El problema de Samsung con lanzar el que muchos consideran que es el mejor teléfono del mundo, es que ha habido usuarios tan fieles que, pese a los repetidos llamamientos por parte de la marca de cara a que apaguen el teléfono y lo entreguen en su punto de venta, muchos de ellos simplemente se han negado a hacerl. Esta actitud demuestra mucha fidelidad demente pero, afortunadamente, es menos peligrosa ahora que los coreanos han presentado una solución para quienes no quieren renunciar al teléfono ni un día y han puesto en peligro a sus familias y entorno más cercano: Una web que te permite comprobar aquí insertando la IMEI de tu Galaxy Note 7 si es seguro seguir utilizándolo.

Un reciente informe de Bloomberg afirma que el problema del Note 7 se produjo, precisamente, por las prisas a la hora de lanzar un dispositivo que fuese percibido como una novedad real frente al iPhone 7, que se ha presentado como un teléfono relativamente aburrido en comparación.

De ser así, y salvo el pequeño problema de los incendios, la estrategia fue correcta. El dispositivo recibió críticas elogiosas, y el análisis que realizamos en SABEMOS, y que se publicará una vez se resuelva la crisis de las baterías, coincide en señalar que se trata del dispositivo más interesante del año, con mucha diferencia. Si el iPhone tiene alguna ventaja sobre este dispositivo es que, en principio, ninguna unidad se ha quemado en todo el mundo.

Si bien es cierto que Samsung ha reaccionado rápidamente ante el problema y en todo momento se ha mostrado dispuesta a ayudar a los consumidores, su comunicación sobre el problema ha sido un poco confusa, especialmente a medida que pasaban los días. Inicialmente, en España, se afirmaba que los usuarios preocupados podrían cambiarlo, hasta que finalmente se habló de la necesidad perentoria de hacerlo. Pero, entre medias, la compañía publicaba un parche de software que reducía la capacidad de la batería y que algunos usuarios han podido tomarse como una licencia para mantener más tiempo el dispositivo en sus manos.

Por cada persona que lamenta un accidente con el Note 7 después de que Samsung anunció el programa de recogidas, tenemos una persona que ha sido poco diligente a la hora de vigilar su propia seguridad. Lo que deja de ser un debate sobre cómo ha gestionado Samsung la crisis para convertirse en otro sobre la confianza casi ciega en los dispositivos electrónicos modernos. En el mismo momento en el que Samsung advirtió de los problemas, cualquier usuario sensato habría ido corriendo a la tienda para evitar casos como el del coche que se prendió fuego o el niño que se quemó las manos. Y, sin embargo, no fue así. Pese a saber que existía el problema, muchos usuarios asumieron que no iba con ellos o decidieron tomárselo como una forma moderna de la ruleta rusa. Fuentes próximas a la compañía confirmaron a SABEMOS que en España, donde las ventas no habían comenzado, se recuperaron casi todas las unidades susceptibles de presentar problemas. Pero, del mismo modo, admitieron que en otros países, con los teléfonos ya en la calle, la cosa no ha sido tan fácil.

Si bien parece más apropiado hablar de que los terminales «entran en combustión» o «se incendian», el alarmismo de los medios a la hora de hablar de «explosiones», un término que hace pensar en que se va a proyectar metralla de la pantalla contra el ojo de un inocente –cuando lo único que sucede es que el cristal se derrite–, debería haber alentado a los usuarios a devolver el dispositivo.

Una anécdota: Desde que se suministró a SABEMOS una unidad de prueba hasta que se nos pidió devolverla, con relativa urgencia, el redactor encargado de la misma mantuvo el teléfono en una papelera de metal cada vez que tenía que enchufarlo. Y nunca lo dejó cargando en el coche ni permitió que sus hijos lo cogiesen mientras estaba conectado a la corriente.

El cambio oficial de los dispositivos ha comenzado hoy, y Samsung ha introducido, finalmente, la medida definitiva para garantizar la seguridad de los usuarios: una web en la que puedes comprobar si tu batería está entre aquellas que pueden presentar problemas, introduciendo el número IMEI del dispositivo.

Asimismo, como ya adelantó este medio, la compañía ha introducido un distintivo en la pantalla y en la caja del dispositivo para los terminales que tienen todo en regla, de cara a evitar las restricciones impuestas por ciertas aerolíneas. Si bien es difícil que éstas las eliminen hasta que haya una certeza empírica de que todos los Note 7 defectuosos han desaparecido.

«Lo que no nos damos cuenta es que algo así, en realidad, nos puede pasar a cualquiera», explica a SABEMOS el director de un fabricante español de smartphones. «Todos los procesos de fabricación en todo el mundo están en manos de terceras partes, por más empeño que pongas lo que ha sucedido con Samsung es un desgraciado accidente que le habría podido pasar a cualquiera. La única diferencia es que, si nos hubiera pasado a nosotros, habríamos tenido que cerrar».

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