España es el primer socio comercial de Cuba. En economía real de empresas, se entiende, al margen de Venezuela (petróleo) y China (materias primas contra autobuses y otros bienes de equipo). Y lo es a pesar del gobierno español.

A pesar de esta realidad, la queja permanente desde hace largos años es el absoluto abandono por parte de las autoridades españolas hacia la promoción, financiación e implantación de las empresas españolas.

No hace falta remontarse a la malhadada “posición común”, bandera de Aznar cuando su única obsesión en política exterior era lustrarle las botas al vaquero Bush. Sus desvelos, no sólo acabaron con los tímidos intentos de los Gobiernos de Felipe González para “consolidar” posiciones en Cuba, sino que arrasaron la interlocución de España (que incluso Franco y Fraga habían mantenido) con Cuba. Se produce entonces la curiosa situación de ser las empresas y las corporaciones locales y autonómicas las que sostienen la interlocución con ese mercado natural.

Cuando Zapatero reanuda la cooperación con Cuba (lo que ya habían hecho Francia, Bélgica, Suiza, Alemania, etc.) y empiezan las “señales” desde USA de cambio de posición, aún las acciones ,es un decir, desde el PP se limitaban a “enviar” a Carromero.

Ya con el PP de nuevo en el Gobierno, y a pesar del raca-raca de FAES y Aguirre, algo parece moverse… ¡¡Margallo!!… cuando todo el mundo reevaluaba la mejor defensa de sus intereses en Cuba, nuestro Canciller gira visita… para pronunciar una conferencia en la que se dedica a “dar lecciones” de democracia… Luego se enfada cuando Raúl Castro no lo recibe… ese enfado adquiere proporciones de soberbia de prima donna ferita nel suo onore cuando, semanas después, Raúl sí recibe a Moratinos y Zapatero.

Desde entonces, para pasmo y dolor de nuestros empresarios (los que ya están y los cientos que abarrotan las jornadas de CEOE y Cámaras de Comercio ) los actos del Gobierno español se mueven entre el voluntarismo y la contumacia en el error, siempre con los mismos perjudicados, nuestros empresarios, que ya no saben a quien acudir. Incluso organizan una visita “privada” del emérito rey Juan Carlos para dinamizar la cosa. Visita que es dinamitada por… ¡¡Margallo!!

Pero algo se mueve. El Ministerío de Economía (es de justicia reconocer la labor profesional del Secretario de Estado Jaime Gª Legaz) mueve ficha: Se reanudan los créditos a la exportación, CESCE, se abre una tímida línea de ayuda a la internacionalización para Cuba, se renegocia la deuda (si, nada de esto, en vigor para toda Letam se hacía para Cuba) y, por fin, se anuncia una visita de Guindos, con una nutrida representación empresarial, con Jornadas, intercambios con Empresas cubanas, etc. La visita y el programa se cumple, pero… ¡Guindos no va! (¡ay! La crisis griega). Todavía es objeto de chanzas de sobremesa entre nuestros empresarios allá el brillante papel de su sustituto, el ínclito Soria. Nadie, ni en la parte española ni entre las empresas cubanas, es capaz de recordar que hizo supuestamente Soria en La Habana.

Y así seguimos. Margallo sigue ofendido, Rajoy ausente, y a La Habana llegan Putin, Li Jingpin, Hollande, Renzi, Peña Nieto, Sigmar Gabriel, la ONU, el Papa, Beyoncé, Mick Jagger…y Kerry. Y Facebook, Google, HBO… y los hoteles cubanos que se están construyendo los hace Bouygues y… a pesar de todo, cada vez más empresas españolas cruzan el charco a riesgo y ventura… y cierran negocios.

el ejemplo francés

Si la situación es mejorable, se toman medidas. Así, Hollande fue el primer presidente occidental en viajar a Cuba tras el acuerdo que esta suscribió con Estados Unidos para la normalización de las relaciones.

Las autoridades francesas, en su momento, no dudaron en calificar de histórica la visita, que tiene un marcado contenido económico tras el reciente acuerdo multilateral entre el país caribeño y el Club de París.

Pernod-Ricard, Accor, la citada Bouygues, Total, Alstom, Air France o Alcatel-Lucent… son muchas pero el volumen de los intercambios comerciales, de unos 180 millones de euros, todavía no está a la altura de las expectativas francesas. Por eso el objetivo es que el máximo representante del país vaya directamente.

Ayer y hoy, los empresarios españoles en Cuba (y los que quieren estar) se desayunan con las imágenes de la bandera cubana en Los Campos Elíseos, con Raúl Castro firmando contratos y fondos de inversión de empresas francesas para proyectos en Cuba y aprietan los dientes. ¡Otra vez! A remar sólos.

Claro, Cuba quiere a España, recibe a los españoles con los brazos abiertos. Sólo les extraña (te lo cuentan desde el taxista al Ministro) que España, el Gobierno de España no parezca corresponderles.

Listado completo de las empresas españolas en Cuba.

Imagen | Flickr – Nick Kenrick

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.