Podemos tiene más prisas que el PSOE por cerrar todas las nucleares del país y no quiere esperar a que las centrales cumplan 40 años, sino clausurarlas todas cuando expire sus licencias actuales. España se quedaría sin ninguna central operativa en 2024.

Más renovables, nada de nucleares, atar en corto las retribuciones a las eléctricas, lucha contra la pobreza energética y un macroplan de eficiencia y ahorro. Son las bases del programa de transición con el que Podemos quiere impulsar a largo plazo un nuevo modelo energético para España. Y su idea es dedicarle un 1,5% del PIB nacional (unos 15.600 millones) de manera sostenida durante los próximos 20 años para alcanzar los objetivos.

La puesta de largo del programa energético de Podemos ha corrido a cargo del propio Pablo Iglesias, su secretario general, de Juan José Uralde, líder de Equo y candidato de Podemos por Álava (y también exdirector de Greenpeace en España), y Marta Victoria, coordinadora del grupo Nuevo Modelo Energético del partido morado.

Podemos quiere convertir a las renovables en el “centro del sistema energético” del país, como única vía para cumplir con los compromisos europeos contra el cambio climático y recortar la dependencia con el exterior en combustibles fósiles, y potenciar el autoconsumo eléctrico de ciudadanos y empresas derogando el impuesto al sol que acaba de aprobar el Gobierno e impulsando un sistema en que se compense a los hogares por la electricidad que vierte a la red y sólo pague por la diferencia con lo que absorbe de ella (balance neto).

Podemos propone también un macroplan que contemple la rehabilitación de 200.000 viviendas al año para mejorar su eficiencia energética, con el que se podría crear –según sus propias estimaciones- unos 400.000 empleos. Y el partido de Iglesias también quiere recuperar la gestión pública de las hidroeléctricas para que su uso sirva como respaldo de sistema durante los picos de demanda y evitar así la utilización “especulativa” que hoy hacen las eléctricas.

Y todo ello se pagaría con el recorte de las “sobrerretribuciones” millonarias que perciben las grandes eléctricas por un “sistema defectuoso y perverso”. Podemos quiere poner coto a los –siempre según sus cifras- los 2.000 millones al año de beneficios caídos del cielo de las eléctricas (la sobrecompensación de nucleares e hidroeléctricas que ya han amortizado las inversiones), la recuperación de los 3.600 millones en ayudas por costes de transición a la competencia (CTC), los 700 millones por pagos por capacidad, los 500 millones del servicio de interrumpibilidad… “Transformando el sistema eléctrico podremos pagar el programa”, ha sentenciado Marta Victoria.

Ataque frontal a las nucleares

PSOE ha propuesto en su borrador de programa electoral el cierre progresivo de todas las centrales nucleares españolas según vayan cumpliendo los 40 años en funcionamiento, con lo que España se quedaría sin ninguna planta operativa en 2028. Pues Podemos tiene aún más prisa y no quiere esperar a las cuatro décadas de vida útil de las centrales, sino que pretende clausurarlas en el momento en que expiren sus actuales licencias de explotación, al rechazar su renovación. Con el plan de Podemos, España cerraría su última central, la de Trillo (Guadalajara), en 2024.

Podemos opta por la no renovación de los permisos ya concedidos por el Gobierno porque su cancelación abriría una batalla legal, con las eléctricas reclamando compensaciones millonarios en concepto de lucro cesante. “Revocar las autorizaciones generaría un conflicto legal, por eso es mejor no renovar los permisos que ahora están vigentes”, ha dicho Marta Victoria.

Si la propuesta de Podemos se lleva a cabo, los cierres de centrales nucleares arrancarían en 2020 y concluirían en 2024. Las licencias de explotación de Almaraz I, Almaraz II y Vandellós II expiran ya en 2020; las de Cofrentes y Ascó I y II, en 2021; y por último el permiso de actividad de Trillo concluye en 2024. No obstante, Podemos se muestra abiertoa  conceder alguna ampliación por «uno o dos años más» a algunas de las centrales -no por 10 años como es habitual- mientras se avanza en la ampliación del parque de renovables en España.

Las puertas giratorias, responsables de que se mantenga la nuclear

“La energía nuclear no sólo es un peligro para la salud pública, sino que también es tremendamente ineficaz”, ha sostenido Pablo Iglesias, en referencia a los millonarios costes externalizados (no asumidos directamente por las compañías eléctricas) de gestión de residuos radioactivos y de desmantelamiento de las centrales.

Y si sigue existiendo en España a pesar de ser tan ineficaz es porque Endesa e Iberdrola están controlándola y porque Endesa e Iberdrola sientan en sus consejos de administración a exministros del Partido Popular y del Partido Socialista”, ha sentenciado el líder de Podemos, que se ha comprometido a prohibir las “puertas giratorias” entre la política y las compañías energéticas.

Iglesias también ha pedido al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que rectifique su aparente apoyo a la energía nuclear. Rivera criticó a PSOE y Podemos por proponer el cierre total de las nucleares y su sustitución por las renovables, por no considerarlo realista y por ser propuestas meramente electoralistas. “No entiendo que Rivera se alinee otra vez con lo viejo. Quiero pedirle que rectifique. Nos estamos jugando la próxima década”, ha dicho el secretario general de Podemos.

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