Grecia cerrará hoy sus bancos para evitar el colapso financiero después de que los acreedores hayan descartado la petición de Atenas de prorrogar el programa de rescate. Aunque por ahora el Banco Central Europeo (BCE) no ha desconectado las líneas de liquidez de emergencia, tampoco las ha ampliado. Los griegos hacen cola en los cajeros y se habla de que, sólo el sábado, salieron del país 400 millones de euros. Aunque también se manejan otras cifras: «Desde el momento en que se convocó el referéndum hasta el sábado por la noche, se retiraron de los bancos 1.300 millones de euros», explicó a AFP el líder del sindicato de empleados de banca, Stavros Koukos.

 

Alexis Tsipras ha subrayado que ésta es la decisión que recomienda el Banco de Grecia, aunque ya había sido desvelada por el CEO del Banco Pireo, Anthimos Thomopoulus, tras una reunión de urgencia celebrada ayer por el consejo de estabilidad financiera del Ejecutivo griego, informa Bloomberg.

Tal como adelantó Reuters, la bolsa de Atenas no ha abierto este lunes, debido a que el cierre de los bancos implica la suspensión de las operaciones del sistema Target 2, que procesa las transacciones bursátiles. Este cierre, sin precedentes en la Eurozona, permite evitar las fuertes caídas previsibles en caso de apertura de la sesión bursátil. No obstante, el mercado de deuda sí permanece abierto: esta mañana, la prima de riesgo griega se elevó en 400 puntos y ya se encuentra en los 1.381, su máximo desde diciembre de 2012.

A la salida de dicha sesión, el ministro de Economía, Yanis Varoufakis, ya afirmó que habría un anuncio tras la reunión que se disponía a celebrar el Gobierno en Atenas. Por la mañana, el propio Varoufakis parecía descartar la imposición de controles de capital. 

Según el diario Kathemerini, que cita fuentes próximas a las negociaciones, los bancos permanecerán cerrados hasta el referéndum que se celebrará el próximo 5 de julio sobre si aceptar o no las medidas de austeridad a cambio de un rescate. El problema es si esta consulta impedirá llegar a tiempo a pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI) los 1.600 millones que vencen mañana o si se producirá la temida suspensión de pagos. 

Entretanto, el decreto dictado ayer domingo por el Gobierno griego, en el que se declara «extremadamente urgente» proteger el sistema financiero a causa de la falta de liquidez, limita a 60 euros diarios la cantidad que los griegos podrán sacar de los cajeros automáticos de los bancos hasta el próximo 7 de julio. Esta restricción no rige para los que tengan cuentas en bancos extranjeros. El Gobierno ha ordenado que todos los transportes públicos sean gratuitos hasta el 6 de julio. Algunas oficinas permanecerán abiertas para que puedan sacar dinero las personas que no dispongan de tarjeta.

Aparte, el Gobierno griego estableció este lunes un comité bancario dentro de la Oficina General de Contabilidad que de encargará se supervisar y autorizar transferencias transfronterizas bancarias en casos puntuales, según informó el Ministerio de Finanzas en un comunicado, citado por Europa Press. 

El organismo autorizará aquellas transacciones financieras fuera del país que sean necesarias para «salvaguardar el interés público o social», lo que incluye, entre otras cosas, las transferencias para el pago de gastos médicos o farmacéuticos en el extranjero. Más en concreto, las competencias del organismo incluyen las transacciones del Banco de Grecia, las autorizaciones de transferencias transfronterizas desde una cuenta abierta en una entidad de crédito que opere en Grecia y las transacciones a través de sistemas de compensación. Las solicitudes para lograr el visto bueno a estas transacciones se deben presentar al Banco Comercial, que luego transferirá esta solicitud a la Comisión para su aprobación.

«Cuanto más calmados afrontemos las dificultades, antes podremos superarlas y menores serán las consecuencias», señaló Tsipras en un discurso televisado en el que prometió que los depósitos estarían a salvo y que se pagarían los sueldos. 

