La CNMC ha sancionado a Renfe y a Deutsche Bahn a 75,6millones de euros de multa (64.9 millones de euros al primero y 10,7 para el segundo), por llegar a acuerdos para colocar a ambos grupos como preferenciales frente a la competencia. Además les acusa de realizar una discriminación comercial abusiva a las empresas miembros de la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP).
Gracias a este acuerdo, ambos grupos pudieron mantener casi invariablemente el statu quo preexistente a la liberalización del sector de transporte de mercancías por ferrocarril en España.
Por ejemplo, cuando Renfe trataba con Transfesa (cuyo accionariado está compuesto por un 70% del total de acciones de Deutsche Bahn y por el 20% propiedad de Renfe), no pedía una fianza en caso de que esta no llegase a utilizar finalmente el servicio, medida que si aplicaba al resto de empresas de la competencia y a muy alto coste.
Esta situación del sector provocada por las actuaciones de Renfe entorpece el comercio entre diversos países de la Unión Europea, y limita la presión competitiva que podrían ejercer operadores internacionales en el mercado español de transporte de mercancías por ferrocarril.
Renfe Mercancias considera que la sanción de 64,9 millones, cuya facturación anual es de 215 millones es “desproporcionada, injusta e inútil”, porque las prácticas denunciadas ya han sido corregidas “voluntariamente”. Mientras, Deutsche Bahn se plantea hacer un recurso ante los tribunales españoles. El Ministro de Fomento Íñigo de la Serna, por su parte, señalaba este lunes a los medios de comunicación, que suscribía al 100 % las declaraciones del presidente de Renfe, Juan Alfaro.
El nuevo equipo de Renfe Mercancías ha diseñado una estrategia para seguir operando en un mercado liberalizado durante los próximos dos años.
Una situación confusa
Ambos grupos acaparan el 80% de la cuota de mercado del mercado ferroviario dentro de España, y en el caso de los segmentos del automóvil y el siderúrgico, las cuotas se elevan hasta el 100%. El alcance del mercado ferroviario en España es muy limitado, un 5,2% , en comparación con los ratios de Francia del 15%, o los de Alemania del 20%.
En España, el uso del camión ha ido ganando terreno al tren desde 1995, tendencia contraria a lo que sucede en el resto de Europa. Por ejemplo, en Alemania el 76% de las toneladas/kilómetro transportadas por los camiones han pasado al tren desde 1995, porque es un método más eficiente y sostenible para realizar largas distancias.
«La resolución constituye el primer precedente en nuestro país que decide imponer una sanción a Renfe, a pesar de la multitud de denuncias que se han interpuesto ante la CNMC desde que se liberalizó este mercado en el 2008», ha resaltado la AEFP, que se reunió el pasado 17 de febrero con la comisión de la competencia, a través de un comunicado.
«Estaría encantado de poder montar el camión en Almería para llegar a Alemania, sale más barato y evito problemas», pero en España se hace imposible, “Llegamos a esperar 10 horas para descargar un tren, así no se puede competir” decía Dulsé Díaz, portavoz de la Confederación Española de Transporte de Mercancíasa ElPaís, en el año 2014.
Es necesario tener un transporte ferroviario de mercancías bien engrasado para convertir a España en la puerta logística de África y América, y porque «uno de cada 10 euros del precio de los productos finales tiene que ver con la logística, debemos ser capaces de abaratar esos costes», decía el secretario de Estado de Fomento en la presentación del plan ante la Comisión de Transportes del Senado.
La práctica habitual de vender por debajo de costes ha frenado el desarrollo de los siete operadores privados, que solo han logrado el 20% de cuota de mercado en siete años.
“Crecemos teniendo que defendernos de Renfe, operador dominante que tiene muchos privilegios y, encima, pierde dinero” decía Juan Diego Pedrero, gerente de la AEFP.
Las compañías privadas españolas no tienen capacidad de inversión suficiente para comprar máquinas que cuestan unos 3 millones de euros por lo que deben alquilarlas a Renfe, “es increíble que a Renfe le sobre material y nosotros no podamos utilizarlo”.
El sector privado responsabiliza al propio Gobierno de no hacer nada para acabar con las malas prácticas que están hundiendo el sector. Añadido a los problemas de competencia, los operadores recuerdan que la apertura del mercado no se acompañó de la adaptación de las infraestructuras.