Planta regasificadora de Mugardos desde la ría del Ferrol

La Plataforma Galiza sen Gas acaba de publicar un análisis de los programas electorales de los principales partidos que compiten en las elecciones gallegas en relación con los objetivos climáticos y el abandono de los combustibles fósiles, en concreto el gas fósil, recogidos por la entidad en su manifiesto fundacional. Antes de la elaboración de los programas electorales, la plataforma se dirigió a los principales candidatos pidiéndoles que incorporen esas metas para un futuro sin gas fósil.

«La labor de la Xunta, ejerciendo sus propias competencias o influyendo en otras instituciones, es fundamental a la hora de combatir la emergencia climática global desde nuestra tierra, para la que la máxima prioridad es eliminar rápidamente el uso de energías fósiles, que provocan un 70% de de emisiones territoriales gallegas de gases de efecto invernadero. Después de prescindir del carbón, el próximo combustible fósil que podemos y debemos dejar atrás es el gas fósil”, afirman desde la plataforma.

Ambición climática insuficiente 

Esta década es fundamental para evitar los peores efectos de la crisis climática. Por eso, desde la plataforma, señalan que «en Galicia deberíamos conseguir una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un -65% en 2030 respecto a 1990. Hoy están en el -34%. Sin embargo, ningún partido se compromete con este objetivo, aunque Sumar defiende el -55% en su programa electoral, objetivo que coincide con el asumido por la Xunta en el actual mandato, pero sólo de forma declarativa, porque no ha actualizado la Estrategia Energética y Climática 2050. PP, BNG y PSdG-PSOE, no incluyen en su programa ningún objetivo de reducción de emisiones para 2030. Podemos propone un -70%, pero sólo para el dióxido de carbono (CO2) y en 2034″.

Tomando un horizonte más lejano, 2040, el compromiso es mayor, porque PP, Sumar y Podemos apuntan a que Galicia sea climáticamente neutra (emisiones brutas menos absorción igual a cero). Sin embargo, PSdG-PSOE y BNG no hacen referencia a la neutralidad climática.

Centrales de ciclo combinado (gas fósil) sin final a la vista 

Según la Plataforma Galiza sen Gas, ninguna candidatura aspira a una producción eléctrica 100% renovable antes de 2030, algo imprescindible para lograr una reducción de emisiones de al menos un -65%. «Eso implicaría cerrar en los próximos años las centrales de ciclo combinado de gas fósil de Sabón y As Pontes, a las que los programas electorales ni siquiera hacen referencia, pese a ser dos grandes fábricas de cambio climático».

Dicen que se repite lo ocurrido en la campaña para las elecciones autonómicas de julio de 2020. Ninguno de los partidos que se vuelven a presentar ahora quiso defender el cierre de la central de carbón de Pontes antes de 2025.

Reganosa y su planta de regasificación fuera de campaña

La planta de regasificación de Mugardos es la principal vía de entrada del gas fósil que se consume en Galicia, monopolizado sobre todo por las centrales de ciclo combinado y la industria. En él se vierte gas del ‘fracking’ procedente de Estados Unidos o extraído en Siberia (Rusia). Es propiedad de Reganosa, empresa participada al 30% por la Xunta.

A excepción de Podemos, ningún partido propone el cierre de la planta de regasificación de Reganosa antes de 2030 (o en un año más). Sin embargo, como denuncia la organización, «no hay excepciones en la aceptación de importaciones de gas procedente del «fracking» (técnica prohibida en España) o de países inmersos en conflictos bélicos, en el caso de Rusia». 

Para Galicia sin Gas, parece que «las precauciones socioambientales no importan cuando se trata de energía importada. También hay acuerdo entre los principales candidatos en no apostar por la salida de la junta accionaria de Reganosa, controlada por el Grupo Tojeiro».

«No hay prisa por abandonar los combustibles fósiles»

Una cuestión sobre la que pone el acento la Plataforma esm la relativa a los programas electorales que «no proponen ningún horizonte temporal para el abandono del petróleo y el gas fósiles, de los que deberíamos prescindir por completo antes de 2035. Evidentemente, esto reduce la credibilidad de los compromisos climáticos, en los casos en que se formulen».

Consideran que la definición de una hoja de ruta para la eliminación lo antes posible del uso de energías fósiles sería la «prueba del algodón» de una estrategia climática gallega en línea con el objetivo de no superar el límite de 1,5ºC de calentamiento global contenido en el Acuerdo de París.

Hidrógeno verde: ¿amenaza o solución?

La Plataforma Galiza sen Gas señala que el hidrógeno verde, producido a partir de electricidad renovable, «es necesario para desfosilizar el transporte pesado u obtener calor en la industria». Sin embargo, afirma, que «el hidrógeno verde puede pasar de ser una solución a un problema para nuestra transición energética si se produce no sólo para el consumo interno sino también para la exportación masiva, por barco (en forma de amoníaco o metanol) o por oleoductos, mediante la construcción de centrales hidroeléctricas, gasoductos y/o la adaptación de los gasoductos, ya que esto requeriría un exceso de capacidad de producción renovable». En este sentido, ponen como ejemplo, el gasoducto Guitiriz-Zamora, una iniciativa impulsada por Reganosa y Enagás, que serviría para exportar hidrógeno verde al centro de Europa.

Sobre el papel, respecto al hidrógeno verde, dice que «no aparece nada en los programas de BNG, Sumar y Podemos. El PP ratifica su política de hacer de Galicia uno de nosotros a nivel europeo» en términos de producción y exportación. Mientras, «el PSdG-PSOE incide en el consumo interno y no menciona el hidroducto Guitiriz-Zamora, aunque lo ha apoyado públicamente».

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