El sector no oficialista pide a la dirección de Podemos que rescate sus propuestas más radicales para las elecciones generales. Alberto Garzón (IU) avisa de que la izquierda es un «hervidero» y hoy comparte mesa con Juan Carlos Monedero y Julio Anguita.

Un espinoso cerco se va estrechando sobre Pablo Iglesias. Pasada la tregua de las elecciones autonómicas y municipales, los críticos de Podemos han sacado su artillería y le exigen, además de una apuesta decidida por la unidad popular, la vuelta a las esencias: recuperar algunas de las demandas más radicales del partido, como la auditoría ciudadana de la deuda, un proceso constituyente que cambie el sistema o la renta básica universal. A ello se le une además la presión de líderes de otras fuerzas que quieren converger con Podemos bajo una nueva marca en los comicios de noviembre, cada vez más críticos con la intransigencia de un Iglesias que empieza a estar asediado.

El manifiesto hecho público la noche del miércoles por el sector crítico no sólo le emplazó a cambiar de actitud y abrir el partido de cara a las generales, además le leyó la cartilla. Es momento “de que la política esté a la altura de los tiempos y de las realidades sociales”, le espetaron, para lo cual es imprescindible liberarse “del miedo” en cinco ámbitos distintos.

Los críticos creen que Podemos debe liberarse del «miedo» que le atenaza para defender posturas más radicales

El primero de ellos se refiere a “repensar el trabajo más allá del empleo” y exige recuperar la “renta básica universal e incondicional” como propuesta. Esto mismo reclamó el exnúmero tres del partido, Juan Carlos Monedero, el lunes junto a miembros de las bases. Es una batalla que se librará hasta el final para que Podemos incluya la medida en su programa de las generales, algo de lo que recela Iglesias.

Además, los críticos quieren que vuelva a pedirse una auditoría ciudadana de la deuda financiera -“liberarse de la deuda ilegítima es dignidad”-, que el partido haga una cerrada defensa de Syriza -“hay que mantener el apoyo al nuevo Gobierno griego”- y apostar de nuevo por “la ruptura con este régimen”, lo que “implica un proceso de carácter constituyente que llevará tiempo”. Por último, se exige una atención especial al medio ambiente porque “la dimensión ecológica no puede limitarse a ser una cuestión accesoria”.

Todo ello está recogido en el mismo documento que aboga por entenderse más y mejor con otros partidos y que aparece firmado por 23 miembros y cargos de Podemos, con Pablo Echenique a la cabeza. Este último matizó ayer que su apoyo al texto no quiere decir que esté de acuerdo con cada “adjetivo”, pero el hecho de encabezar el manifiesto es fiel reflejo de que está dispuesto a seguir batallando para que cambien los mecanismos de funcionamiento interno y para que el programa de las generales sea lo más fiel posible a las esencias fundacionales del partido.

Garzón avanza hacia la unidad popular

A esa convulsión interna se le añade el “hervidero” que es la izquierda sociopolítica en estos momentos, en palabras de Alberto Garzón. El candidato de IU a La Moncloa está decidido a unir por su cuenta a las fuerzas de ese espectro para concurrir a las generales bajo una marca nueva, cosa a la que Podemos se niega en rotundo. Y en esta decisión Iglesias sí cuenta con el respaldo de Monedero -quiere converger pero dejando a la formación morada la hegemonía- y también de críticos como Teresa Rodríguez -para ella “sería un error” prescindir de la marca- o Echenique -partidario de conservar el nombre pero atrayendo a más activos porque «aún falta mucha gente»-.

Uralde (Equo) pide a Iglesias «mayor responsabilidad» para entenderse con el resto de fuerzas de la izquierda

El problema es que parte de esos activos están cada más contrariados con la dirección de Podemos. Es el caso de Garzón, el primero que tendió la mano a la convergencia y al que Iglesias cerró la puerta de forma contundente. Tras eso, decidió impulsar por su cuenta la unidad popular y ayer se vio con el portavoz de Equo, Juan López de Uralde, para tratar de ganarle para su causa. Y ambos coincidieron en reclamar al líder de Podemos “mayor responsabilidad” para no frustrar el proceso, al tiempo que apostaron por impulsar una fórmula de convergencia similar a la de las exitosas candidaturas municipalistas Ahora Madrid o Barcelona en Comú.

El candidato de IU a La Moncloa continuará con su estrategia hoy, al participar en Córdona en un acto conjunto con Monedero y Julio Anguita, dos de los personajes que serán claves en el proceso. Próximamente se verá además con los líderes de Anova (Xosé Manuel Beiras), ICV (Joan Herrera), Compromís (Mónica Oltra) o Chunta Aragonesista (José Luis Soro). Su objetivo es reunir el máximo de apoyos posible, también entre las bases de Podemos, para hacer recapacitar a Iglesias y los suyos o, en su defecto, lanzar sin ellos la unidad popular. Como el propio Garzón dice, ahora mismo todo está abierto y la izquierda es un “hervidero”. Más de uno puede salir abrasado de él.

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