Alrededor de 6.000 personas, incluidos cerca de 400 alcaldes, todos los miembros del Govern y representantes de las formaciones independentistas, se concentraron desde antes de las nueve de la mañana de este jueves ante el Palau de Justícia de Barcelona para recibir al presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien ha declarado durante hora y media en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en calidad de imputado por la organización de la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014.

Artur Mas llegó al tribunal a las 9.45 horas, arropado por el Govern en pleno, la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; miembros de la candidatura de Junts pel Sí, Antonio Baños (CUP) y cientos de alcaldes convocados por la AMI y la ACMEl interrogatorio a Mas duró alrededor de hora y media y concluyó a las 11.20 horas, según informa Efe.

«Me declaro máximo responsable de haber tomado la iniciativa política, haber ideado e impulsado» el proceso participativo, y de hacerlo escuchando a la ciudadanía y a la mayoría de alcaldes, y de obedecer a iniciativas del Parlament que instaban a una consulta sobre el futuro político de Cataluña, manifestó Mas en rueda de prensa a término del interrogatorio. Asimismo, el presidente agradeció, «de todo corazón, la acogida» de mucha gente, tanto a él y como a las otras dos imputadas, la consellera Irene Rigau y la exvicepresidenta Joana Ortega, según informa Europa Press.

Mas reconoció también que desconoce los motivos de la querella de Fiscalía de Cataluña, que en un primer momento no era favorable a interponerla pero lo acabó haciendo porque Fiscalía General del Estado «lo impuso». Por esa razón, explicó, el presidente se ha negado este jueves a contestar las preguntas de Fiscalía. Durante su declaración ante el juez, según fuentes judiciales citadas por Europa Press, Mas se limitó a contestar a las preguntas del juez Joan Manel Abril y se negó a responder a la acusación popular –representada por Manos Limpias–, y a la Fiscalía por su cambio de criterio sobre la querella contra él, contra la exvicepresidenta Joana Ortega y contra la consellera de Enseñanza, Irene Rigau. 

Asimismo, recordó que el Gobierno central había recurrido ante el Tribunal Constitucional horas después de la primera convocatoria de la consulta, y tardó unos 15 días en recurrir de nuevo ante el TC contra el cambio de formato de la consulta que hizo entonces la Generalitat, que la convirtió en proceso participativo. El Govern hizo durante esos quince días la preparación del proceso «con la responsabilidad que le tocaba a la administración catalana», pero “ciertamente no daba órdenes ni instrucciones», aseguró el presidente. Fueron los voluntarios del proceso quienes secundaron entonces la iniciativa, añadió.

Mas recordó también que el 4 de noviembre recibió la segunda suspensión del 9N por parte del TC tras el recurso del Gobierno central, «que había pasado de la mofa pública de la iniciativa al abuso de poder» intentando abortar una iniciativa popular que estaba, precisó, en manos de voluntarios y no tenía validez jurídica.

A juicio del presidente, para dar cuenta de todo lo relativo al 9N habría que comparecer ante un Parlamento, «pero nunca ante un tribunal, y mucho menos en una causa penal». Según Mas, el 9N fue un éxito por su movilización ciudadana y por su eco internacional, y ese éxito fue «lo que provocó estas querellas» que han llevado a las tres imputaciones. «Es la rabia del éxito del 9N por parte de diferentes instituciones del Estado español», declaró.

Además del magistrado del TSJC Joan Manel Abril, asistieron al interrogatorio los abogados de Mas, Xavier Melero y Judit Gené, así como el fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, el teniente fiscal Francisco Bañeres y el fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled, designado expresamente por la Fiscalía General para dar apoyo al ministerio público en este caso. También se encontraban en la declaración judicial los abogados de Irene Rigau y Joana Ortega, así como el letrado Pedro Muñoz, de la acusación popular ejercida por el sindicato ultraderechista Manos Limpias.

Baño de multitudes

A su llegada al Palau de Justícia, Mas fue recibido por cerca de 6.000 personas que se habían concentrado desde las nueve de la mañana en el paso Lluís Companys, que había sido vallado y cortado al tráfico, según la cifra definitiva de la Guardia Urbana de Barcelona.

Tras salir del tribunal, hacia las 11:30 horas, el presidente pasó cerca de media hora saludando a las personas que estaban en primera fila. Los asistentes gritaron cánticos como ‘President’, ‘Tots som Mas’, ‘Independència’, ‘No callaréis la voz de un pueblo’, ‘Fuera la Justicia española’, ‘Mas presidente, Catalunya independiente’, ‘Margallo ves al psiquiatra’, cantaron el himno Els segadors y L’Estaca y enarbolaron decenas de ‘estelades’ y pancartas de ‘Me autoinculpo’ y ‘#9N som tots’, según informa la agencia Europa Press.

Al frente de la comitiva formada por cerca de 400 alcaldes, que se había concentrado ante las puertas del Parlament antes de dirigirse hacia la sede del TSJC, figuraban el alcalde de Girona y presidente de la AMI, Carles Puigdemont; el alcalde de Premià de Mar (Barcelona) y presidente de la ACM, Miquel Buch, y la alcaldesa de Sant Cugat del Vallès y presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa. También asistieron a la concentración los diputados electos de Junts pel Sí Jordi Turull, Muriel Casals y Oriol Amat, y el presidente de Òmnium, Quim Torra, entre otros.

Ofrenda floral a Companys

Antes de su llegada al TSJC, Artur Mas participó en la tradicional ofrenda floral ante la tumba del que fuera presidente de la Generalitat Lluís Companys en el Fossar de la Pedrera del cementerio de Montjuïc.

El presidente, acompañado por la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, y varios miembros del Ejecutivo catalán, abandonaron el lugar sin hacer declaraciones después de colocar las flores ante la tumba para conmemorar el 75 aniversario del fusilamiento del expresidente, y más tarde lo hizo  la Mesa de la Diputación permanente con la presidenta en funciones del Parlament, Núria de Gispert, a la cabeza.

También participó en la ofrenda la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Durante el acto, el líder de ERC, Oriol Junqueras, declaró que el momento actual es «una oportunidad histórica» para hacer realidad la Cataluña que soñó Companys. Por su parte, el coordinador general de CDC, Josep Rull (Junts pel Sí), recordó que el homenaje se produce el mismo día de la declaración de Mas ante el TSJC y añadió: «Hay coincidencias con un alto valor simbólico».

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