El sociólogo alemán Robert Michels en su libro Los Partidos Políticos promulgó lo que se llamó «Ley de Hierro de la Oligarquía», en la que se establece que en cualquier tipo de gobierno siempre gobernará una minoría. Un corolario de esta ley es que cualquier organización, en el momento en que se hace grande, olvida sus ideales y objetivos y utiliza todos sus recursos en su propio mantenimiento.

Las organizaciones ecologistas grandes hace tiempo que parecen haberse plegado a lo que establece esta ley. Solo hay que ver los presupuestos que manejan, la opacidad de las cuentas ¿alguien sabe cuánto cobraba López de Uralde cuando era director de Greenpeace España? y que muchas veces sus campañas van dirigidas a la autopromoción y propaganda y no a la conservación del medio ambiente.

Una prueba de esto es la campaña contra los transgénicos. En Europa ha sido muy virulenta y no se ha dudado de recurrir a la violencia cuando ha sido necesario (un artículo de la revista ‘Landes Biosciences’ citaba alrededor de 50 ataques a campos experimentales o a instalaciones que trabajan con transgénicos en los últimos años). Sin embargo esta misma campaña apenas tiene relevancia en Estados Unidos, el primer productor mundial de este tipo de cultivos. Una forma ilegítima de conseguir sus objetivos es aprovecharse del altavoz mediático y difundir información falseada en beneficio propio, algo que han hecho en muchas ocasiones, y como vemos siguen haciendo.

Pongamos un ejemplo reciente. En el twitter de Luis Ferreirim, portavoz de agricultura de Greenpeace, se puede leer:

Una afirmación de impacto. Los transgénicos tienen los días contados en la UE, y lo argumenta en base al descenso de la superficie cultivada. El descenso es real, como puede comprobar cualquiera que busque en la base de datos de siembra de cultivos OGM del Ministerio de agricultura (pocos cultivos son tan transparentes), pero a partir de aquí, decir que tienen los días contados… ¿será cierto? El aumento de superficie sembrada ha sido constante en los últimos años, con descensos puntuales, por ejemplo, después del año 2000 hubo un descenso debido a un problema con la obtención de la semilla por lo que apenas hubo suministro. Solventado el problema el crecimiento ha sido constante y aumentando en porcentajes de dos dígitos cada año.

Por lo tanto, ¿qué ha pasado? ¿Circunstancia puntual en los últimos dos años o realmente se está cumpliendo la profecía y estamos viendo el fin de los cultivos OGM en Europa?

Bueno, ¿cuál es el contexto? Resulta que el precio del grano de maíz está por los suelos, por lo que en muchos casos no sale a cuenta sembrar maíz, sobre todo para pequeños productores. Por lo tanto, se ha reducido la superficie total de maíz. Para el agricultor es menos arriesgado sembrar trigo o cebada, que aunque tengan una producción menor, requieren menos inversión en semillas y fertilizantes. A esto hay que añadir otros factores, como la obligación establecida por la nueva Política Agrícola Común de establecer rotaciones con 2-3 cultivos en las explotaciones de mayor tamaño. Esto ha hecho que superficies que antes se dedicaban solo al maíz ahora se dediquen a otros cereales. Por lo tanto, lo que realmente ha pasado es que ha descendido la superficie total de maíz, no solo de maíz Bt. Si comparamos la superficie de maíz Bt con el porcentaje del total de maíz que representa nos encontramos que ¡Oh sorpresa! no ha cambiado. El maíz transgénico sigue siendo el 30% del maíz total que se siembra en España y el porcentaje prácticamente sigue igual. Vamos, que de final de los OGM, nada de nada.

Haya más o menos superficie de maíz, el 30% es OGM, y no desciende.

Creo que era Churchill, y si no ya lo digo yo, que decía que había mentiras, grandes mentiras y estadísticas. Voy a hacer una maldad estadística ¿Cómo ha evolucionado la superficie destinada a agricultura ecológica en los últimos años?

Resulta que en los últimos años ha habido un descenso. ¿Significa esto el fin de la producción ecológica? Ni de lejos. Mientras haya demanda (y subvenciones) lo normal es que siga, independientemente de las fluctuaciones propias de cada año que pueden deberse a diferentes motivos económicos o ambientales. A ver si difundimos información de calidad Ferreirim. Cuando uno asume el cargo de portavoz de una organización tan relevante como Greenpace, debe ser responsable de la información que transmite, si no, no puede considerarse una fuente fiable.

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