En el momento en el que respondía a estas preguntas, Ian Frazer no sabía que era el ganador del galardón del público en los Premios al Inventor Europeo del Año. Y eso que no es del todo europeo: es australiano, aunque nacido en Escocia, pero su patente sobre la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) fue nominada como una de las más relevantes para el viejo continente.

“Si gano, estaría bien. Pero si no, también, porque en cualquier caso la vacuna está siendo usada. Eso es mucho más importante que el premio”, respondía, humilde, justo al final del encuentro con Sabemos. Ha sido reconocido por los internautas que han votado en la web de la Oficina Europea de Patentes (EPO).

Su humildad se torna en abnegación cuando se refiere a su trabajo y responde a la pregunta de si está orgulloso de lo que ha conseguido. “Estoy muy orgulloso de que la ciencia haya producido una solución para el problema del cáncer de cuello de útero. Porque eso es la ciencia, ese es el motivo por el que decidí ser científico”.

¿Cuántas vidas ha salvado con su vacuna?

«El cáncer de cuello de útero es un problema que afecta a un 1% de la población, así que se puede decir que vamos a salvar un millón de vidas»

Hasta ahora, probablemente no muchas, porque la vacuna previene el virus que causa el cáncer; tardaremos entre 25 y 30 años en ver el efecto. Pero hemos inmunizado a 125 millones de mujeres en todo el mundo. Y sabemos que el cáncer de cuello de útero es un problema que afecta a un 1% de la población, así que se puede decir que vamos a salvar un millón de vidas. Son gente que se habría infectado y que habrían muerto de cáncer.

¿Cómo se siente al haber ayudado a tantas personas?

Bueno, no he sido sólo yo, Jian Zhou -compañero en el registro de la patente, que falleció de hepatitis en 1999- y yo hicimos que la vacuna sea posible, junto a un equipo que se empeñó en que fuera un producto que estuviera a la venta. Pero es muy bonito ver que el trabajo científico que llevamos a cabo hace 20 años es útil ahora.

Todo el mundo recibe la vacuna porque es efectiva, ¿verdad?

Funciona muy bien. Es un 100% efectiva para lo que ha sido diseñada, lo que es muy alentador. Pero además, en Australia, donde hemos inmunizado al 70% de las niñas, el virus como causa de cáncer ha desaparecido prácticamente entre la gente joven menor de 30 años.

¿Cree que estamos lo suficientemente concienciados sobre el VPH?

Creo que todavía hay mucha educación pendiente. No tanto en el mundo desarrollado, donde la conexión entre el virus y el cáncer a los que hace frente la vacuna es de sobra conocida, sino en los países en vías de desarrollo, donde la gente no conoce la razón por la que las mujeres mueren entre los 40 y los 50 años. Si ni la gente ni los gobiernos conocen el problema, entonces no podemos hacer nada. El cáncer de cuello de útero es una de esas enfermedades “invisibles”: te pones enferma y mueres, pero nadie sabe de qué.

Su vacuna previene el contagio de una enfermedad de transmisión sexual (ETS), una preocupación en muchos países del mundo. ¿Cree que podría haber vacunas contra otras ETS?

«La gonorrea y la sífilis se están volviendo resistentes a todos los antibióticos conocidos; si no encontramos vacunas, tendremos muchos más problemas con estas infecciones en el futuro»

Estamos trabajando para ello, muchas personas de todo el mundo. Hay muchas vacunas contra ETS que funcionan, como la de la hepatitis B. Pero tenemos muchos problemas con enfermedades transmitidas a través de bacterias, como la gonorrea y la sífilis, que se están volviendo resistentes a todos los antibióticos conocidos. Si no encontramos vacunas, tendremos muchos más problemas con estas infecciones en el futuro. Pero no creo que el mensaje sobre la vacuna contra el papiloma sea que previene el contagio de una ETS. Es muy común tener el virus del papiloma humano. Tú o yo podríamos haberlo tenido, probablemente, en un momento de nuestras vidas, porque el 50% de la población se encuentra alguna vez con un VPH de alto riesgo. Es muy común y podemos no saber que lo tenemos ni los problemas que causa. La cuestión no es prevenir el contagio sino el cáncer, así como las verrugas genitales.

¿Y sobre el VIH? ¿Cree que podríamos conseguir una vacuna contra el VIH?

Hace 30 años, un eminente inmunólogo dijo que si una infección natural no impide que vuelvas a ser infectado por segunda vez, entonces es improbable que una vacuna vaya a funcionar. Eso implica que será muy difícil obtener una vacuna que funcione, lo que no quiere decir que sea imposible. El procedimiento convencional para conseguirla no va a funcionar; vamos a tener que ser más listos. Tenemos que ser más listos que nuestro sistema inmunitario, y nuestro sistema inmunitario es muy listo. Así que creo que si conseguimos una vacuna contra el VIH, en primer lugar, no será 100% efectiva y, en segundo lugar, no será una vacuna sencilla, por lo que será cara y difícil de introducir en los países en los que es más necesaria.

¿Su vacuna contra el VPH es cara?

En este momento, sí. Para los estándares, una vacuna tiene que costar 10 céntimos o menos; producir la vacuna contra el VPH cuesta 5 dólares. Creo que se puede conseguir una vacuna más barata, pero ya hay una que funciona y para alcanzar una más barata hay que probar que es mejor que la anterior.

Hay cierta preocupación en torno al precio pero también sobre los efectos secundarios de la vacuna.

