La guerra en Ucrania está demostrando que el camino del sector eléctrico es el que hace décadas emprendió Iberdrola, es decir, la apuesta por las energías renovables. Esto es mérito, tanto de la compañía vasca, como de la visión de su presidente, Ignacio Sánchez Galán que supo ver que el futuro lo tenían delante y había llegado la hora de apostar e invertir en ello.
El cierre de los mercados de hoy ha mostrado los resultados. Por primera vez en la historia, Iberdrola ha superado a la italiana Enel, empresa matriz de Endesa, en capitalización, con una diferencia de cerca de 2.500 millones.
En un momento en que el debate energético está sobre la mesa para trazar estrategias que eliminen la dependencia europea del petróleo y del gas ruso, esa apuesta de Iberdrola por las energías renovables se ha mostrado como un verdadero éxito y un acierto puesto que coloca a la compañía vasca en la vanguardia, algo que, por desgracia, es algo inédito en las empresas españolas. Muy poca veces en la historia una empresa de España se ha colocado al frente de su sector a nivel europeo y mundial.
La no dependencia de Rusia, además, ha hecho que, a diferencia de Enel, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán no esté teniendo mucho castigo tanto en los mercados como en sus cuentas de resultados.
