyecto científico con un presupuesto sobre papel muy ambicioso, pero luego económicamente no tenemos tantos recursos. Sí es verdad que las dos productoras que lo hacen, una de ellas es Madroom, que es una de las productoras andaluzas más especializadas en posproducción de cine, de tal forma que la alianza que nosotros hemos hecho con ella nos ha permitido que el proyecto a nivel de financiación tenga una carga de postproducción muy alta, pues nosotros, por ejemplo, le vamos a enseñar al espectador cómo era Doñana hace 150.000 años. Vamos a hacer una recreación real de postproducción. La postproducción en cine documental es muy cara, pero bueno, nosotros con la alianza que tenemos con esta productora nos ha permitido bajar costes. La misma calidad con un bajo presupuesto.

A nivel de financiación, el sector documental, sobre todo en la divulgación científica, no cuenta con todos los apoyos que necesita. Ya no es tanto para poder pagar sueldos, ni muchísimo menos, porque el equipo que estamos haciendo esto capitalizamos nuestro trabajo, y la rentabilidad que le sacamos es mínima para pagar a proveedores, hoteles, al director de fotografía, poquito más decir lo que es la producción ejecutiva. No genera nada, no recibe nada. Pero claro, nosotros, todos los que trabajamos aquí, también hacemos otros proyectos, otros programas de televisión.

Y claro, con este tipo de proyecto, que es una apuesta de un equipo, no queríamos ser mercenarios, no queríamos que el presupuesto nos obligara a no hacer determinadas cosas. De tal forma que hay presupuestos para poder hacer documentales, pero no son todos los que una producción de esta envergadura recibe. Aún así, se recibe ayudas de diferentes organismos, de empresas privadas, y hay diferentes fórmulas y ayudas a las cuales nosotros nos acogemos. Pero el sector documental en España sí está, desde hace años, siendo reconocido, consumido y si se está generando una mayor industria de la que había digamos hace 10 años. Es decir, me siento contento de las ayudas que vamos recibiendo y de la financiación que tenemos para el producto que nosotros vamos a sacar, que va a ser muy ambicioso. 

¿Dónde vamos a ver «Las últimas huellas del neandertal»? 

Mira, nuestro primer acuerdo de emisión, lo tenemos con Canal Sur porque ha sido la primera televisión que apoyó el documental, lógicamente. Es un proyecto que nace en Andalucía. Queríamos que su primera emisión fuera en Canal Sur. Ellos nos han apoyado desde el principio, pero nosotros estamos ahora también en conversaciones con Movistar y diferentes plataformas como Amazon y Discovery Max. Luego, posteriormente, iremos a otras plataformas nacionales. Y haremos un circuito de festivales nacionales e internacionales. Eso es un poco nuestra estrategia de distribución… Lo que nosotros pretendemos, en esa frontera del conocimiento, es actualizar las nuevas informaciones sobre esta especie y que lleguen a los espectadores, porque recordemos que esta especie son nuestros parientes más cercanos. Y es la única especie que ha convivido con nosotros con el Homo Sapiens, de tal forma que si nosotros conocemos un poco más a esa especie, sin duda vamos a conocernos a nosotros. 

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