La dirección nacional del partido nombra una gestora en la región y lanza primarias para renovar «todos los órganos» autonómicos. El barón gallego, Breogán Riobóo, era crítico con el pacto de confluencia y le habían dimitido 19 dirigentes en las últimas semanas. Podemos aspira a hacerse con la Xunta reeditando en las elecciones regionales el acuerdo con Beiras, IU y las mareas.

Que todos los órganos de Podemos en Galicia se renueven «a la mayor brevedad posible». Ese es el mandato de la dirección nacional del partido morado, que ayer anunció la ‘toma’ de su rama gallega para atajar la crisis interna desatada tras el 20-D. Las tensiones habían provocado una cascada de dimisiones y tensionado la formación en esa autonomía, hasta el punto de amenazar con desestabilizar la confluencia En Marea.

«Ha habido discrepancias airadas y públicas» entre partidarios y retractores de la confluencia, admite Sergio Pascual

Precisamente esa coalición -formada para el 20-D por Podemos, Anova, Esquerda Unida y las mareas- y las diferentes interpretaciones sobre su resultado explican en gran parte las disputas. «Tampoco descubro nada si recuerdo que ha habido discrepancias airadas y públicas» al respecto, indicó Sergio Pascual, secretario de Organización morado y encargado de informar de la decisión adoptada. Pascual explicó que en Galicia había «quienes estimaban que el resultado en la fórmula En Marea había sido un éxito rotundo, como decía nuestro secretario general Pablo Iglesias, y quienes estimaban que no había sido así». En este último grupo está el hasta ayer líder territorial del partido, Breogán Riobóo.

Para Riobóo, Podemos había perdido identidad y protagonismo en la alianza, pues hubo «una sobrerrepresentación de las otras organizaciones», como señaló en entrevista con Faro de Vigo. «No había un mensaje unificado, ensamblado, sino que se percibía que había una coalición electoral en la que había diversos mensajes e incluso contradictorios», abundó, diciéndose partidario de pensar en romper la alianza ante las elecciones autonómicas.

«Heridas públicas»

Todo ello «ha abierto heridas públicas en Galicia», admitió Pascual, y «está detrás de los procesos de dimisión» de las últimas semanas. Iglesias se había dicho partidario de consolidar la confluencia y ahora se le abre una ventana de oportunidad para aupar a una dirección regional que comparta ese criterio. Pascual aseguró que el aparato será «neutral» en el proceso, sin perjuicio de que los dirigentes avalen a algún candidato «a título personal». Y a nadie se le escapa la ascendencia de Iglesias sobre las bases.

El aparato promete ser «neutral» en las primarias, sin perjuicio de que Iglesias pueda apoyar a algún candidato

Un «equipo técnico» se pondrá al frente y pilotará el proceso de primarias. El consejo de coordinación -que preside Iglesias y conforma su núcleo de máxima confianza- lo decidió el lunes, tras constatar dos nuevas dimisiones en la comisión de garantías gallega y otras diez en el consejo ciudadano. Se unían a las 11 ya registradas: dos en el primer órgano -lo que le dejaba sin quórum- y nueve en el segundo. Entre los dimitidos figuraban los dos diputados y el senador de Podemos electos el 20-D.

La situación abocaba, dijo Pascual, a tomar esta medida que deja contra las cuerdas al díscolo Riobóo. «El secretario general gallego está informado pero no ha sido él el que ha solicitado que se den estos pasos», reconoció. En la decisión de disolver los órganos y sustituirlos por la gestora ha pesado el encontrarse «en una situación especialmente difícil en una comunidad que tendrá un proceso electoral autonómico durante este año». Podemos aspiraría a hacerse con la presidencia de la Xunta si saca un resultado similar al del 20-D, tal y como refleja la extrapolación hecha por este diario.

Fuentes de la dirección explicaron ayer que la idea de reeditar la confluencia se mantiene, pues la relación con los socios es buena y las expectativas mejoran sustancialmente concurriendo juntos. La renovación de los órganos despejará el camino para que así sea.

Catarsis en Cantabria, Euskadi y La Rioja

Aprovechando la catarsis gallega, Podemos ha impulsado primarias orgánicas en País Vasco y La Rioja, autonomías donde el partido llevaba meses en situación de interinidad. La dirección vasca dimitió en otoño por discrepancias con el aparato en la elaboración de las listas, mientras la riojana fue cesada en abril por irregularidades en las primarias. Los militantes elegirán nuevos líderes entre el 3 y el 6 de marzo.

Podemos ataja también las crisis interna de Cantabria nombrando otra gestora

En Cantabria, donde las disputas internas estaban siendo insostenibles, se ha puesto al frente a otra gestora para que lidere un proceso similar al de Galicia. El propio barón, José Ramón Blanco, pidió a Iglesias que interviniera al comprobar «que no había forma de encauzar la situación» de guerra civil.

En stand by, por último, sigue la rama catalana. Allí dimitió su líder, Gemma Ubasart, tras el 27-S y la plaza no se ha cubierto. Podemos prefiere esperar a que «madure» el proceso de convergencia política lanzado por Ada Colau para impulsar las primarias. La intención de Iglesias es que Cataluña sea en unas semanas la única región donde no dispone de estructura consolidada, respaldada y legitimada.

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