El cuerpo de técnicos de seguridad nuclear crea una asociación profesional como contrapeso a la politización del centro y para defender a los profesionales del organismo frente a las presiones de la dirección.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el supervisor del sector y encargado de velar por la seguridad del ramo en España, vive tiempos convulsos. El organismo se encuentra en el centro de varias polémicas por las prisas por autorizar el cementerio nuclear de Villar de Cañas, por el intento de reabrir la central de Garoña y hacerlo hasta los 60 años, por cambios de criterio sobre los incidentes que deben notificar las centrales (que han derivado en el cese de un profesional del centro que se opuso a la relajación de estos criterios)…

Desde dentro del propio CSN algunos profesionales se quejan del desprestigio al que se encamina la institución y critican las imposiciones no siempre basadas en criterios científicos. Y ante esta situación, el personal técnico del centro ha empezado a organizarse en torno a la recién nacida Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASTECSN).

El Consejo de Seguridad Nuclear está politizado y ASTECSN nace para denunciar una realidad que nos daña como organismo regulador al ponerse en duda su independencia”, explican a SABEMOS fuentes de la nueva asociación. “No se puede decir que el CSN sea independiente. Su independencia está más que cuestionada y no se trabaja con transparencia, que son dos valores fundamentales de la misión de la propia institución” y ya “estamos hartos de ver cómo se desprestigia nuestra trabajo”.

Contrapeso del poder político

La asociación quiere ser contrapeso del poder político en el centro. El CSN está presidido por Fernando Marti Scharfhausen desde diciembre de 2012, quien hasta entonces ocupaba el cargo de secretario de Estado de Energía. Del Gobierno al regulador de un día para otro. Y el pleno del Consejo está integrado por cinco miembros, dos a propuesta del PP (entre ellos el propio Marti Scharfhausen), dos del PSOE y uno de CiU.

“La dirección actual del CSN ha hecho buenas a todas las anteriores por sus injerencias, por sus presiones y por su intento de que todo sea ‘ordeno y mando’”, sostienen las mismas fuentes. Y es que los técnicos del CSN, responsables de velar por la seguridad de las centrales nucleares y de otras instalaciones del sector, se ven desde hace tiempo sometidos a injerencias en su trabajo por parte de la dirección de la institución, a presiones durante la realización de los informes, a dificultades en el acceso a documentos para desarrollar su trabajo…

Vamos a denunciar las irregularidades que se produzcan y supongan una injerencia en el buen trabajo técnico. Vamos a ser activos, presentando escritos de denuncia cuando veamos malas prácticas que sólo buscan beneficiar a las eléctricas”, sentencian. “Queremos defender a los técnicos de las injerencias y las imposiciones de sus jefes. Aceptar las discrepancias y saber gestionarlas resulta fundamental en un organismo de estas características”.

En plena polémica por el ATC

Desde ASTECSN se reclama que la actuación del Consejo esté fundamentada en el conocimiento técnico de sus profesionales, sin que la politización les impida cumplir con su trabajo en las mejores condiciones. “El conocimiento técnico y científico debe prevalecer, debe ser la base de las decisiones de un regulador, para poder ser un país avanzado”, subrayan.

Las acusaciones de los técnicos del CSN se hace públicas en plena polémica por cómo se está gestionando por el CSN (y por el Gobierno) el proceso de autorización del almacén de residuos nucleares de Villar de Cañas, en Cuenca. El CSN aprobó en julio el informe favorable a la autorización del emplazamiento de la cementerio nuclear, a pesar de las dudas sobre la calidad de los suelos para albergarlo y pese a que aún no están disponibles todos los informes sobre los terrenos. El cuerpo técnico emitió una nota informativa sobre las incertidumbres sobre la calidad del suelo después de que la dirección de la institución insistiera en no incluir esas valoraciones en el informe oficial.

La nueva asociación, creada formalmente el pasado junio, estará presidida por Nieves Sánchez Guitián (también vicepresidenta de la Federación Europea de Geólogos) y tendrá como vicepresidente a Rodolfo Isasia. Hasta el pasado julio y durante los últimos 16 años, Isasia era jefe del Área de Experiencia Operativa y Normativa del CSN, pero fue cesado por discrepancias técnicas con la dirección del centro. Su caso fue denunciado desde los sindicatos del centro como un intento de acallar una voz discrepante ante la pretensión del CSN de recortar los criterios por los que las centrales nucleares deben informar de incidentes registrados.

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