Tenso Consejo de Ministros el que se vivió ayer en el palacio de la Moncloa a poco más de dos meses para las elecciones generales. Aunque las deliberaciones son secretas, ha trascendido que el presidente del Gobierno abroncó a su equipo al comienzo de la reunión. Fuentes de la Moncloa cuentan a SABEMOS que Rajoy exigió el fin del fuego cruzado, avisó que no tolerará más salidas de tono y ordenó a todos un esfuerzo máximo para ganar las elecciones del próximo 20 de diciembre. Fue tanto el malestar creado que a la portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no le quedó otra que comprometerse ante la opinión pública a que, a partir de ahora, no habrá más broncas entre ministros.

Durante la rueda de prensa habitual de los viernes, la mayor parte de las preguntas que los periodistas dirigieron a Soraya Sáenz de Santamaría estuvieron relacionadas con los dardos lanzado entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Asuntos Exteriores, Juan Manuel García Margallo, que ayer se reencontraban en la reunión del Consejo de Ministros. En ese fuego cruzado en los medios, Montoro habló de la arrogancia intelectual de Margallo y éste respondió tachando de ágrafo a su compañero de Gabinete.

Sáenz de Santamaría eludió responder a la pregunta de si el presidente ordenó que no se repitan estos casos de descalificaciones entre miembros del Ejecutivo, a dos meses de las elecciones generales. La portavoz del Gobierno se limitó a dirigir todas sus respuestas hacia el mismo argumento: “Los ministros tienen el mandato de Mariano Rajoy de trabajar hasta el final de la legislatura, porque están centrados en el crecimiento económico y no tienen tiempo para otro tipo de disquisiciones, que espero que no haya y no habrá más”.

Tras asegurar que el Consejo de Ministros ha trabajado como siempre, con intensidad -“hasta ahí podíamos llegar», dijo en un tono airado-, la vicepresidenta trató de quitar hierro a la cuestión al asegurar que lo importante de los ministros no son tanto sus reflexiones, sino sus decisiones. “Y las de este Gobierno y sus ministros han contribuido a mejorar la situación económica de España, a afrontar la recuperación. A eso nos dedicamos”, aseguró visiblemente incómoda ante la reiteración de preguntas sobre el mismo asunto.

Las fuentes de la Moncloa consultadas por SABEMOS aseguran que el rapapolvo de Rajoy a sus ministros fue intenso, aunque sin alzar la voz, algo consustancial al carácter del presidente del Gobierno. Consciente de que el fuego cruzado hace un daño brutal a la imagen el Gobierno, el jefe del Ejecutivo quiere a toda costa recuperar de inmediato la iniciativa política. Eso sí, sin salirse de la estrategia establecida para volver a ganar las elecciones generales.

Los candidatos a la sucesión mueven ficha

Y en sus planes no entran ciertos movimientos de sectores próximos a los candidatos que se postulan para ocupar su puesto en caso de que vengan mal dadas durante el 20-D. Las fuentes consultadas hacen saber a este periódico digital que Rajoy no está molesto pero sí sorprendido con la irrupción en la prensa internacional del debate sobre la carrera sucesoria, cuando ni siquiera ha llegado la cita con las urnas.

Se refieren las fuentes al artículo sumamente elogioso que el influyente Financial Times dedicó el jueves a Soraya Sáenz de Santamaría. El diario referente de las élites económicas en el mundo definía a la vicepresidenta como la cara aceptable de un gobierno que, a menudo, lucha por conectar con los votantes y un contrapeso tecnocrático frente a los pesos pesados del partido que controlarían, si no fuera por ella, el Ejecutivo.

También sorprende que una de las principales fuentes del artículo sea un banquero anónimo, que define a Sáenz de Santamaría como “la persona clave a la que acuden todos los líderes empresariales españoles, porque les gusta su capacidad para resolver problemas”.

Y es que, según Financial Times, “nada se le resiste a la vicepresidenta del Gobierno”. La situación de los refugiados, la crisis del ébola, la reforma del sector público… “En los momentos de alta tensión, Rajoy siempre decide apoyarse en un proceder muy familiar: entregarle todo el dossier de cualquier problema” a la número dos del Ejecutivo.

Lo que no refiere el prestigioso diario es que Sáenz de Santamaría no cuenta con el apoyo del PP para aspirar con garantías a la sucesión. Fuentes del partido consultadas por SABEMOS dejaban claro el malestar entre muchos dirigentes populares por lo que consideran una campaña internacional en toda regla de la vicepresidenta en la carrera sucesoria.

“A poco más de dos meses de las elecciones generales, cuando todos deberíamos remar en la misma dirección, ella sólo busca su beneficio personal”, sostiene un veterano parlamentario del PP que habitualmente se muestra muy crítico con el proceder de la número dos del Gobierno. Ese diputado y otros varios reprochan a la portavoz del Ejecutivo haber pasado de perfil en los casos Gurtel, Bárcenas y Púnica, derivando siempre la responsabilidad a la sede de la calle Génova.

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