El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha condenado «la grave escalada que representa el ataque a gran escala lanzado contra Israel por la República Islámica de Irán».
Irán lanzó más de 200 drones y misiles como represalia por un mortífero ataque aéreo israelí hace quince días, pero un portavoz del Ejército israelí ha señalado que la mayoría de las amenazas aéreas habían sido interceptadas.
La operación iraní se produce tras el reciente ataque israelí contra su embajada en Damasco, según las autoridades de Teherán, que han invocado el derecho a la legítima defensa para justificar acción.
«Hago un llamamiento al cese inmediato de estas hostilidades», ha dicho el responsable de la ONU en declaraciones a la prensa.
Guterres se ha mostrado «profundamente alarmado por el peligro muy real de una escalada devastadora en toda la región» y ha instado a todas las partes a ejercer «la máxima moderación para evitar cualquier acción que pueda conducir a grandes enfrentamientos militares en varios frentes de Oriente Medio».
Ha recalcado, una vez más, que «ni la región ni el mundo pueden permitirse otra guerra«.
El presidente de la Asamblea General expresa su preocupación
Por su parte, el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Dennis Francis, también se ha declarado «profundamente preocupado por los acontecimientos en Oriente Medio relacionados con el lanzamiento por Irán de aviones no tripulados y misiles contra Israel» y ha señalado en un comunicado que «los iraníes explicaron su acción en el contexto del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, tras el reciente ataque israelí contra la embajada iraní en Damasco».
Sin embargo, considera que «la respuesta iraní agrava la ya tensa y delicada situación de paz y seguridad en Oriente Medio».
Francis ha pedido a todas las partes «la máxima moderación para evitar una nueva escalada de tensiones en la región. Este es un momento que exige un juicio sabio y prudente, en el que se consideren cuidadosamente los riesgos».
El presidente de la Asamblea General confía en que las autoridades iraníes «cumplan su palabra de que, con su actuación, el asunto puede considerarse zanjado. Un círculo vicioso de ataques y contraataques no llevará a ninguna parte, sino inevitablemente a más muerte, sufrimiento y dolor. El diálogo y la diplomacia son la única vía para resolver las disputas por medios pacíficos».