 

Estas palabras no han impedido las colas frente a las gasolineras y los escasos cajeros automáticos que aún contaban con efectivo. Numerosos países europeos han recomendado a aquellos de sus ciudadanos que estén o vayan a estar en Grecia que no confíen en los cajeros ni en que los restaurantes y hoteles acepten tarjetas, y que lleven suficiente efectivo. El Ministerio de Asuntos Exteriores español no ha hecho ninguna advertencia todavía en este sentido.

Como era de esperar, Grecia ha ocupado las portadas de toda la prensa internacional de este lunes. El Daily Telegraph ha advertido de que los mercados financieros internacionales se enfrentan a su «peor periodo de agitación» de los últimos cuatro años a causa del referéndum griego y el Wall St Journal considera «casi seguro» que Grecia declarará mañana martes una suspensión de pago sobre la deuda al FMI.

 

 

The New York Times afirmó ayer, por su parte, que los fondos de capital riesgo, que suman más de 10.000 millones de euros invertidos en deuda griega, están con los nervios de punta. Sin un acuerdo con los acreedores, el Gobierno entrará en suspensión de pagos y los bonos y títulos griegos se hundirán en cuanto abran los mercados. Aunque muchos fondos abandonaron la deuda local en cuanto Syriza llegó al poder, entre 40 y 50 fondos mantuvieron su apuesta por Grecia y confiaron en que, por radical que pareciese el partido de Tsipras, no sacaría al país del euro.

Si en el referéndum se vota «no», es muy posible que Grecia salga de la moneda única y que, hasta que se recupere, sufra el mismo tipo de austeridad que ahora quiere evitar. «Pero un «sí» podría dar a Tsipras el tipo de coartada que necesita para el único tipo de acuerdo que la Troika está preparado para aceptar, uno que los enemigos de Tsipras calificarán de ‘rendición’ (…) El teatral golpe de Tsipras es muy astuto. Cuando se calmen los ánimos, la Trokia descubrirá que tiene más que perder hundiendo a su némesis que ofreciéndole una salida digna», afirma Arthur Goldhammer en The Washington Post.

Análisis de expertos

Por otra parte, un grupo de analistas de Bankinter afirmó este lunes que la posibilidad de que Grecia salga del euro después de romperse temporalmente las negociaciones con la Troika es «reducida» y auguraron que el ‘sí’ se impondrá en el referéndum del domingo. En tal caso, advirtieron, el país se salvará «unos meses» y después se cerrará un acuerdo «probablemente definitivo» respetando el nominal de la deuda, plazos de amortización muy largos –barajan entre 50 y 100 años– y primer vencimiento muy lejano (entre 10 y 20 años). «En este caso, el más probable (60%), reabren los bancos y la bolsa de Atenas el lunes 6 con subidas y la situación se normaliza un poco», destacaron los expertos, citados por Europa Press.

Sin embargo, si triunfa el ‘no’, bancos y Bolsa continuarán cerrados y se empezará a negociar un acuerdo a plazo «en los términos del ‘acuerdo definitivo’ aludido que finalmente se cerraría, pero después de causar un daño inmenso a la economía griega». Así, hicieron hincapié en que en este segundo escenario, menos probable que el ‘sí’ (40%), «el mercado sufriría durante todo el verano, porque el desenlace no tendría lugar hasta julio o agosto».

En cuanto a la posible salida del euro, los analistas de Bankinter creen que Grecia mantendrá su situación actual debido a tres razones. En primer lugar, por una cuestión geoestratégica: «Estados Unidos no permitirá que Grecia entre en la órbita de influencia de Rusia, como lo impidió durante la guerra fría, cuando Grecia era más una isla política rodeada de países de la órbita de la antigua URSS. Bajo este enfoque, el dinero es un factor secundario y probablemente eso le habrá recordado Obama a Merkel este fin de semana», apuntan. En este sentido, insisten en que la Unión Europea es un «proyecto político con medios económicos y no un proyecto económico de adaptación política».

Por otra parte, los expertos descartan la salida, porque eso supondría cuestionar la existencia de la moneda por el efecto arrastre sobre otras, «lo que políticamente es inasumible». Finalmente, apuntaron que es «más barato» un mal acuerdo con Grecia que una buena salida del euro, en caso de que esto exista. De este modo, estiman en 400.000 millones de euros el riesgo de Europa con Grecia, de los que 90.000 millones son de línea de liquidez de emergencia (ELA) y 99.000 millones de euros de Target 2, siendo Alemania la principal prestamista.

