El partido de Pablo Iglesias recupera en su discurso la apuesta por un proceso constituyente, la banca pública o las nacionalizaciones en sectores estratégicos. Otorga a Monedero un papel protagonista en la campaña del 20-D y marca distancias con la Monarquía tras caer al cuarto puesto en las encuestas. Propone una renta garantizada de 600 euros para personas sin ingresos y un complemento salarial para quien cobre menos de 900.

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. La clásica cita de Einstein que a menudo reproducen los partidos emergentes en sus discursos guía ahora más que nunca los pasos de Podemos. El partido de Pablo Iglesias está en una situación delicada, tras el batacazo de las elecciones catalanas, el retroceso que detectan todas las encuestas y lo malparado que salió su líder del cara a cara con Albert Rivera. Para revertir la tendencia, la formación ha decidido cambiar de rumbo y recuperar algunos de los postulados que dieron protagonismo al proyecto en la primavera de 2014 y que fueron olvidados.

La pregunta se la hizo el periodista Hilario Pino al propio Iglesias hace diez días en La Sexta Noche: «¿Necesitan un cambio de estrategia?». El eurodiputado, que 24 horas antes había grabado el debate con Rivera, no respondió directamente y se limitó a subrayar que su partido había nacido «para ganar» las generales. Asimismo, y como ha hecho en otras ocasiones, reconoció el viraje al centro protagonizado en el último año y medio, aquel que le funcionó antes de que su liderazgo diera síntomas de debilidad y de que emergiera Ciudadanos, pero le restó importancia, atribuyéndolo a las consecuencias de crecer mucho en poco tiempo.

Hacía tiempo que las bases reclamaban por cauces internos la recuperación de las propuestas de las europeas

Sin embargo, lo cierto es que la formación ha evidenciado últimamente una vuelta a las esencias que tendrá su reflejo en el programa de las generales, a presentar próximamente. Es algo que las bases venían reclamando desde hace tiempo: recuperar la apuesta por la banca pública, las nacionalizaciones, la ruptura con el régimen del 78, la rebaja de la edad de jubilación, la reducción de la jornada laboral, la elección en las urnas del Jefe del Estado… Las cuestiones en que Podemos llevaba meses moderándose, bien evitando toda referencia a ellas o bien cambiando diametralmente de criterio.

«Podemos es un partido que paga carísimo no ser él mismo», diagnosticó Juan Carlos Monedero tras las elecciones catalanas. Hasta su dimisión en abril, el profesor y cofundador del partido morado se había encargado del área de Programa y Proceso Constituyente, secretaría que no fue ocupada por otro miembro tras su marcha. En lugar de ello, esas competencias pasaron a ser de Carolina Bescansa, que ya estaba al frente de Análisis Político y Social. En la práctica fue la demostración de que Podemos no otorgaba tanta importancia a la elaboración de una nueva Constitución como en sus inicios.

Monedero vuelve a ser escuchado

Pero ahora se ha vuelto a retocar el discurso, reivindicando de nuevo otra Carta Magna acorde a la España de 2015. El propio Monedero -que vuelve a ser muy escuchado- le pidió a Iglesias un compromiso firme con ello en el programa antes citado: «¿Estás de acuerdo conmigo en que no se puede reinventar la democracia sin realmente ir a un proceso constituyente en España?» La respuesta del secretario general fue cristalina: «Estoy de acuerdo contigo».

Antes de eso, Iglesias había apostado sin ambigüedades por que el Jefe del Estado sea elegido en las urnas, acentuando un distanciamiento con la Monarquía que mostró al no acudir a la recepción del 12-O y al criticar el discurso de Felipe VI en el Parlamento Europeo el día 7. Nada que ver con el compadreo con que en abril le regaló Juego de Tronos en su anterior visita a la Eurocámara. Además, Monedero recordó a su secretario general que «tenemos que recuperar un cierto contacto con nuestras bases», en la línea de críticas anteriores, y le arrancó el compromiso de reivindicar la banca pública o auditorías ciudadanas, entre otras cosas «que están en el ADN» del proyecto. «Tienes más razón que un santo, Juan Carlos», le concedió Iglesias.