«Ha habido mucha polémica sobre los efectos secundarios de la vacuna contra el VPH en la prensa, pero es tan segura como la de la hepatitis B»

Sí, ha habido mucha polémica sobre los efectos secundarios en la prensa, pero la realidad es que esta vacuna es tan segura como la de la hepatitis B, que se ha estado usando durante 20 años. Te pica un poco el brazo cuando te la ponen, muy raramente se llega a experimentar una reacción alérgica, puede que una entre cada millón de dosis. Creo que hemos tenido 2 reacciones en los 10 últimos años. Es muy fácil sacar conclusiones equivocadas; cuando tu hija recibe la vacuna a los 12 y a los 13 desarrolla una enfermedad, la gente culpa a la vacuna. Pero si atiendes a las cifras, señalan que esa enfermedad es igual de común entre las mujeres de 13 años que han sido inmunizadas y entre las que no. En Australia, un 90% de las chicas que sufren leucemia a los 13 años han sido vacunadas; por supuesto, es que el 90% de las niñas en general han sido vacunadas. Es una falacia y lo que tenemos que hacer es explicar que tras 125 millones de dosis entregadas, no hay pruebas de que se hayan dado estos casos.

Hubo 200 casos en Colombia que fueron vinculados con la administración de la vacuna contra el VPH, aunque las autoridades hayan descartado cualquier conexión.

Es que no hay ninguna conexión. Desgraciadamente, a la gente le suceden cosas. En las pruebas médicas, tuvimos 6 muertes entre las mujeres en las que se realizaron tests; las muertes fueron accidentes de coche, suicidios e infecciones que no tenían nada que ver con el VPH. Estas cosas pasan; desafortunadamente, somos mortales. Pero no quiere decir que las vacunas fueran la causa, no más que el hecho de haber tomado el desayuno por la mañana.

¿Qué les diría a los escépticos sobre su vacuna?

Recibirla es una decisión personal, nadie está obligado. Es segura, yo he inmunizado a mis hijas. Pero algunas vacunas reportan un bien a la comunidad, como en el caso del sarampión. Hemos impedido que los niños se mueran por el sarampión, que es una causa muy importante en el África subsahariana.

¿Qué pasaría si la gente no se vacunara contra el sarampión?

Que tendríamos epidemias de sarampión. Una de cada 5.000 personas contagiadas muere a causa de esta enfermedad y una entre cada 1.000 sufre daño cerebral permanente. La vacuna contra el sarampión se ganó una mala reputación porque había un rumor que indicaba que podía provocar autismo, pero la persona que inició esa historia admitió que se inventó los datos. Aunque los periódicos contaron esta historia no publicaron posteriormente que era falsa y que tanto el responsable como su artículo fueron apartados de la medicina. Es el motivo por el que los periodistas son tan importantes.

Ha habido cierto revuelo en España con un asunto relacionado. Tenemos un caso de difteria en Cataluña en el que los padres de un niño se negaron a que recibiera la vacuna. Pero la ciencia está del lado de gente como usted, ¿verdad?

«Tú no recuerdas la polio. Mis padres se alegraron cuando recibí la vacuna porque 2 años antes se había producido una epidemia; varios niños de mi escuela se vieron afectados»

Sí. Las pruebas son claras. Los científicos somos reacios a reivindicar como cierto algo que no ha sido demostrado. Sabemos que estas vacunas funcionan. Es muy fácil olvidar cómo eran las epidemias antes de la llegada de las vacunas. Tú no recuerdas la polio. A mí me pusieron la vacuna cuando tenía 8 años porque fue entonces cuando empezó a estar disponible. Mis padres se alegraron cuando la recibí porque 2 años antes se había producido una epidemia; varios niños de mi escuela se vieron afectados. Ahora, nadie se acuerda de la polio, nadie puede contar cómo era. Pero estas enfermedades pueden volver: la polio todavía está presente en Paquistán y en el África subsahariana. Si no vacunamos, volverá a haber epidemias. Lo mismo pasa con la tos ferina; hay varios casos al año en Australia y hay niños que mueren porque sus padres se niegan que reciban la vacuna.

Esos padres antivacunas, ¿son tontos por no vacunar a sus hijos?

Es probable que, simplemente, no hayan sido educados. No creo que sean tontos. Dependemos mucho de educar a la gente sobre por qué hacemos todo lo que hacemos. Nadie debería recibir tratamiento médico sin saber por qué. Tengo que decir que muchas veces somos bastante paternalistas en esto: decimos “esto es bueno para ti”, pero no explicamos suficientemente por qué es bueno. Hace 50 años, no había ningún problema en que la gente se vacunara porque conocían las enfermedades, pero ahora tenemos que explicar que estos males no han desaparecido: no los vemos porque todo el mundo ha sido inmunizado. Estas enfermedades tienen cura y tenemos que educar a los gobiernos, a los doctores, a los padres, a los profesores y a los niños.

¿Alguna vez temió que su vacuna contra el VPH no fuera a funcionar?

Oh, sí. Cuando empezamos a desarrollar la vacuna, algunos nos dijeron que no iba a funcionar porque era una vacuna contra una enfermedad de las mucosas, que no había ninguna que fuera útil. Además, tenía que ser fiable al 100% porque de lo contrario, la gente se seguiría contagiando. Por otro lado, la inmunización en las mucosas solo duraba unas pocas semanas. Eso es lo que decían, pero estaban equivocados. Si alguna vez escuchas que alguien te dice que no va funcionar, no le creas. Escuchamos lo que tenían que decir, pero seguimos haciendo nuestro trabajo.

¿Y escuchó a los que se referían a los efectos secundarios de su vacuna? ¿Los creyó?

No. Miramos a las pruebas. Soy el primero al que le preocupa la seguridad de las vacunas, motivo por el que los tests se realizan con un gran número de personas voluntarias. A veces nos equivocamos, y somos los primeros en reconocerlo.

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