Cada persona en España consume unos 860 gramos de carne a la semana, muy por encima de lo que recomienda la ciencia para una alimentación sana.

Apesar de la satisfacción con que ha sido recibido, en el seno de Greenpeace, el proyecto de Real Decreto por el cual el Ministerio de Consumo pretende fomentar una alimentación sana y sostenible entre los escolares, la organización ha señalado que ante la crisis ambiental es necesaria «una mayor ambición en esta normativa». Y por ello presentará sus aportaciones dentro del plazo establecido.

«La propuesta de Real Decreto es algo que Greenpeace viene demandando desde hace varios años”, ha declarado Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería de Greenpeace España. “Sin embargo, es también una excelente oportunidad, que no podemos perder, para adecuar nuestra alimentación a lo que exige la ciencia para respetar los límites planetarios” concluye.

El texto actual del proyecto de Real Decreto establece que se podrán ofrecer en los menús escolares un máximo de tres raciones semanales de carne, pudiendo ser una de ellas de carne roja. Pese a que es «un paso importante», desde Greenpeace consideran que sigue siendo demasiado y recuerdan «que la inmensa mayoría de los niños y niñas que comen en los comedores escolares, vuelven a comer carne en sus casas alguna vez para cenar y también en los fines de semana, por lo que estarían consumiendo carne por encima de sus necesidades nutricionales y por encima de las posibilidades del planeta«.

La compra pública para impulsar la agricultura ecológica

Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada persona en España consume unos 860 gramos de carne a la semana, muy por encima de lo que recomienda la ciencia para una alimentación sana y sostenible, que son unos 300 gramos a la semana. Además, el dato que ofrece el Ministerio de Agricultura no contempla, por ejemplo, el consumo en los comedores escolares.

Por otro lado, observan que el texto pide que «al menos un 5% del total de alimentos ofertados sean de producción ecológica«, lo que definen como «un mínimo demasiado bajo». Y argumentan que la compra pública de alimentos, y en particular los menús escolares, «es una excelente herramienta para hacer despegar la agricultura ecológica en España y permitir que cumplamos la exigencia de alcanzar el objetivo de que un 25% de la superficie agrícola sea de producción ecológica para 2030, como marcan las estrategias europeas de Biodiversidad y De la Granja a la Mesa».

Transición agrícola hacia un modelo más respetuoso

Creen que una mayor demanda alentará al sector agrícola a hacer una transición más rápida hacia un modelo de agricultura más respetuoso con el medio ambiente. Por esta razón piden que el texto contemple, por un lado, «que se van a mantener los primeros platos como están y que en los segundos se establezca la siguiente oferta semanal: una ración de carne, otra de pescado, otra de huevo y dos de proteínas de origen vegetal (legumbres). La carne roja sólo se podrá ofrecer una vez al mes y debe prohibirse la oferta de carne procesada». Y por otro, que se garantice que, para 2025, «al menos un 50% de los alimentos ofrecidos sean ecológicos. Un 90% para 2030».

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