Otros informes publicados este lunes indican que la posible  salida de Grecia del euro tendría efectos «limitados» sobre las economías de la región, a la vista de las medidas adoptadas para evitar el contagio entre los países integrados en la moneda única.

«Grecia sigue suponiendo un dispendio a este respecto, de modo que el efecto contagio de una salida de Grecia del euro no debería durar demasiado, en un momento en el que la economía de la zona euro mantiene su tendencia a la recuperación», indica un informe de Barclays, recogido por Europa Press.

El informe destaca el cambio de percepción hacia algunos países como España, Portugal, Irlanda e Italia, que han sufrido las mayores dificultades y que ahora se encuentran en plena recuperación.

«Al margen de un potencial contagio financiero, algunos podrían preocuparse acerca del efecto negativo de una salida de Grecia del euro sobre la percepción de la UE. Dudamos de que esto pueda ser así», señala. Las noticias del fin de semana «probablemente no sienten bien a los mercados», pero «la actual crisis, sea cual sea el resultado, no dañará probablemente las perspectivas a largo plazo para los valores europeos», indica.

En esta línea, un informe de Nomura considera que, aunque es probable que se produzca un aumento de las primas de riesgo de los países de la periferia de la eurozona, el riesgo de contagio seguirá siendo «bastante limitado» y no se convertirá en «una crisis sistémica».

En su opinión, esto es debido principalmente a que la situación política en el resto de la periferia es «fundamentalmente diferente» a la de Grecia. Por ello, prevé que el apoyo de las instituciones europeas seguirá funcionado como un «respaldo eficaz» a los países vulnerables, «siempre y cuando no haya contagio político».

Asimismo, en Nomura reconocen que la convocatoria del referéndum era «claramente inesperada» y los mercados daban la semana pasada una probabilidad de entre el 80% y el 90% a que se llegará a un acuerdo sobre las reformas para desbloquear el último tramo del rescate.

Por ello, considera que lo que ha ocurrido este fin de semana es un «resultado claramente negativo» que eleva al 50% las probabilidades de un mal desenlace de la crisis griega, como sería la salida del país de la zona euro.

Dominique Strauss-Kahn, que dirigía el FMI al comienzo de la crisis de deuda, llegó ayer a pedir a los acreedores una suspensión temporal de pagos. «Mi propuesta es la siguiente: Grecia no debería obtener nueva financiación de la UE o del FMI sino conseguir una extensión de los plazos y una significativa reducción de la deuda nominal del sector oficial». El riesgo a que una situación que a mediados de la semana pasada se transforme en un callejón sin salida como aquel al que Europa parece abocada ha llevado a que todos los involucrados en la situación, incluso diplomáticos estadounidenses, pidan medidas urgentes para resolver la crisis o trabajen a contrarreloj para encontrarlas.

En un sentido muy diferente, el premio Nobel de Economía Paul Krugman ha asegurado que votaría ‘no’ en el referéndum, por considerar que el apoyo a las medidas de la troika supondría prorrogar indefinidamente las condiciones de los últimos años y tendría implicaciones políticas negativas en el país. En artículo titulado ‘Grisis’ publicado en su blog en el ‘New York Times’, Krugman explica que, aunque la perspectiva de una salida de Grecia del euro «asusta a cualquiera», incluido a él, lo que está exigiendo la ‘troika’ es que el régimen político de los últimos cinco años continúe de forma indefinida. «¿Qué esperanza hay en todo esto? Quizás, sólo quizás, la voluntad de abandonar –la zona euro– inspirará un nuevo pensamiento, aunque es muy probable que no», afirma Krugman.

 BCE, EEUU, Hollande

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo tiene previsto reunirse este próximo miércoles apra decidir si incrementa los fondos de emergencia a los bancos de Grecia, según declaró un miembro del consejo, Ewald Nowotny, citado por la BBC. «No quiero anticiparme, en estos momentos el balón está en el tejado de Grecia», añadió.

El secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, hizo hincapié ayer domingo en la necesidad de que Grecia «tome las medidas necesarias para mantener la estabilidad financiera» y expresó personalmente al propio Alexis Tsipras que tanto Grecia como sus acreedores deben seguir trabajando en la búsqueda de una solución a las demandas de austeridad antes de la consulta del 5 de julio.

El presidente de Francia, François Hollande, declaró este lunes que aún se está a tiempo de alcanzar un acuerdo con Grecia, pero éste depende de lo que decida Atenas. «Quedan pocas horas antes de que cierren definitivamente las negociaciones, en particular sobre la prolongación del programa de ayuda griego», afirmó. «Deseo, si los griegos y su Gobierno así lo desean, que las conversaciones se reanuden», añadió.

Por su parte, un parlamentario de Syriza (el partido de Tsipras), Stelios Kouloglou, advirtió este lunes, en declaraciones a Today programme, que las reformas propuestas por los acreedores internacionales de Grecia son «surrealistas y nada práctica», y serían «devastadoras» para la economía griega. «Implicarían 300.000 nuevos desempleados», afirmó. «Esto es un juego para derribar a Tsipras, no es una propuesta económica sostenible», denunció. 

Bruselas justifica la medida griega y pide el ‘sí’ en el referéndum

En rueda de prensa, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió este lunes a los ciudadanos griegos que voten «sí» en el referéndum y acusó al Gobierno de Syiriza y a Alexis Tsipras de romper de manera unilateral las negociaciones el viernes, cuando anunció la convocatoria del referéndum, y de no decir la verdad a los votantes sobre las propuestas de la troika. «Pediré al pueblo griego que vote ‘sí’ porque el voto será una señal para Grecia y para otros países miembros. Si el pueblo griego responsable, consciente del rol nacional y europeo que juega, vota sí, el mensaje para resto de Estados miembros y más allá de la UE es que Grecia quiere quedarse con los otros países de la eurozona y de la UE», declaró Juncker en una rueda de prensa. «El mensaje de un ‘no’ será desastroso para los acontecimientos posteriores», advirtió el presidente de la Comisión, cuyas palabras fueron recogidas por Europa Press. «Un ‘no’ querría decir, independientemente de la pregunta, que Grecia dice no a Europa», ha subrayado.

Por su parte, el comisario europeo de Estabilidad Financiera, el conservador británico Jonathan Hill, no ha dudado en calificar de “justificadas” las medidas de control financieras impuestas por el Gobierno griego. «En las actuales circunstancias, la estabilidad del sistema bancario y financiero en Grecia constituye una cuestión de interés público superior y de política pública que parece justificar la imposición de restricciones temporales en los flujos de capital. Mantener la estabilidad financiera es el principal e inmediato reto para el país», afirmó el comisario en un comunicado.

En todo caso, Hill ha resaltado que «aunque las medidas restrictivas impuestas parecen ser necesarias y proporcionadas en este momento, el libre movimiento de capitales debe rehabilitarse lo antes posible en interés de la economía griega, la eurozona y el mercado interior de la UE en su conjunto». El Ejecutivo comunitario «vigilará de cerca la situación y la aplicación de las medidas restrictivas impuestas sobre movimientos de capital» y «está dispuesto a asistir a las autoridades griegas con los aspectos técnicos de este trabajo», añadió Hill, citado por Europa Press. De hecho, fue el propio Eurogrupo extraordinario del pasado sábado, en el que se oficializó la ruptura de negociaciones entre Grecia y sus acreedores sobre el rescate, el que recomendó a Atenas la imposición de medidas como los controles de capital o el cierre de bancos.

El comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, publicó este lunes un tuit (recogido por The Financial Times) en el que informaba de que posible reanudación de las negociaciones con Grecia. 

España se desmarca de Grecia

Por su parte, el Gobierno español ha reunido este lunes por la mañana a la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, presidida por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy. Al término de la reunión, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró (citada por Europa Press) que España puede afrontar con «solvencia y seguridad» la crisis griega porque el país cuenta ahora con una economía más «fuerte» gracias a las reformas estructurales que ha llevado a cabo en los últimos años. Europa vive un «momento complicado», pero la situación actual es diferente a la de 2011, y las reformas estructurales aprobadas permiten a España «afrontar esta crisis desde el punto de vista de una economía más fuerte, con un sistema financiero saneado y de los más solventes», declaró. Sáenz de Santamaría quiso también dar «garantías a los españoles» de que el Gobierno está trabajando con «absoluta normalidad» en este momento, preparando el techo de gasto y el nuevo cuadro macroeconómico, que supondrá una mejora de las previsiones económicas.

