El pasado mes de abril, las artes de JPMorgan Chase fueron conocidas por los aficionados del fútbol europeo al reconocerse como el financiador de la Superliga Europea, un proyecto con un punto de partida lógico pero que estaba planteado desde el elitismo, lo que olvidaba valores fundamentales del deporte.
Sin embargo, el banco americano se ha convertido en un verdadero peligro para la humanidad. Los activistas de la lucha contra el cambio climático saben desde hace mucho tiempo que JP Morgan, no sólo es uno de los mayores exponentes del capitalismo cruel e inhumano que ha impuesto a los poderes democráticos de todo el mundo la máxima de que hay que priorizar los dividendos y los beneficios de unos pocos frente al bien común, sino que es el mayor financiador de combustibles fósiles del planeta, lo que le coloca en la posición de amenaza grave para la humanidad.
JP Morgan publicó sus objetivos climáticos para 2030, que según la directora de riesgos Ashley Bacon, ayudarán a poner al banco «en el camino hacia cero neto». Sin embargo, si bien hay aspectos de estos objetivos que deben ser bienvenidos, el resultado final es que son una victoria absoluta para la industria del petróleo y el gas y una derrota para el clima.
En el lustro que ha pasado entre la adopción del Acuerdo de París y finales del 2020, JPMorgan proporcionó 317.000 millones de dólares en préstamos y suscripción a la industria de los combustibles fósiles, más del 8% de toda la financiación a este sector altamente contaminante de los 60 mayores bancos del mundo combinados.
Después de una fuerte presión de activistas y accionistas, JP Morgan se comprometió en octubre de 2020 a alinear su estrategia de financiación con el Acuerdo de París. Los primeros compromisos concretos que surgieron de este anuncio se revelaron el 13 de mayo de 2021, con un conjunto de «objetivos de cartera» para 2030 para la intensidad de emisiones de sus préstamos y suscripción a compañías de petróleo y gas, empresas de energía eléctrica y fabricantes de automóviles.
Sin embargo, el reciente informe del IPCC muestra que el consumo de petróleo y gas debe reducirse significativamente para 2030: en un 37% para el petróleo y un 25% para el gas. JP Morgan, sin embargo, tiene como objetivo una reducción del 15% en la intensidad de las emisiones del uso de petróleo y gas entre 2019 y 2030. Esta es una métrica de intensidad de emisiones por unidad de energía, que incluso podría permitir que las emisiones absolutas aumenten si el petróleo y el suministro de gas aumenta pero se utiliza con mayor eficiencia.
Esto sería igual a afirmar que ganó un partido en función de los goles esperados, en lugar de los goles reales (según esta métrica, el Tottenham Hotspur habría ganado la Premier League la pasada temporada; definitivamente no lo hizo. El club londinense terminó en séptima posición).
JP Morgan podría alcanzar fácilmente este objetivo sin recortar su apoyo a las empresas que están planeando un aumento de su producción de combustibles fósiles. Por ejemplo, es el cuarto mayor financista de Total, con 2.800 millones de dólares de financiación para la principal petrolera y gasífera entre 2016 y 2020. Total, actualmente, planea una reducción del 20% de la intensidad de carbono de los productos que vende, pero tiene la intención de aumentar en un 30% su producción de gas de 2019 a 2030.
A diferencia de JP Morgan, incluso el patrocinador de la Premier League, Barclays, que no es un santo en el clima, reconoce que un productor de combustibles fósiles «no puede reducir la intensidad de sus emisiones por debajo de cierto punto (un barril de petróleo no se puede descarbonizar), y entonces [para los productores de combustibles fósiles] una reducción en las emisiones absolutas es la medida más apropiada».
Para agravar la insuficiencia de este objetivo de petróleo y gas es que, si bien la atmósfera necesita que las emisiones comiencen a disminuir de inmediato, JP Morgan dice en la letra pequeña de su anuncio que la mayor parte de esta pequeña reducción de intensidad para el uso de petróleo y gas probablemente no sucederá hasta finales de 2030. Pero el final de la temporada es demasiado tarde.