«Tienes más razón que un santo», le dijo Iglesias a Monedero cuando éste le pidió que escuchara a la militancia

A cambio, el líder de Podemos pidió a Monedero ayuda para la campaña, implicación para volver a ilusionar a las bases -«a ti la gente en los círculos te adora», «tienes un tipo de feeling y de cercanía con la gente muy especial y lo necesitamos para ganar las elecciones»-, cosa que este aceptó de inmediato. El recobrado protagonismo del exnúmero tres es otra prueba de la vuelta a las esencias para recuperar el terreno perdido, maniobra que también se dejó notar en el debate de Salvados.

Allí defendió Iglesias de nuevo bajar la edad de jubilación y dejó la puerta abierta a nacionalizar empresas privadas. «Pregúntale a los franceses si tener una compañía eléctrica pública es obsoleto», le dijo al líder de Ciudadanos cuando éste le afeó que expropiar compañías es una medida trasnochada y fracasada. Iglesias lo defendió para casos en que se detecten abusos, como a su juicio ocurre en el sector eléctrico con «el sistema de subastas», y recordó que la Constitución dice que «ciertos sectores estratégicos de la economía podrían tener propiedad pública».

Las nacionalizaciones fueron precisamente uno de los puntos donde Alberto Garzón encontró discrepancias programáticas con el partido del círculo cuando negociaba la confluencia, mostrándose dispuesto a ceder para superarlo. Ahora que cada uno irá por su cuenta y Garzón amenaza con seducir a parte del electorado izquierdista desencantado con Podemos, Iglesias vuelve a plantear expropiaciones.

Renta de 600 euros

En cuanto a la renta básica, otrora medida estrella del partido morado, se ha pasado de defenderla para todo ciudadano «por el mero hecho de serlo» a enterrarla para ahora volver a hablar de ella como meta final. «Asumiremos la renta básica como un objetivo, pero estableceremos mecanismos para llegar a ella», declaró Iglesias el domingo en entrevista con El Huffington Post. Ya hasta Monedero asume que no se puede implementar «en dos, tres o cuatro años», por lo que la propuesta se ha matizado hasta quedarse en una renta de 600 euros para las personas sin ingresos.

Podemos llevará en el programa un «plan de rentas» que tendría un coste de más de 15.000 millones de euros

El propio líder del partido anunció ayer en Facebook su intención de impulsar esa medida, un «plan de rentas» que tendría un coste de 15.158 millones de euros y perseguiría la «pobreza cero». Además de esa paga para gente sin ingresos, establecería una «renta complementaria» para los trabajadores que cobren menos de 900 euros al mes. La propuesta, que recuerda al complemento salarial prometido por Ciudadanos, deberá ser validada por los simpatizantes de la formación y se financiaría con «los ingresos de la reforma fiscal, la lucha contra el fraude y la relajación en el pago del déficit; proponemos suavizar la senda de reducción del déficit ahora prevista, condicionándola al cumplimiento de otros objetivos como la reducción del desempleo».

Sin querer decirlo con esas palabras, el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, había defendido por la mañana el viraje izquierdista del programa electoral. «No hay ningún partido que diga que va a subir el salario mínimo a 800 euros«, defendió, como tampoco lo hay que quiera «prohibir las puertas giratorias» o impedir que las eléctricas «corten la luz» a familias sin recursos. ¿Será entonces un compendio de medidas más radicales que las de las autonómicas? «Eso lo dirán los ciudadanos». Pascual también despejó las dudas sobre el liderazgo de un Iglesias que últimamente da demasiadas muestras de agotamiento. Que esté cansado no quiere decir que se esté pensando en un relevo, indicó, pensar en eso es «ridículo».

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