La televisión gratis que ven todos los españoles, si no cambia la situación, podría tener un coste para el erario público de unos 1.000 millones de euros que se pagará durante los próximos 10 años.

Esas son las cuentas que ha hecho el director general de SES en España, Luis Sahún, durante la presentación del estudio El Mercado de la TV en España. Desde la compañía (como operador satélite) abogan por el uso de esta tecnología, pero según Sahún no se trata de su interés, sino del dinero de los españoles.

La situación es la siguiente: En España un 60% de la población ve la televisión a través de la TDT, siendo la opción mayoritaria frente a la IPTV (17%) y el satélite (15%). Por tanto, es una preocupación para cualquier Gobierno que se vea la tele en todos los lugares. La ley exige a los canales privados llegar al 96% de la población, y al 98% en el caso de los públicos. Para que la televisión llegue a los 600.000 hogares que según estimaciones del sector están en sombra, el Gobierno ha diseñado planes de extensión de la cobertura.

De este modo, el Gobierno destina una cantidad de dinero para enmendar la situación. Lo hace mediante concursos de adjudicación. Y aquí es donde entra la diferencia económica entre quienes hacen propuestas basadas en redes terrestres, o vía satélite.

En concreto, según estimaciones de SES, la cifra -en caso de que los concrusos sean ganados por la ‘opción TDT’- es de más de 300 millones de euros de forma inicial, a lo que se suman otros 60 millones anuales en costes de mantenimiento. Según Luis Sahún, en la próxima década los españoles podrían tener que pagar más de 1.000 millones para que llegue la televisión a estas zonas aisladas.

Polémica y tribunales

El año pasado hubo una sentencia europea por la cual las ayudas a la TDT que se dieron para gestionar el apagón analógico quedaron invalidadas. La resolución advertía de que las ayudas favorecían de manera clara los intereses de la televisión digital terrestre y, por lo tanto, no eran válidas.

El problema es que los concursos no se han vuelto a producir, o muchos de ellos están empantanados en marañas burocráticas, y se volverán a dar nuevas ayudas, una vez que se active el segundo dividendo digital.

¿Cuáles son las propuestas alternativas?

Hay manera de ahorrar este dinero. Según el director general de SES en España, sí. Ellos han estimado que si fuera la tecnología satélite la encargada de la gestión en esos lugares de difícil acceso, tan solo tendría un gasto de 90 millones de euros. Bastante menos, incluso, que la propia ayuda inicial para la TDT.

Pero la situación no es sencilla y, debido a intereses encontrados, la televisión vía satélite no recibe ningún tipo de ayuda. Es más, todo parecen zancadillas. Según relata Luis Sahún durante la presentación del estudio, cree que no hay razón para ese «castigo». Aunque en el fondo piensa que se debe a su gran capacidad para transmitir en HD, por lo que representa una fuerte competencia. Se resigna ante el hecho de que «en España la apuesta sea por la TDT, y ahora es casi un coto cerrado de dos grandes grupos». Pero hace una advertencia: «Veremos qué pasa cuando llegue el segundo dividendo digital y haya aún menos espacio para la TDT».

Por todo ello, desde SES denuncian que existe una total ausencia de neutralidad tecnológica a la hora de afrontar la situación. No quieren trato de favor frente a la TDT. Solo una justa competencia. Así resumen el problema con respecto a las ayudas, los concursos públicos para contratos y demás aspectos en seis claves:

  1. No se contempla toda la población en las zonas de extensión (más allá de las obligaciones de cobertura de los radiodifusores).
  2. El coste en las zonas de extensión para reutilizar la señal de satélite (para alimentar torres TDT) utilizada en la zona de obligación de las TVs (y pagadas por ellas) no se evalúa adecuadamente, subestimando su importe.
  3. En algunas regiones el concurso se divide en lotes para dificultar las sinergias del satélite.
  4. Las ayudas proporcionadas a la TDT en la implantación del primer Dividendo Digital (Banda 800 Mhz de UHF) no se incluyen en los concursos, y debieran incluirse para reflejar el coste real de cada tecnología.
  5. La comparación de los sistemas de recepción a lo largo del proyecto no es equitativa, ya que no se incluyen ni los costes de mitigar las afectaciones de las emisiones LTE con la TDT, ni los costes derivados de la implantación del segundo Dividendo Digital (Banda 700 Mhz de UHF).
  6. El coste del equipamiento existente en las torres TDT, y pagado con ayudas de estado ilegales, no se considera adecuadamente mediante su amortización a lo largo del periodo del proyecto.

LAS CLAVES DEL ESTUDIO

Al margen de la polémica sobre la protección que tiene la TDT en España, el estudio El Mercado de la TV en España elaborado por SES deja algunas conclusiones bastante interesantes.

Por ejemplo, como se señalaba antes, la televisión digital terrestre sigue siendo la forma dominante en que los españoles ven la pequeña pantalla. Aunque gracias a los operadores de telefonía, ver la TV a través de fibra ha pasado de tener una cuota del 9% al 17% en 2015.

De hecho, según el estudio, en las zonas urbanas de más de 250.000 habitantes, es decir donde más fibra hay desplegada, esa forma de ver la televisión llega al 21%. Y la tendencia es de crecimiento para este año.

Otro dato curioso del estudio tiene que ver con la UHD (televisión en ultra alta definición), que de momento no está muy asentada en España. En concreto, solo el 35% de los hogares españoles conoce esta tecnología y, tan solo, el 6% de dichos hogares posee un aparato que soporte esta tecnología.

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