Los edificios residenciales y las infraestructuras siguen sufriendo daños durante la guerra en curso en Ucrania | Foto: EU/Oleksandr Rakushnyak

Dos años después de la invasión de Ucrania por las tropas rusas, las estimaciones indican que el coste total de reconstrucción y recuperación en Ucrania asciende en la actualidad a los 486.000 millones de dólares durante la próxima década, lo que equivale a unas 2,8 veces el PIB del país en 2023.

Elaborada por las Naciones Unidas, el Grupo del Banco Mundial, la Comisión Europea y el Gobierno ucraniano, la tercera evaluación de las consecuencias de la guerra en Ucrania contempla los daños sufridos durante un periodo de casi dos años, del 24 de febrero de 2022 al 31 de diciembre de 2023.

Los socios internacionales de Kyiv constatan un aumento de las necesidades financieras necesarias para reconstruir el país, que se estimaba en 411.000 millones el año pasado, e indican que los daños directos a los edificios e infraestructuras en el país alcanzan ya casi los 152.000 millones de dólares.

Desde febrero de 2022, el Banco Mundial ya ha movilizado más de 41.000 millones de dólares en ayuda financiera para Ucrania. La reconstrucción del país requerirá cantidades elevadas de capital a lo largo de un periodo de diez años. Y lo que es peor: «la guerra no ha terminado. El sufrimiento no ha terminado», comenta la coordinadora residente de las Naciones Unidas en el país, Denise Brown. Insiste en que «las comunidades ucranianas necesitan el apoyo continuo de sus socios internacionales. El futuro de Ucrania depende del pueblo ucraniano; ahí es donde tenemos que invertir».

Los daños se concentran en las regiones de Donetsk, Kharkiv, Luhansk, Zaporizka, Kherson y Kyiv,

Allí, 8.400 km de autopistas y carreteras nacionales resultaron dañadas o destruidas, al igual que casi 300 puentes, 50 km de vías férreas y 1.400 km de catenarias ferroviarias.

Los sectores más afectados fueron la vivienda, el transporte, el comercio y la industria, la energía y la agricultura. En todo el país, el 10% de las viviendas han resultado dañadas o destruidas, lo que ha prolongado el desplazamiento de los ucranianos de sus comunidades.

En concreto, la destrucción de la presa y la central hidroeléctrica de Kakhovka en junio de 2023 tuvo importantes repercusiones negativas en el medio ambiente y la agricultura.

Una escuela de Mykolaiv (Ucrania), dañada por la guerra, está siendo restaurada con el apoyo de la ONU y la Unión Europea.

Necesidades prioritarias para 2024: 15.000 millones de dólares

Como el año pasado, el Gobierno ucraniano ya ha cifrado en 15.000 millones de dólares sus necesidades prioritarias para el año en curso.

«Los países donantes han prometido 5.500 millones de dólares. Necesitaremos encontrar otros 9.500 millones de dólares de financiación pública y privada», explican las autoridades.

Reconstrucción en marcha

Mientras tanto, los ucranianos ya están trabajando en la reconstrucción. Las obras de restauración, por ejemplo, se han completado en casi 4.000 edificios y 19.000 casas. Se han llevado a cabo reparaciones de emergencia en más de 2.000 km de autopistas y otras carreteras nacionales, y se han restaurado 115 puentes de carretera.

En el sector de la educación, las autoridades locales han reconstruido unos 500 centros y, desde enero de 2023, la proporción de centros educativos equipados con refugios antiaéreos ha aumentado del 68% al 80%. 

En términos más generales, las mayores necesidades en materia de recuperación y reconstrucción se concentran en la vivienda (17% del total), seguida del transporte (15%), el comercio y la industria (14%), la agricultura (12%), la energía (10%), la protección social y los medios de subsistencia (9%) y la gestión de los riesgos de explosión (7%).

«Los dos últimos años han estado marcados por un sufrimiento y unas pérdidas sin precedentes para Ucrania y su pueblo», explica la vicepresidenta del Banco Mundial para Europa y Asia Central, Antonella Bassani. Pero esta evaluación demuestra «la dedicación del pueblo ucraniano, que ya ha sido capaz de reparar algunos de los daños y comenzar a recuperarse».

Los señores de la guerra se frotan las manos

Ante este panorama, los señores de la guerra se frotan las manos. Primero vendieron las armas y ahora se preparan para el gran negocio de la reconstrucción. Sabían de antemano los miles de millones de euros que serían necesarios para levantar Ucrania y las suculentas oportunidades que se iban a presentar. Estaba todo atado y bien atado. Ahora sólo queda aguardar y ver cómo se desarrollan los acontecimientos. No será tarde cuando veamos a empresas españolas participando del festín.

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