Estos últimos días estamos escuchando hablar sobre la emergencia que sufren los océanos y los mares, en el transcurso de la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas que se está celebrando en Lisboa. Un evento con grandes expertos en la temática que ya llevan tiempo avisando. A ellos, les acompañan numerosos políticos y dirigentes de alcance mundial, los cuales dicen que están preocupados.
Los océanos reciben aproximadamente entre 8 y 13 millones de toneladas de residuos plásticos al año que dañan a la biodiversidad y ecosistemas marinos. Si seguimos con el ritmo actual, en 2050 habrá más plástico que peces en las aguas del mundo, donde la contaminación de este tipo ocasiona cada año la muerte de 100.000 especies marinas.
La concienciación sobre su grave estado es esencial. ¿Pero y la acción? España es el segundo país que más plástico vierte al Mediterráneo y el cuarto país de la UE que más plástico consume. La mitad acaba en vertederos y en los países del sud global. Una tortuga de cada dos ha ingerido plástico en el Mediterráneo. Y más del 90% de las aves marinas tienen fragmentos de plásticos en su estómago.
Estas cifras son tristes, desoladoras y desesperantes. Pero hay que decirlas. ¿Dónde están los compromisos? Los discursos ya no nos sirven, queremos medidas en un papel y con sus fechas de ejecución. Porque, efectivamente, el tiempo se acaba. Tenemos los datos, tenemos los recursos y tenemos las herramientas. ¿A qué esperan?
Necesitamos actuaciones como las que se están desarrollando en República Dominicana, por ejemplo. Después del asesinato del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, el gobierno no se ha acobardado y sigue trabajando con determinación para salvar las fuentes de vida. De hecho, República Dominicana ha sido designada vicepresidenta de esta Cumbre por los grandes esfuerzos y avances que están llevando a cabo.
El presupuesto del Gobierno para la protección del medio ambiente ha aumentado de menos de 2 millones de pesos a 11 millones. Además, se creará un área de conservación marina binacional, junto con Colombia, que protegerá el 30% de las aguas del país. El sueño de Orlando Jorge Mera, se cumplirá.
Por todo este trabajo, los XXIX Premis Ones Mediterrània reconocerán este compromiso con el medio ambiente tan necesario y urgente.
Los países del norte global, a los que tanto nos gusta nombrarnos desarrollados, deberíamos tomar ejemplo. Dejar las palabras, y pasar a la actuación. Necesitamos legislación, políticas y, sobre todo, educación.
