Ciudadanos pide al PSOE «un último esfuerzo» para eliminar aforamientos, suprimir diputaciones, limitar el mandato del presidente del Gobierno, rebajar las condiciones de la ILP y despolitizar la justicia. Las cinco reformas necesitan cambiar la Carta Magna. Si los socialistas se niegan, «no habrá acuerdo».

«Un último esfuerzo». Albert Rivera admite que el pacto de Gobierno con el PSOE está «cerca» pero le falta el empujón final: abordar la reforma de la Constitución en los primeros tres meses de mandato para «cambiar cosas que no han cambiado los últimos 30 años». Son cinco reclamaciones muy concretas: eliminar el aforamiento de diputados y senadores; rebajar el mínimo de firmas para presentar una iniciativa legislativa popular (ILP) de medio millón a 250.000; despolitizar la justicia; suprimir las diputaciones; y limitar a ocho años el mandato del presidente del Gobierno.

El paquete de medidas es una línea roja para C’s. Si el PSOE no las asume, «no habrá acuerdo». Rivera ha sido muy explícito este martes desde el Congreso, donde ha comparecido para celebrar los avances de las conversaciones y reclamar ese esfuerzo final a sus interlocutores.

Son cinco puntos «esenciales para que ese Gobierno se llame reformista y se llame de cambio» y son innegociables. Por el momento, los socialistas no lo han aceptado, aunque Ciudadanos espera que en las próximas horas se avenga a ello. Sólo la supresión de las diputaciones -que el PSOE defendía en 2011- sería un obstáculo importante, a la luz del programa electoral de Sánchez. En aforamientos, reforma del Poder Judicial, flexibilización de las ILP’s o limitación de mandatos las posturas de ambos partidos son similares.

Pero el acuerdo no implicaría poder llevar a cabo esas medidas. La reforma de la Carta Magna requiere de mayorías reforzadas en las Cortes imposibles de alcanzar sin el PP. Rivera considera que hay margen para que los populares avalen esos cambios -«es necesario contar con sus siete millones de votantes»-, algunos de los cuales ya han sido defendidos por Mariano Rajoy.

En todo caso, C’s quiere que se abra de verdad el melón constitucional para que todas las fuerzas se tengan que mojar: «El PP tendrá que votar y decir si está de acuerdo». Esta tarde el partido naranja y el de Rajoy se reúnen en el Congreso para hablar de programa de Gobierno.

Rivera ha escenificado el intento «por desencallar» el diálogo con el PSOE, muy avanzado en el resto de materias. Si esa «diferencia» se acaba salvando, C’s convocará a su Ejecutiva y se planteará votar a favor del candidato socialista en la investidura. Ninguna de las cinco reivindicaciones son inasumibles tampoco por las fuerzas de izquierda con las que Sánchez negocia en paralelo. Ese diálogo desdoblado condiciona las maniobras del equipo socialista, que confía en llegar a sendos acuerdos por separado -con Ciudadanos y con la izquierda- que le hagan presidente.

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