Todas las aerolíneas del grupo aportan mejoras de negocio en 2015. Iberia consigue multiplicar por cinco su beneficio de operaciones, hasta 247 millones.

IAG sigue tomando altura. El holding que agrupa a British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus elevó su beneficio neto hasta los 1.516 millones de euros, lo que supone un fuerte incremento del 51,1% (el beneficio atribuido fue de 1.493 millones, también con una subida notable del 51,8%).

El grupo aéreo, que completa su tercer ejercicio consecutivo con resultados en positivo, elevó sus ingresos un 13,3%, hasta los 22.858 millones. Y obtuvo un beneficio de las operaciones antes de excepcionales –un parámetro que mide más fielmente la evolución del negocio de las compañías- de 2.335 millones de euros, un 68% más que en el ejercicio anterior. Y la previsión de IAG es mantener el ritmo en 2016 y volver a elevar este año el beneficio de las operaciones con un incremento similar al de 2015.

Todas crecen

A la buena marcha de las cuentas contribuyeron en positivo todas las aerolíneas en el grupo. En términos absolutos, la que más aporta es British Airways, con un beneficio de las operaciones de 1.375 millones de libras (unos 1.745 millones de euros), un 41% más.

Pero la aerolínea que más crece, con mucha diferencia es Iberia. La antigua compañía de bandera española empieza a notar ya de manera evidente los efectos de los duros recortes aplicados en ejercicios anteriores, y consigue multiplicar por cinco el beneficio de operaciones en 2015, alcanzando los 247 millones de euros. [No obstante, resulta improbable que Iberia haya conseguido alcanzar un beneficio neto en el año, dado que aún asume los costes derivados de su proceso de reestructuración].

La también española Vueling elevó su beneficio de operaciones un 13,5%, hasta los 160 millones. Y la recién llegada al grupo, la irlandesa Aer Lingus, también obtuvo un beneficio de 124 millones, un 72% (aunque su aportación al beneficio consolidado de IAG se reduce a 35 millones, dado que la compañía se integró en el holding en agosto).

La factura del combustible sube

“Sin duda ha sido un buen año, aunque también hemos enfrentado importantes desafíos, debido a la volatilidad extrema en los mercados de divisas y del combustible. Los beneficios obtenidos por el abaratamiento del combustible se han visto parcialmente contrarrestados por la fortaleza del dólar estadounidense”, subraya el consejero delegado de IAG, Willie Walsh.

Y es que, a pesar del desplome de los precios del petróleo (no tanto los del combustible), la factura de carburante de IAG creció un 1,6%, hasta superar los 6.000 millones de euros. Sin embargo, a tipos de cambio constantes y en una base unitaria, los gastos de combustible se habrían reducido más de un 17%, gracias al abaratamiento del crudo, a los contratos de cobertura y a la mayor eficiencia en el consumo de los nuevos aviones.

El incremento de los gastos de combustible también es consecuencia directa del aumento de la oferta de vuelos de las aerolíneas de IAG en 2015. La capacidad, medida de asientos por kilómetro ofertados (ASK), creció un 8,2% en conjunto. Pero se vio correspondida con creces por un incremento del 9,6% de la demanda, medida en pasajero por kilómetro transportados (PKT).

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