Unamuno, a la salida del acto en el que se enfrentó a Millán Astray

Unamuno se enfrentó a los fascistas de Millán-Astray en la Universidad de Salamanca con aquella frase para la historia: “Venceréis, pero no convenceréis”. Los falangistas se levantaron, brazo en alto, y denigraron al eminente profesor. Hoy, Santiago Abascal, líder de la nueva extrema derecha española, repite la escena a su manera (solo le falta decir muera la inteligencia, viva la muerte) también en otro incidente a propósito de la centenaria universidad.

El jefe de Vox ha acusado de “totalitarismo” al campus salmantino, a lo que el rector le ha respondido: “Demuestra una irresponsable ignorancia”. Una vez más, la dureza del ultrapatriota frente a la calma y el aplomo del intelectual que es superior moral y mentalmente.

Según informa eldiario.es, Abascal cree que la universidad es “una máquina de censura, coacción, adoctrinamiento y antisemitismo” al igual que otras universidades históricas como “Bolonia o Harvard”. El líder del partido de extrema derecha participaba en Washington en la Conferencia Política Acción Conservadora (CPAC), la principal cita del movimiento conservador de Estados Unidos, en la que también tomaron parte los presidentes de Argentina y El Salvador, Javier Milei y Nayib Bukele, entre otros. El líder de Vox se reunió durante un cuarto de hora con el expresidente de los EE.UU, Donald Trump, anfitrión del evento.

“Queremos universidades que sean templos del saber, de la libertad de pensamiento, de la transmisión de conocimiento, y no queremos comisarios perturbados que inventen géneros, que perviertan la inocencia de los menores, que reescriban la historia o que promuevan ideologías criminales”, aseguró. El bulo, la patraña, la superchería política y de la otra, el mundo al revés, todo eso es el ultranacionalismo de corte fascista. Según el citado diario, Abascal ha acusado a las universidades de ser “la punta de lanza del totalitarismo que viene”. “Le han declarado la guerra al sentido común, la verdad, el lenguaje y a la biología”, ha afeado a las instituciones universitarias, que “ayer”, dice, constituían “un espacio de libertad frente al autoritarismo del poder”. No se pueden decir más patochadas en tan poco tiempo y con tan pocas palabras.

Tenía que estar allí un hombre íntegro y valiente para poner las cosas en su sitio. El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, hizo las veces de Unamuno, salvando las distancias, al acusar al ultra de tener “una irresponsable ignorancia” sobre la vida institucional de las universidades. “Quien insulta desde la falta de información a nuestra universidad, al fin, demuestra poco aprecio por la imagen internacional de España”, reprochó en un comunicado. Rivero defendió a las instituciones universitarias españolas más antiguas ante los “ataques” del nuevo fascismo posmoderno y recordó que todo el personal ha demostrado “su dedicación al saber, la creación y transmisión de conocimiento y servicio a la sociedad”. “Las más diversas opiniones y puntos de vista se expresan todos los días respetando los principios del respeto a las personas, la democracia, el pluralismo y la defensa de la Constitución”, alegó. Hermosas palabras que no entenderá un negacionista de la ciencia.

“El portavoz del Partido Popular en las Cortes de Castilla y León, que preside Vox, ha asegurado en rueda de prensa no haber oído las palabras de Abascal, con quien –asegura– no gobiernan. Lo cierto es que PP y Vox gobiernan en coalición en la Junta de Castilla y León desde 2022”, recuerda el citado diario. “Pienso lo mismo que toda la comunidad educativa de Salamanca y Castilla y León. Es una barbaridad”, aseguró Raúl de la Hoz ante los medios después de la celebración del Estatuto de Autonomía celebrado el pasado lunes en las Cortes de Castilla y León.

El Grupo Parlamentario Vox en las Cortes de Castilla y León ha respaldado a Abascal y ha achacado su estrambótico discurso al acto de homenaje y distinción que esta institución hizo recientemente al presidente colombiano Gustavo Petro. En declaraciones a Efe, el portavoz del Grupo Vox en el parlamento, Carlos Menéndez, subrayó que las críticas hacen referencia “a la situación actual de determinadas instituciones académicas como la Universidad de Salamanca”.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, también acabó pronunciándose con una de sus piruetas retóricas contradictorias. La doble moral de ir de demócrata después de abrir el camino a las instituciones a la extrema derecha de Vox. “Nadie puede hablar así de nuestra universidad”, dijo. “Es lamentable. La reputación de la Universidad de Salamanca está por encima de valoraciones políticas”, añadió. “Las declaraciones del señor Santiago Abascal en la conferencia política de acción conservadora atacan a la primera universidad española, la más antigua y constante en la reivindicación de los valores académicos: dedicación al saber, creación y transmisión de conocimiento y servicio a la sociedad”. ¿Se puede ser más voluble y cínico?

El 12 de octubre de 1936, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, ocurrió un incidente que pasó a la historia. La libertad frente al fascismo cara a cara; la razón frente a la sinrazón; la paz y la palabra frente a la barbarie y la violencia. El entonces rector, el filósofo Miguel de Unamuno, uno de los más relevantes miembros de la generación del 98, se enfrentó abiertamente al golpista José Millán-Astray, uno de los generales que estaban al lado de Franco y el hombre que acabó creando la Legión española. La historia primero ocurre como tragedia, después como farsa. Ya lo dijo Marx.

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