La fecha elegida por el presidente del Gobierno –el 20 de diciembre- para que los españoles acudan a las urnas a elegir a sus diputados y senadores no ha gustado nada a los partidos de la oposición, que se han lanzado en tromba a descalificar la decisión de Mariano Rajoy, tanto por el fondo como por la forma. ¿El fondo? El día escogido, en el comienzo de las Navidades, denota un interés partidista por parte del jefe del Ejecutivo. ¿La forma? La convocatoria se anunció en el transcurso de una entrevista en televisión, un hecho que supone un desprecio al Parlamento, según todos los grupos de la oposición.

Rajoy lo argumenta así: “La razón es que si fueran el 13 de diciembre tendríamos que constituir el Parlamento prácticamente en plenas Navidades. Sí son el día 20, habrá más margen; tenemos hasta el 14 de enero. Por lo tanto, podemos aprobar los Presupuestos Generales del Estado, hacer las elecciones y luego, después de las fiestas, constituir el Parlamento”.

La verdad es que la fecha elegida tiene su miga. Será la primera vez que se acude a votar en unos comicios legislativos en época navideña y, además, las elecciones pondrán el punto final a la legislatura más larga de la etapa democrática, con cuatro años y un mes.

En efecto, el 18 de diciembre –el día de cierre de la campaña electoral- comienzan las vacaciones de millones de alumnos, lo que suele coincidir con jornadas de descanso también para muchos padres. Además, ese fin de semana será uno de los que más viajes se contabilicen a lo largo del año, debido a la cercanía de la Navidad. El año pasado se registró un total de siete millones de desplazamientos.

Bajo esas premisas, los grupos de la oposición lo tienen claro: Rajoy actúa de manera partidista, porque intenta, por un lado, que la recuperación económica de la que presume sea más palpable entre la ciudadanía; y pretende, por otro, exprimir al máximo la legislatura para seguir aplicando el rodillo tanto en las leyes ordinarias como en el proyecto de Presupuestos para 2016.

“La fecha es el culmen de los despropósitos”

Pese a sus críticas a Rajoy por el día elegido, el líder de la oposición y del PSOE, Pedro Sánchez, intenta mostrarse optimista con las posibilidades de su partido en los comicios legislativos. Sánchez se muestra convencido de que ya se ha puesto la fecha al cambio político que se va a producir en el país. “España tiene hambre de cambio, sensato, seguro y meditado. Un cambio que volverá a unir a los españoles en la tarea de modernizar la nación y de reconstruir el Estado del bienestar”, dijo el secretario general del PSOE un discurso típico de precampaña electoral.

Más crítico se mostró el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara: “El jefe del Ejecutivo podía haber tenido la deferencia de hacer ese anuncio en la sede de la soberanía nacional o incluso en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de hoy (por ayer), dado que ya tenía decidida la fecha”.

Pero para dureza la del portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, que descalificó la decisión de Rajoy por ser “el culmen de los despropósitos” del Gobierno del PP. “Los gurús del jefe del Ejecutivo le habrán dicho que el 20 de diciembre es un momento en el que la gente está pensando en otras cosas, en las fechas de Navidad o en la lotería, al tiempo que los funcionarios podrán cobrar la paga extraordinaria que le quitaron hace tres años”.

Los partidos emergentes evitan polemizar con el PP

Menos críticos con el presidente del Gobierno estuvieron los líderes de los partidos emergentes. Albert Rivera, de Ciudadanos, rehúsa polemizar con la fecha electoral porque tiene otras cosas que reprochar a Rajoy, como es su modelo democrático, económico y social. Por su parte, Pablo Iglesias, de Podemos, se limita a difundir en un mensaje en su cuenta de Twitter. «Elecciones el 20 de diciembre. El cambio cada vez está más cerca y nosotros estamos preparados para afrontarlo con responsabilidad e ilusión», asegura en el texto.

Así las cosas, el Gobierno quiere defenderse de las críticas con argumentos un tanto peregrinos. La vicepresidenta y portavoz del Gabinete, Soraya Sáenz de Santamaría, apela, más allá de la fecha escogida, a la implicación de los ciudadanos en las elecciones.

Tras recordar que la normativa y la Junta Electoral no permiten a los poderes públicos hacer llamamientos a la participación, Sáenz de Santamaría sí considera positivo que, con independencia de la fecha y con toda la prudencia, los ciudadanos se sientan implicados en la elección de sus representantes en el Congreso y el Senado.

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