Los asistentes virtuales son cada vez mejores y ya son capaces de presentar algo de empatía con el usuario. Los Siri, Cortana, OK Google y demás se han consolidado como herramientas útiles para planificar nuestra agenda y para buscar la información que necesitamos. Pero todavía no habíamos encontrado al asesor de la agencia de viajes virtual, algo que está un poco más cerca.

Todo es inteligente hoy en día. Desde las ciudades hasta los coches, el futuro de la tecnología pasa por convertir elementos tradicionales en smart. El turismo no iba a ser menos.

El responsable de Innovación de Sabre para Europa, Oriente Próximo y África, Joakim Everstin, ha explicado durante el foro de tecnología y turismo Fiturtech que la compañía está trabajando en la reserva de vuelos por internet sin tener que tocar ni un solo botón, gracias a la inteligencia artificial. Bastará con interactuar con el asistente virtual de Amazon, Alexa, para que navegue por la red y encuentre la oferta que más le convenga al consumidor.

De hecho, desde Skyscanner, el evangelista David Low ha hecho una demostración en directo con el dispositivo Echo, de Amazon, que alberga al asistente virtual Alexa. Low ha podido abrir la aplicación de la plataforma de reserva de vuelos y navegar por ella tan sólo con responder a las preguntas que le iba haciendo el sistema, hasta que el asistente ha encontrado un viaje de Madrid a Edimburgo, donde se encuentra la sede de la compañía.

No obstante, la innovación que llega de la mano de la inteligencia artificial no se limita a la búsqueda por voz. Gracias a la supercomputación, como la que despliega el sistema Watson de IBM, se puede recoger una cantidad inmensa de datos, aparentemente inconexos, y darles sentido para el turista.

Este megaordenador virtual, que lee hasta 800 millones de páginas por segundo, tiene en cuenta las búsquedas previas, las preferencias de los usuarios y, en general, sus parcelas de big data. Así, es capaz de responder con propuestas concretas cuando alguien le dice que se quiere ir de viaje con su familia. Este sistema puede descartar de antemano los parajes de montaña si el consumidor prefiere la playa, así como presentar primero los destinos internacionales si la familia tiene predilección por las vacaciones en el extranjero.

Darle sentido al big data, como hace Watson, es el reto de cualquier industria que quiera volverse “inteligente” gracias a la tecnología. En este sentido, el sector turístico todavía está en pañales.

“Hemos hablado con las líneas aéreas y dicen que están utilizando como máximo un 10% de los datos de forma útil”, ha afirmado el responsable de Sabre en España, Douglas Green, durante su intervención en Fiturtech. “El mayor desafío es cómo convertir todos los datos en conocimientos accionables”, ha añadido.

En las próximas décadas las agencias de viajes virtuales tendrán que ser mucho más proactivas, según Green. Para este directivo, el progreso habrá llegado cuando las empresas sean capaces de saber si un usuario tiene vacaciones, para ofrecerle paquetes personalizados, y también cuando las plataformas de reservas sepan quiénes son los amigos del usuario en las redes sociales, para proponerles las mismas vacaciones.

“Aspiramos a saber con los datos qué es lo que quiere el cliente. Mi frutero sabe perfectamente cuándo se me acaban las naranjas”, ha puesto como ejemplo el director de cuentas de Europa, Oriente Próximo, África y Latinoamérica de ExpediaLuis Hurtado de Mendoza. Gracias al big data y a la inteligencia artificial, ha vaticinado, “la caja de búsqueda no existirá” en las webs de reserva de viajes del futuro.

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