Lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Bajo la batuta de su nuevo presidente, José María Álvarez Pallete, Telefónica está trabajando para mejorar su relación con las empresas de Internet y normalizar una guerra cruenta iniciada, en su momento, por César Alierta.

Esto no quiere decir que Telefónica no tenga sus disputas con este tipo de empresas. La mayoría se resumen con el mismo eslogan: «mismos servicios, mismas normas», y eso afecta a todo tipo de cosas, desde la fiscalidad hasta la regulación.

Sobre el primer punto, Telefónica tiene razón en que ella aporta muchos más impuestos a los mercados en los que opera. Es un hecho irrebatible y el reciente tirón de orejas a Apple en Irlanda lo demuestra. Pero lo cierto es que las empresas de Internet se limitan a exprimir al límite el marco legal vigente y, hasta que éste no cambie, habrá poco que rascar.

Sobre la regulación, Google incluso está de acuerdo con Telefónica porque no le cuesta nada. Ambos estarían dispuestos, sin ningún problema, a que las operadoras de telecomunicaciones no estuvieran sometidas a tanta regulación, mucha de ella creada hace muchos años y en un entorno en el que la competencia digital no existía.

Sin embargo, por más que siga habiendo disputillas, al final no dejan de ser los típicos problemas entre empresas que no tienen por qué llevar a hablar siempre de batalla campal.

Directivos de alto nivel de Telefónica reconocieron a SABEMOS, durante los pasados Encuentros de Telecomunicaciones de Santander, que las cosas han cambiado drástica y sensiblemente, y que cada vez hay más sintonía y menos fricción.

El viaje del amor

El mejor ejemplo lo tenemos en el viaje de alto nivel que realizó Pallete a Estados Unidos el pasado mes de agosto. Durante varios días, un equipo de directivos de la compañía española liderado por Pallete y en el que también se encontraba el flamante jefe de datos, Chema Alonso, el responsable de Recursos Globales, Guillermo Ansaldo, y el CEO de Acens, José Cerdán, recorrieron de arriba a abajo el país y se reunieron con directivos de las principales compañías de Internet para realizar un aprendizaje mutuo.

¿Algunos de ellos? Sundai Pichar, CEO de Google; Tim Cook, CEO de Apple, o Satya Nadella, CEO de Microsoft. Y eso sólo por citar a unos pocos.

Asimismo, Pallete hizo pública y notoria en Santander la colaboración con Google en el proyecto Loon, que tiene como objetivo llevar Internet a regiones aisladas. Es una colaboración que ya se conocía desde 2014, sí, pero la española no ha hecho muchos alardes de ella hasta ahora.

Estamos hablando de un cambio generacional. ¿Hasta qué punto Alierta hizo de la lucha contra las empresas de Internet una característica de su mandato? Recordemos que llegó a afirmar que prefería un dispositivo que fuese «una carraca» antes que ceder sus datos a Apple, perdiendo así libertad.

Aunque en los pasados Encuentros de Telecomunicaciones y Economía Digital de Santander, organizados por Ametic y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, hubo cierta confusión sobre el propósito de la llamada «cuarta plataforma» de Google, lo cierto es que Telefónica, con este proyecto para «devolver los datos a los clientes», está haciendo algo que Google, concretamente, ya tiene en marcha.

Como explicó en las jornadas Sven Heistermann, responsable para Europa de relaciones con operadores de Google, la compañía de Mountain View no vende los datos de sus clientes a terceras partes y, en cambio, permite a los usuarios tener acceso a todos la información que tienen de ellos mediante la web «mi cuenta» y reducir la capacidad de intromisión de la compañía. Diez millones de usuarios entran cada semana en esta plataforma, y muchos de ellos realizan cambios.

La «cuarta plataforma» será algo parecido, una forma de que los clientes de Telefónica sepan qué información tienen de ellos y controlar el uso que se le da. Y si dan consentimiento para utilizar los datos, será a cambio de beneficios tangibles.

Si bien ciertos malentendidos no permitieron que luciera lo bastante, en Santander se vio un cambio radical de postura de las empresas que te conectan hacia las que te dan servicios que te compensan por la conexión. Todos los que somos lo bastante mayores como para haber visto Luz de Luna sabemos que, pasase lo que pasase entre David y Maddie, y por mucho que se insultasen, al final la cosa iba a terminar en el catre.

chema-alonso

Imagen | Instagram – Chema Alonso

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