«¿Cocinarías un lince ibérico o un oso pardo en una cena de Navidad?» Con esta frase, Ecologistas en Acción quiere llamar la atención sobre la situación de la anguila europea (Anguilla anguilla) y su fase de cría, la angula. Se trata de una especie al borde de la extinción, que sin embargo se sigue consumiendo y que en esta época del año vuelve a ser reclamo de comidas y festejos de lujo: una bandeja de angulas de aproximadamente 100 gramos no bajará de los 80 euros.
Ecologistas en Acción considera que este comercio de lujo es la razón principal por la que no se han tomado medidas para salvar a la especie de la extinción. Está prohibida su comercialización y la captura recreativa. Sin embargo, la semana pasada el Consejo de la UE de ministros de Pesca volvió a permitir su captura durante seis meses al año en el Atlántico incluyendo la época de migración. Algo similar a lo que ocurre en el Mediterráneo.
A ese respecto, 300 investigadoras e investigadores del CSIC han demandado la prohibición de cualquier aprovechamiento de la anguila europea y su comercialización. Argumentan que el seguir explotando una especie tan escasa asociada al lujo, como ha ocurrido con otras especies como el rinoceronte o el esturión, puede desembocar en la extinción.
La anguila europea era una especie muy abundante en Europa y el Norte de África y se consumía en casi todo el territorio del Estado español. Su colapso se inició en los años 80, debido a la reducción de su área de distribución en un 80 % por el efecto barrera de los embalses. Esto, sumado a la pesca y otros factores, como la pesca que se destina al tráfico ilegal internacional, ha provocado que la abundancia de la especie se haya reducido en un 95%.
Por todo ello, y coincidiendo con las comidas y cenas propias de estas fiestas navideñas, Ecologistas en Acción dirige tres demandas al Gobierno de España, y en concreto al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera: que la anguila ocupa un papel único en los ecosistemas y, tal y como recomienda la ciencia, es necesario prohibir su explotación tanto en la cuenca cantábrica como en la mediterránea en todo su ciclo vital. Asimismo, es necesario hacer un control exhaustivo de la pesca ilegal de la especie; que ésta debe ser inmediatamente incluida en el catálogo español de especies amenazadas (es una enorme irresponsabilidad que las comunidades autónomas hayan impedido su inclusión en el mismo) y es el Gobierno de España quien tiene que resolver esta situación, y que se pongan las medidas necesarias para posibilitar el tránsito de la especie por las cuencas altas de los ríos a través de presas y embalses.
Al mismo tiempo, la organización hace un llamamiento a los chefs españoles para que se comprometan públicamente a no cocinar la anguila europea tal y como ya han hecho varios cocineros en Euskadi, quienes declararon públicamente su intención de no incluir esta especie en sus menús hasta que la especie se recupere.