También al término del encuentro, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos anunció que el Gobierno revisará al alza las previsiones económicas contenidas en el cuadro macroeconómico y añadió que dichas estimaciones incluirán las «potenciales incertidumbres» que podrían derivarse de la crisis griega. Según fuentes del Gobierno consultadas por Europa Press la revisión podría llevarse a cabo el próximo viernes, coincidiendo con la aprobación del techo de gasto. Las previsiones actuales contemplan un crecimiento del PIB del 2,9% tanto para este año como para el siguiente.

«Estas cuestiones siempre generan volatilidad, incertidumbre, yo siempre les he dicho que el principal elemento que sustentaba la evolución de la economía española es la mejora de la confianza, y estas cosas no son buenas, pero nosotros en nuestra revisión siempre incluimos un cierto componente muy importante de prudencia, de cautela al realizar las proyecciones, y evidentemente las que en los próximos días se produzcan tendrán en consideración estas potenciales incertidumbres», afirmó De Guindos. En cualquier caso, confió en que dichas incertidumbres «se vayan reduciendo en las próximas semanas», y añadió además que España «no tiene prácticamente exposición» a Grecia, ni desde el punto de vista comercial ni financiero. «Nuestra solidaridad con el país ha sido pura y dura», aseguró el ministro, tras cifrar en 26.000 millones la cantidad aportada por España al pueblo griego y afirmar que está convencido de que Grecia seguirá en el euro porque es el escenario «racional y razonable».

Asimismo, Mariano Rajoy afirmó este lunes que los españoles deben estar «tranquilos» porque España a lo largo de los últimos años, «con su esfuerzo y dedicación», ha realizado numerosas reformas, por lo que ha afirmado que en el país no va a pasar nada parecido a lo de Grecia, que acaba de anunciar un ‘corralito’ ante la falta de acuerdo con la UE sobre su financiación. Durante su comparecencia en Madrid con el presidente de la UMP y expresidente francés, Nicolas Sarkozy, el jefe del Ejecutivo afirmó que el esfuerzo de los españoles ha servido para que «esto no ocurra en España», y añadió que el Gobierno va a intentar que «las cosas salgan bien», pero señaló que Grecia «debe poner algo de su parte y saber que tiene que cumplir con sus obligaciones como han hecho otros países sometidos al rescate». 

Preguntado acerca de qué opina sobre el comunicado de Podemos asegurando que Syriza está actuando de manera ejemplar, Rajoy dijo que esto no es lo que opinan «el 100% de los gobiernos de la zona euro», y negó, tal y como también asegura Podemos, que España haya estado sometida a ninguna institución, porque no ha sido rescatada «ni ha aceptado ninguna indicación de nadie». «España ha hecho una política económica que ha servido para que no tuviéramos que ser rescatados y para que empezáramos a crecer y crear empleo», subrayó Rajoy, quien recordó que, por el contrario, tras la llegada de Syriza al Gobierno, Grecia ha pasado de tener una previsión de crecimiento del 3% a registrar un crecimiento negativo. «Es la diferencia ente las políticas serias y las que no son tan serias y llevan a lo que estamos viendo hoy en día en Grecia, a que la gente no pueda sacar su dinero. Esto en España no va a pasar porque es un país serio y ha tenido un Gobierno serio», afirmó. 

En opinión del presidente del Gobierno, Grecia ha roto «unilateralmente» las negociaciones al convocar un referéndum, pero indicó que hasta el martes por la noche aún hay tiempo para la negociación. No obstante, alertó de que Europa no puede cambiar las normas de asistencia financiera. «Cuando uno está en una negociación, puede pedir cosas y recabar la ayuda de los demás, pero también tiene obligaciones», reiteró. Rajoy aseguró que la UE ha sido «muy solidaria» con Grecia, dado que le ha prestado el 90% de su PIB y «no hay nadie en el mundo que le preste», y añadió que Europa «quiere seguir siendo solidaria», pero Grecia tiene que cumplir las normas. «Que 18 países tengan que cumplir las normas y uno no, así no puede funcionar ninguna organización», subrayó.

