Hace tiempo que el fabricante español de móviles BQ podría tener en el mercado varios dispositivos de gama alta. Tiene tecnología suficiente. Al menos, tienen hueco en ese híbrido media-alta donde se situaron mucho tiempo las tecnológicas chinas. Pero no. Siempre ha decidido que su lugar es aquel donde se venden los móviles en las tiendas. El boca-oreja continúa siendo su mejor marketing.

Por este motivo, los últimos terminales que sacará al mercado BQ siguen esta dinámica. Sin haber tenido noticas suyas en el pasado ‘Mobile World Congress’ de Barcelona, la compañía ha esperado unos días después -y justo unos días antes de la llegada del Galaxy S8- para anunciar cómo presentará batalla hasta final de año.

Cuando todavía faltan por conocerse los datos precisos de venta y cuota de mercado de la pasada campaña de Navidad, en el último tramo de 2016 BQ presentó un buen comportamiento. Al menos consiguió romper la racha negativa que tenía desde la primavera del pasado año.

Así, por el momento la estrategia será la misma. Estrenará dos móviles en mayo y junio, respectivamente, con unos precios de 279 euros y 399€. Se trata del BQ Aquaris X, con pantalla de 5,2 pulgadas, cámara trasera de 16 MP, memoria de 32 GB y RAM de 3 GB. Tendrá un procesador Qualcomm Snapdragon 626. El de mayor precio será el BQ Aquaris X Pro, también de 5,2 pulgadas de pantalla, 12 MP de cámara y 128 GB (4 GB de RAM y mismo procesador) en la versión más cara de los 399 euros antes mencionados.

¿Por qué BQ tiene que sacar móviles que se vendan?

Sí, puede resultar una estúpida paradoja. Es decir, ningún fabricante lanza al mercado un móvil que no sea para venderlo. Pero algunas compañías han manifestado que los terminales caros, los de gama alta que cuestan más de 700 euros, al final son dispositivos aspiracionales para posicionar la marca. Luego ya harán negocio vendiendo los de 100-200-300 euros.

En este caso, BQ va directamente ahí. Quiere que cuando alguien haga la pregunta «qué móvil me compro», la respuesta sea «los BQ son baratos y salen bien». Ese es su negocio. Por eso no entra en guerras con fabricantes que, además, pueden estar en el mercado con precios por debajo de coste.

Y luego no hay que olvidar que BQ, en estos momentos, está al margen de los operadores de telefonía, que siguen siendo un gran baluarte en las ventas. Por ejemplo, de Movistar salió el verano pasado, en Vodafone tiene una presencia testimonial y en Orange no recomiendan sus dispositivos para nuevas altas móviles. Por lo tanto, su potencial está en la venta directa, en los lineales online y físicos de las tiendas de distribución.

La incógnita de BQ para 2017

Durante la presentación ante la prensa de los dos nuevos móviles que llegarán en mayo y junio, BQ prefirió guardar silencio sobre su salud financiera y laboral. Precisó que no era el momento de hablar sobre este asunto. Por lo tanto, habrá que esperar a que la compañía concrete los datos económicos de 2016 para saber con qué fuerza de inversión cuenta este año.

En ese sentido, su director adjunto, Rodrigo del Prado, aseguró que estos dos terminales han sido los que mayor inversión en I+D han tenido en la historia de BQ. Además, dejó entrever que el año pasado pudo ser mejorable, básicamente porque lanzó un mensaje de esperanza deseando que este ejercicio fuese mejor.

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