El gremio de mariscadores de la comarca oriental de Cantabria, compuesto por 90 trabajadores asociados en ARCISA, ha alertado de diversos vertidos de aguas fecales a lo largo del curso del Río Asón hasta su desembocadura en la bahía de Santoña, estuario del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Como consecuencia de la contaminación, un 85% de los parques de trabajo “están cerrados”, explica José Antonio Esgueva, presidente de ARCISA.

“Nos han metido a pescar a 90 mariscadores en una extensión equivalente a un campo de fútbol. Y como comprenderá, en una semana se acabaron las almejas. Esto venimos sufriéndolo hace 7 u 8 años. Si salimos de esa extensión se supone que las aguas están contaminadas. ¿A quién quieren engañar? ¿Dónde están las fronteras en el mar cuando hablamos de contaminación? Lo que no puede ser es que de una línea que ellos marcan hacia la derecha esté contaminado y de esa línea hacia la izquierda no. Es absurdo. Si hay contaminación será en todo el entorno”, comenta. Por ello, están convencidos de que la calidad de las capturas no es óptima.

Estaciones de bombeo abandonadas y contaminación por E.Coli

 “Los mariscadores pedimos que el Gobierno de Cantabria, ya que no pone en funcionamiento las depuradoras, no analiza los vertidos de las fábricas, de los pueblos, ya que las analíticas no quieren hacerlas públicas porque tienen algo que esconder, ya que tenemos nuestro recurso mariscador cerrado, al menos solicitamos una indemnización, porque eso es un Parque Natural y debería estar totalmente limpio y apto para la pesca”, denuncia.

Esgueva mantiene que “la Unión Europea, hace 25 años, pagó la construcción de unas depuradoras que hoy día no funcionan. Su gestión corresponde al Gobierno de Cantabria. Al no funcionar estas estaciones, todos los vertidos, heces, toallitas y demás procedentes de municipios como Ampuero, Limpias, Colindres y Bárcena de Cicero, están llegando al mar. Esto ha provocado una alta contaminación por E. coli y metales pesados. Ante esta situación, nos cierran las playas basándose en las analíticas. Y tienen razón, hay contaminación, pero ¿por qué?.  Porque el señor Revilla no pone en funcionamiento las depuradoras”.  

Según los mariscadores, en el municipio de Bárcena de Cicero “hay una depuradora que está absolutamente tapada de bardales, porque no funciona. Otra la tiene un señor como bodega de su barco. Hace uso de ella para guardar herramientas”. 

Otras dos estaciones de bombeo se ubican en Colindres. Su alcalde, Javier Incera, reconoce que «la titularidad y mantenimiento de las mismas corresponde al Gobierno de Cantabria».

Vertidos en la cuenca del Río Asón.

De despacho en despacho

Por su parte, el Ayuntamiento de Bárcena de Cicero, gobernado por el alcalde del PRC, Gumersindo Ranero, guarda el mismo silencio que el presidente Miguel Ángel Revilla, desde cuyo gabinete se desvía el asunto al consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa. Éste, en declaraciones a Sabemos, insiste en que “las depuradoras son de gestión municipal”. 

El impacto sobre el ecosistema es palpable, relata el presidente de ARCISA. «Precisamente, en Bárcena de Cicero, hay un vertido escandaloso y en la regata por donde se canaliza el agua que sale al mar se ven cáscaras de almejas, berberechos y muergos muertos por los fecales”.

Pérdidas millonarias para los mariscadores

Mientras, los mariscadores intentan buscar alternativas para compensar las pérdidas que les supone esta situación, que se elevan a 35.000 euros al año por mariscador, lo que multiplicado por 90 trabajadores asciende a 3.150.000 euros.  

“Nosotros pedimos en una reunión que nos abrieran más recursos. Por ejemplo, la anémona es una especie invasora. Y hay muchísimas. Pues no nos dejan trabajarla. Y, sin embargo, en las obras que se han realizado en el Palacio de La Magadalena se han matado miles y miles de kilos. ¡Hombre, ya que lo va a matar, déjenos trabajarlo!”, comenta.

Se quejan, al tiempo, de haber solicitado “una reunión con Guillermo Blanco, consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente para tratar sobre los recursos y otros asuntos, pero aún no han sido convocados. “Por ejemplo, de 90 mariscadores en Cantabria sólo 40 tienen licencia para la pesca de la angula. Los otros 50 no pueden pescarla. ¿Por qué si somos los mismos mariscadores de Cantabria, tenemos carnet y pagamos el mismo impuesto? Los recursos que hay tienen que ser para todos. Tenemos los mismos derechos”.

A pesar de haber demostrado que pescando en zona C, que es la contaminada y depurando el producto, está limpio para su consumo, “Europa dice que no se puede pescar en zonas c. Entonces, nosotros somos los perjudicados. Tendremos que tener una ayuda, una indemnización. De hecho, la Comisión Europea ha concedido 58.000 euros para los mariscadores de Cantabria y ha venido la consejería, que es la que lo gestiona y ha puesto unos requisitos que han provocado que de 90 mariscadores, entre los que se tenía que haber repartido el dinero, sólo se hayan beneficiado dos. ¿Dónde está el resto del dinero?”, se pregunta José Antonio Esgueva, quien insta al presidente de Cantabria a un debate público donde ofrezca las explicaciones que vienen demandando. 

«Deseamos que se sanee la bahía y, mientras no se hagan las obras, se pongan las depuradoras en funcionamiento. Que no estemos limitados a pescar almejas, angulas y ostras. Es como limitar a un carpintero a que sólo ponga puertas”, comenta Esgueva. Asimismo, rechaza las analíticas del Gobierno de Cantabria «en un folio» y pide «los datos del laboratorio competente». Pero lamenta no haber tenido respuesta. Por esta razón, exige que las muestras que se tomen sean de los vertidos. «Tienen que analizar lo que sale de esas tuberías. Y que, de una vez, el gobierno regional hable y no venda las Marismas de Santoña como un paraíso natural. Que diga a la gente que el agua no está apta ni para el baño en verano. ¡Qué lo diga! ¡qué de la cara!”, declara con cierto hartazgo.

“Ahora, debido a que la zona donde podemos pescar es muy reducida -continúa- nos han limitado y sólo podemos pescar 5 kilos de almejas por día, que son 15 kilos a la semana. 15 kilos a la semana de almeja japonesa a 8 euros. Haga cuentas y calcule lo que ganamos al mes. Luego le quita  250 euros de autónomos, más gasolina de los coches, más gasolina de los barcos y permisos para poder pescar. Entonces, dígame usted qué dinero entra en una casa. Claro, ellos nos dicen: no vayas a pescar almejas, vete a percebes. Y nos preguntamos: ¿Cómo vamos a ir a percebes con 5 metros de mar? ¿Para que nos matemos? No nos manden ustedes a suicidarnos, porque no vamos a ir”

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