El mercado español de fondos de inversión ha registrado una caída en junio de 2.300 millones de euros (-1%) con respecto al mes anterior, por el problema griego y su posible salida del euro. Según los datos de AC Gestión, recogidos por Europa Press, el volumen total gestionado se reduce a 222.390 millones de euros. Así, se ha producido un cambio de signo en el mercado español, que por primera vez en 30 meses rompe su tendencia alcista. A las negociaciones sobre Grecia se ha unido un fuerte aumento de la volatilidad de los mercado y una caída de las bolsas europeas a mediados de mes, destaca el estudio mensual de AC Gestión.

Las bolsas se desploman y la prima de riesgo se dispara

A la espera de lo que pueda suceder, las bolsas de Londres (-2%), París (-4,20%) y Frankfurt (-4,2%) experimentaron fuertes caídas en la apertura este lunes. Dentro de los ‘números rojos’, el banco que mejor aguantaba las caídas era el británico HSBC, que perdía un 2,4%. En Europa, la palma se la ha llevado la Bolsa de Portugal, con una caída inicial de casi el seis por ciento.

No obstante, como recoge El País, todos los mercados bursátiles han seguido la misma tendencia de fuertes descensos en la apertura, de alrededor del cinco por ciento de media, y moderación de los descensos a medida que avanzaba la sesión. A mediodía, según Efe, el DAX alemán se anotaba una caída del 3,16%, el CAC francés cedía un 3,17% y el FTSE Mib de Milán un 3,60%. El FTSE 100 británico, cuyo país no está en la zona euro, se anotaba los descensos más suaves, del 1,67%. El EuroStoxx, caía un 3,27%. 

En España, según recoge Europa Press, el Ibex 35 ha abierto la jornada con un recorte del 5,25%, una caída que se moderaba a las 10.20 horas hasta el 3,97%, lo que dejaba al selectivo instalado en los 10.920,5 enteros. Al mediodía, según recoge Efe, el Ibex 35 ya se situaba en un 3,74 por ciento, la mayor caída entre las principales bolsas europeas (3,74 %) y a mitad de sesión ya cedía un 4,04%, lo que llevaba al selectivo a alejarse de los 11.000 enteros (10.912,6).

En cuanto a las bolsas de Asia, el Nikkei de Tokio se dejó un 2,88% y el Hang Seng en Hong Kong cayó 2,68%. El índice de Shanghái chino llegó a perder un 5%, pero finalmente se quedó en el cierre en una caída del 1,4%.

El mercado de renta fija también se resiente. La rentabilidad del bono español a diez años se disparó en la apertura de este lunes a los 185 puntos, frente a los 118 con que cerró el viernes, aunque al mediodía ya se encontraba en los 146 puntos.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo ofrecida a los inversores españoles a diez años respecto a sus homólogos alemanes se ha disparado y se ha llegado a disparar, en las primeras horas de la sesión, hasta los 177,7 puntos básicos, sus niveles más elevados desde mayo de 2014 (cuando superó los 182 puntos), frente a los 119 puntos con los que cerró el pasado viernes, según Europa Press. No obstante, en las horas siguientes se relajó la tendencia y a mitad de sesión la prima de riesgo se elevaba hasta los 151,3 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 2,291%.

La causa de este repunte se debe tanto a un aumento de la rentabilidad del bono español a diez años, que ha llegado a alcanzar un máximo intradiario de 2,344%, como a una fuerte caída del interés del bund alemán, que ha bajado desde el 0,917% a un mínimo intradiario de 0,707%. En esta línea, la prima de riesgo italiana también repuntaba con fuerza este lunes y pasaba desde los 124 puntos básicos de la apertura a un máximo de 187,8 enteros, su nivel más elevado desde el 16 de octubre de 2014. Sin embargo, a medida que avanzaba la sesión frenaba su ascenso y se situaba en torno a los 153 puntos básicos.

En cuanto al mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1090 dólares.

 

Imagen | BBC

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