El exportavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid considera que se «conculcaron derechos» en el cónclave que aupó a Sara Hernández, donde una votación hubo de repetirse por irregularidades.

Prometió guerra y está cumpliendo su palabra. Antonio Miguel Carmona, exportavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, ha secundado la impugnación del congreso del PSOE madrileño, que el 31 de julio avaló a la nueva dirección del partido por un exiguo margen. Una veintena de delegados próximos al defenestrado concejal cree que el cónclave ha de declararse nulo por las irregularidades que se detectaron en una votación y así lo ha reclamado oficialmente ante la dirección federal, con el visto bueno de Carmona.

«La movilización de delegados tiene todo mi apoyo en defensa de los derechos de los militantes, conculcados en un congreso regional con numerosos actos nulos de pleno derecho», ha señalado el profesor universitario en declaraciones a los medios. Según él, la modificación estatutaria se planteó «fuera de tiempo y forma, sin texto previo, sin ninguna información, lo que la convierte en un acto también plenamente nulo».

El sector crítico impugna precisamente ese cambio en los estatutos -que entre otras cosas mutó el nombre a la formación y redujo el número de miembros del Comité Regional, principal órgano entre congresos- y la lista de elegidos para formar parte de dicho Comité. Fuentes socialistas han indicado a Europa Press que el escrito va dirigido a la Ejecutiva Federal y a los órganos pertinentes que atienden los recursos presentados por la militancia. Por lo tanto, debería resolverse por el Comité de Garantías del partido a nivel nacional.

Carmona no ha dudado en mostrar su total apoyo a la iniciativa, desafiando así al aparato y cumpliendo la promesa que hizo el mismo día que le cesaron como portavoz socialista en el consistorio madrileño: «A mí no me van a callar». Considera el edil que efectivamente fue inadmisible esa votación donde se resgistraron más votos que delegados, que tuvo que repetirse y en virtud de la cual la nueva secretaria regional, Sara Hernández, sacó adelante sus planes.

Desde el entorno de Hernández se ha criticado el movimiento, que consideran fruto del mal perder del sector crítico, en el que se encuadran los partidarios del también fulminado Tomás Gómez. El secretario de Organización del PSOE-M, Enrique Rico, ha pedido al grupo de miembros críticos que «acepte» las decisiones que ha validado «la mayoría» de la federación madrileña, plasmadas en la elección directa de la nueva secretaria general y los acuerdos alcanzados en el Congreso y la nueva dirección.

En este punto, ha recalcado que los cambios con la llegada de un nuevo equipo directivo son «normales», «habituales» y «legítimos» con diversos casos en el pasado, como ha ocurrido en otras ejecutivas de la formación y en las que «alguna de ellas» estaba el propio Carmona, informa EP. «Estamos mirando hacia afuera y no hacia adentro y no nos vamos a distraer de esto», ha recalcado Rico.

En cualquier caso, estamos ante un nuevo capítulo de la batalla fratricida que se vive en el socialismo madrileño, con reflejos a nivel nacional, que comenzó a desatarse tras la no integración de los críticos en la dirección de Hernández. Como adelantó SABEMOS, el sector provisionalmente derrotado está decidido a plantar cara al aparato en el próximo congreso, previsto para marzo de 2016.

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