Alberto Núñez-Feijóo

En el panorama político actual, donde la transparencia y la veracidad deberían ser fundamentales, las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo en plena campaña electoral en Galicia destacan como ejemplo claro de la brecha entre la retórica y la realidad. Al presumir de logros en su gestión en Galicia, que ni tal cosa, Feijóo obvia las áreas donde su administración no solo ha fallado en alcanzar las metas prometidas, sino que, en algunos casos, ha exacerbado problemas preexistentes.

La falsa vanguardia de la igualdad y el apoyo familiar

Feijóo se jacta de posicionar a Galicia como un modelo de políticas de igualdad y apoyo a las familias, destacando medidas como la congelación de óvulos y la ampliación de la reproducción asistida. La realidad sobre el terreno cuenta una historia muy diferente, donde estas políticas no alcanzan a la mayoría de la población y dejan en evidencia la falta de un enfoque integral que aborde las verdaderas necesidades de las familias gallegas.

La lucha contra la violencia machista solo en papel

La autoproclamada lucha de Feijóo contra la violencia machista en Galicia ilustra otro punto de discordancia entre sus declaraciones y la eficacia real de sus políticas. Aunque la Xunta se personifica en los procedimientos judiciales, esta acción queda corta frente a la necesidad de medidas preventivas, educativas y de apoyo integral a las víctimas.

Más allá de las declaraciones y las leyes promulgadas, la efectividad de las políticas de género bajo la administración de Feijóo en Galicia choca contra una pared de realidad: la falta de presupuesto específico. Este vacío en la asignación de recursos no solo cuestiona la seriedad del compromiso con la igualdad de género, sino que también revela un escenario de postureo político, donde las medidas anunciadas se quedan cortas en su aplicación práctica. La distancia entre las promesas y las acciones concretas pone en evidencia una gestión que, en materia de género, se conforma con el mínimo esfuerzo, dejando a un lado las necesidades reales y urgentes de las mujeres en Galicia.

Economía y fiscalidad: la crítica sin propuesta

Al criticar el incremento del IPC y la política fiscal, Feijóo olvida convenientemente mencionar las limitaciones y los fallos de su propia gestión en mitigar el impacto económico en las familias más vulnerables, y concretamente en las zonas rurales donde las ha, literalemente, abandonado en materias tan serias como la Sanidad con el cierre sistemático de centros de salud. Este enfoque selectivo ignora la complejidad de los desafíos económicos y ofrece críticas sin el respaldo de propuestas concretas que mejoren la situación de los gallegos.

La política de principios, evidentemente inalcanzada

A pesar de que Feijóo proclama una política basada en la honestidad y en el esfuerzo por reducir la pobreza, los hechos observados durante su gestión y, más acusadamente en las últimas horas de la campaña electoral, ponen en jaque la veracidad de tales afirmaciones.

La transparencia ha sido un aspecto recurrentemente cuestionado durante su mandato en la Xunta y también después y, la persistencia de la pobreza en áreas significativas de Galicia se erige como testimonio mudo de las discrepancias entre lo prometido y lo realizado.

La contradicción entre sus declaraciones de integridad y la realidad de sus acciones ha quedado manifiestamente expuesta ante el escrutinio público, evidenciando una práctica de deshonestidad que se aleja de los principios que asegura defender. Resulta irónico, si no directamente increíble, que Feijóo hable de no mentir, cuando su historial reciente, y no tanto, está marcado por una serie continua de falsedades.

La necesidad de un cambio real

Las afirmaciones de Feijóo sobre su gestión en Galicia desvelan una desconexión absoluta entre la retórica política y la realidad de sus políticas. Mientras se enaltece un supuesto modelo de éxito, las áreas críticas de igualdad, apoyo familiar, lucha contra la violencia machista, reto demográfico y gestión económica y fiscal claman por un enfoque más honesto y efectivo.

Galicia merece una gestión que no solo prometa, sino que también cumpla, priorizando el bienestar real de sus ciudadanos sobre las victorias políticas momentáneas. La crítica a Feijóo no es meramente política, sino una llamada a la reflexión sobre la necesidad de políticas que trasciendan el discurso y se materialicen en mejoras tangibles para la sociedad gallega.

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