Heridos en los bombardeos israelíes esperan ser atendidas en el hospital Al-Shifa, en la ciudad de Gaza | Foto: OMS

Los desbordados equipos médicos continúan tratando de salvar a las víctimas de los ataques con misiles, incluidas las embestidas cerca de los campos de refugiados en el centro de la devastada Franja de Gaza, que habrían dejado unas 100 personas muertas, según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha expresado su profunda preocupación por los intensos bombardeos que lleva a cabo en el centro de Gaza el ejército israelí, que suman ya más de 50 y han matado a más de 100 palestinos desde el 24 de diciembre. La Oficina subraya que esto es especialmente alarmante puesto que las fuerzas israelíes ordenaron a los residentes del sur de Wadi Gaza que se trasladaran a Gaza Central y Tal al-Sultan, en Rafah. 

El portavoz la Oficina del Alto Comisionado, Seif Magango, señala que tres campos de refugiados han sido alcanzados, mencionando los de Al Bureij, Al Nuseirat y Al Maghazi. «Dos ataques alcanzaron siete edificios residenciales en el campo de Al Maghazi, matando a unos 86 palestinos e hiriendo a muchos más», detalla. «Se cree que todavía hay un número desconocido de personas atrapadas bajo los escombros».

La ira de Tedros

En un mensaje en la red social X, antes Twitter, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha condenado la «carnicería» causada por los bombardeos israelíes en represalia por los de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel, en los que murieron unas 1.200 personas y otras 240 fueron tomadas como rehenes.- Publicidad –

«La OMS está extremadamente preocupada por la insoportable presión que la intensificación de las hostilidades está ejerciendo sobre los pocos hospitales de Gaza que permanecen abiertos, con la mayor parte del sistema sanitario diezmado y con las manos atadas», explica Tedros.

Baño de sangre

La agencia describe la situación en el hospital Al-Aqsa como un «baño de sangre», y cita el caso de un niño de nueve años, Ahmed, que agonizaba en el suelo del centro tras sufrir terribles heridas por una explosión cuando cruzaba la calle cerca de Nuseirat.

«Hemos visto niños, mujeres, jóvenes, ancianos, gente desangrándose«, apunta y añade que no es fácil transferir a los pacientes a otro lugar para que reciban tratamiento. «En estos momentos hay sangre por todas partes en los hospitales. Vemos casi exclusivamente casos de traumatología, y a una escala difícil de creer. Es un baño de sangre, como hemos dicho antes, es una carnicería«, recalca Casey.

Aunque el Hospital Al-Aqsa dispone de suministros médicos y combustible para hacer funcionar los generadores, Casey confirma que el centro está recibiendo muchos más pacientes de los que su capacidad de camas y su personal pueden atender, lo que significa que muchos pacientes heridos no sobrevivirán la espera para ser atendidos.

Esta situación se repite en toda la Franja de Gaza, prosigue el funcionario de la OMS, hablando desde el Centro Conjunto de Operaciones Humanitarias de las Naciones Unidas en Rafah, que también funciona como centro médico.

Combates durante toda la noche

«No hay ningún lugar realmente seguro en Gaza», continua. «Ahora mismo en Rafah, frente a la puerta de este edificio, a 50 metros de donde estoy sentado ahora mismo, hay un campamento con miles de personas que se han instalado aquí… Están en refugios de plástico justo frente a la puerta. Y anoche oímos combates durante casi toda la noche, con informes que llegaron durante el día de hoy de muchos, muchos heridos llegando a los hospitales aquí, en el sur».

La capacidad hospitalaria de Gaza es aproximadamente el 20% de la que había antes de la escalada del 7 de octubre, pero «casi todos» los servicios hospitalarios han dejado de funcionar, explica el funcionario de la OMS. «Ya sea porque las propias instalaciones se han visto afectadas, porque el personal se ha visto obligado a huir, porque se han quedado sin electricidad o sin suministros médicos, o porque el personal no ha podido acceder a ellas».

Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, unas 20.000 personas han muerto desde el 7 de octubre.

Por su parte, la OCHA ha indicado que el número de propiedades palestinas demolidas y los desplazamientos relacionados en la Cisjordania ocupada han alcanzado niveles récord.

Los últimos datos muestran que, en lo que va de año, se han demolido 1094 estructuras y 2.127 personas han sido desarraigadas, un récord sólo igualado en 2016, cuando más de 1.500 personas fueron desplazadas.

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