Los árboles y las plantas desempeñan un papel fundamental en la reducción y estabilización de la temperatura al aumentar la humedad ambiental.

Las áreas verdes cercanas a las viviendas se han convertido en un elemento indispensable en la vida diaria de muchas personas, e incluso influyen en la decisión de elegir una vivienda. Según la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas (ECEPOV) llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la escasez de zonas verdes es uno de los principales problemas para el 21,2% de los hogares en relación con la ubicación de sus viviendas principales.

En este contexto, el concepto de urbanismo sostenible busca desarrollar entornos que respeten el medio ambiente y, al mismo tiempo, ofrezcan recursos urbanísticos funcionales y sostenibles para mejorar la calidad de vida en las ciudades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las áreas verdes y los cuerpos de agua desempeñan un papel crucial en la mayoría de las áreas urbanas, ya que contrarrestan los efectos negativos de un crecimiento de las ciudades rápido e insostenible, en beneficio de la salud y el bienestar de sus habitantes.

La creación de espacios verdes y el uso de tecnologías respetuosas con el medio ambiente en la construcción son fundamentales para lograr ciudades más saludables, con una mejor calidad de vida y un mayor número de áreas de convivencia.

Beneficios de vivir en urbanizaciones con espacios verdes

Las zonas verdes ayudan a mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación, los niveles de calor y el ruido. Además, aportan oportunidades para la interacción social, la actividad física o la desconexión. A pesar de ello, la OMS asegura que el 55% de las capitales españolas carecen del mínimo de zonas verdes recomendado, cuando los beneficios que aportan son múltiples.

El estrés y las prisas son emociones experimentadas por muchas personas que residen en áreas urbanas densamente pobladas, donde existe una falta de espacios cercanos para desconectar. Sin embargo, esta realidad se transforma cuando se vive en urbanizaciones que cuentan con amplias áreas verdes, permitiendo disfrutar de un contacto directo con la naturaleza. Estas zonas proporcionan oportunidades para hacer ejercicio, relajarse leyendo un libro y, además, brindan un espacio de juego para los niños.

En estas áreas, la presencia de vegetación contribuye a absorber la energía acústica, dispersar el ruido y amplificar los sonidos naturales, lo cual atrae a la vida silvestre.

Los árboles y las plantas desempeñan un papel fundamental en la reducción y estabilización de la temperatura al aumentar la humedad ambiental a través de la transpiración de sus hojas. Además, su frondosidad proporciona sombra, evitando la exposición directa al sol.

La vegetación desempeña una función vital al absorber el dióxido de carbono y otros contaminantes, contribuyendo a la purificación del aire. Esto adquiere una importancia significativa en las zonas urbanas donde los niveles de contaminación a menudo superan los límites recomendados.

Aquellos que comparten estas áreas verdes apreciarán su valor y comprenderán la importancia de cuidar el entorno que los rodea y el medio ambiente en general. Estos espacios brindan la oportunidad de establecer lazos y conocer a personas con estilos de vida, valores y mentalidades similares.

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