Playas, arenales costeros, saladares y lagunas son, con frecuencia, territorio del Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), especie que ha sufrido el proceso de transformación en nuestras playas y humedales, lo que ha provocado su progresiva disminución. Pero esta presión parece importarles poco a quienes deberían velar por la salvaguarda de parajes naturales como la Playa de los Lances, en el término municipal de Tarifa.
El último episodio, por sorprendente que parezca, lo han protagonizado una princesa saudí -según el primer teniente de alcalde, Jorge Núñez, en declaraciones al diario Tarifa Al día– y su fiesta privada de lujo. Usuarios de la playa informaron de «todo un despliegue de coches, furgonetas, camiones… con importante presencia de guardias de seguridad que impedían el paso y la permanencia de personas en un área y zona de alta sensibilidad ecológica para la protección del Chorlitejo patinegro», explican desde AGADEN-Ecologistas en Acción. Unos hechos que ya han denunciado ante la dirección del Parque Natural del Estrecho.
Abren una investigación
La dirección del Parque Natural del Estrecho abrirá una investigación de los hechos, según ha señalado Jorge Serradilla, su director-conservador, quien ha dicho que «no tenía conocimiento de la fiesta y que ninguna persona o entidad se ha dirigido al parque para solicitar permiso». También ha anunciado que “se realizarán las indagaciones necesarias para comprobar, cómo y quiénes han llevado a cabo esta fiesta y quiénes tienen responsabilidades en este asunto”.
Una jaima de grandes dimensiones
Para la ocasión, se había dispuesto una jaima a la que un grupo de vecinos intentó acceder, pero los guardias de seguridad impidieron su entrada, alegando que se trataba de una fiesta privada, a pesar de tratarse de un paraje público. También informaron de la situación a los agentes de la Policía Local que vigilaban el recinto y que les aseguraron que «contaban con los permisos correspondientes». Después lo pusieron en conocimiento de la Guardia Civil, que les informó de que el SEPRONA conocía los hechos y estaba actuando en consecuencia.
Desde AGADEN-Ecologistas en Acción se preguntan «si este evento cuenta con la autorización de los responsables de esta zona protegida, y qué procedimiento es requerido para esta ocupación del espacio público». Por ello han pedido una investigación profunda y con transparencia en todo el procedimiento «y que se nos dé información del expediente de ocupación: a quién se ha dirigido la solicitud, quién lo ha autorizado y en base a qué normativa».
Entienden que la autoridad que haya permitido este evento «sea local, provincial o autonómica, ha cruzado unas líneas rojas que nunca se deben pasar al permitir que, en un paraje natural, zona ZEPA, Red Natura, Reserva Biosfera…se desarrolle un evento en un lugar público y de alta sensibilidad ambiental».
También alertan de que «al traspasar estas líneas por parte de las administraciones competentes, se ha abierto un terreno delicado para que, a partir de ahora, cualquier ente privado pueda celebrar eventos en lugares de máxima protección y encima privatizarlos durante algún tiempo para beneficios de una élite en detrimento del uso público. O la pérdida de fuerza moral y legal para sancionar conductas ilegales en espacios protegidos».
