Rethinking y Greenpeace han elaborado un nuevo informe sobre generación, recogida y reciclaje de envases domésticos en todo el territorio estatal. Entre sus principales conclusiones, se pone de manifiesto «que el porcentaje de envases reciclados está falseado, pues existe un número mayor de envases consumidos en España del que manifiestan los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), fundamentalmente Ecoembes y Ecovidrio, que son las entidades encargadas de gestionar los residuos», explican.
Según declaraciones de Julio Barea, de Greenpeace: “Los datos aportados aquí demuestran otra vez las artimañas que Ecoembes usa para dejar de pagar la gestión de sus envases, llegando incluso a mentir y falsear datos. Esto repercute directamente en costos que son asumidos por la ciudadanía, como vimos en anteriores investigaciones donde estaban dejando de pagar 1.700 millones todos los años. Sólo en el caso de los envases de plástico, la diferencia entre lo declarado por Ecoembes y lo descubierto en el presente estudio es de más del 54%. Por ello, es importante que se implanten sistemas de devolución y retorno de envases que garanticen mayor recuperación e imposibiliten el fraude”.
Un porcentaje de reciclado real más bajo que el porcentaje oficial
Según las organizaciones «si atendemos al porcentaje de los envases recuperados sobre la producción total de envases para cada material, se obtienen diferencias muy significativas entre los datos aportados por Ecoembes y Ecovidrio y los estimados en este estudio. En términos globales, los datos aportados por estos SCRAP’s sitúan la recuperación (reciclado) en el 76,6%, mientras que en este estudio se estima que este porcentaje sólo alcanza el 45,2%».
Dicen que son «especialmente significativas las discrepancias con los datos publicados por Ecoembes. Mientras que Ecoembes habla de un porcentaje de reciclado de envases del 84,4%, el presente estudio reduce este porcentaje al 37,3%».
Para el caso de los envases plásticos, «Ecoembes establece un 89,2 % de recuperación, mientras que en este estudio ese porcentaje desciende al 34,8 %. En el caso de los envases metálicos, el porcentaje de recuperación según Ecoembes es del 85,8 %, mientras que en el estudio sólo alcanza el 46,6 %. Las diferencias son mayores para el caso de los briks, con un 91,8 % según Ecoembes, frente al 39,7 % en el estudio. Asimismo, la recuperación de papel-cartón alcanza, según datos de Ecoembes, el 78,8 %, frente al 37,7 % en el estudio».
En cuanto a la recuperación de envases de vidrio, es la que presenta resultados más próximos entre el dato aportado por Ecovidrio, con un 66,2 %, frente al 60,7 % obtenido en este estudio.
Lo peor de todo -dicen las organizaciones-«es que la mayor cantidad de estos envases domésticos se siguen encontrando dentro de la fracción resto -cubo de gris o de mezcla-, esto es, fuera del cubo amarillo y del verde del vidrio, por lo que no se cumplen los objetos de recogida selectiva marcados por la actual Ley de Residuos. Esto demuestra que el sistema de contenedores tocó techo hace décadas».
Para Francisco Peula, presidente de Rethinking, “la automatización de las plantas de tratamiento de la fracción resto, junto a los estudios de caracterizaciones llevados a cabo por las Administraciones Públicas, están sacando a la luz la ingente cantidad de envases que contiene esta fracción de residuos municipales, lo que implica una generación de residuos de envases domésticos muy superior a la reconocida hasta la fecha por Ecoembes. Esto constata que el modelo de gestión de envases, en vigor durante los últimos 25 años, está ya agotado. En el futuro habrá que apostar por recogidas puerta a puerta y sistemas de depósito, devolución y retorno, si de verdad se quieren alcanzar los objetivos legislativos”.
La ambigüedad de la Ley de Residuos
Por otro lado, la aplicación del nuevo método de cálculo para el reciclado de envases, que marca la recién aprobada Ley de Residuos, «conlleva una disminución sustancial de los datos de envases reciclados y publicados hasta la fecha. Esto provoca el incumplimiento de los objetivos normativos establecidos para el reciclado de estos envases. En definitiva, hay muchos más envases de los que se declaran, se recogen mal y se reciclan poco y con mala calidad», concluyen.