Ni las fintech, ni los nuevo bancos digitales, las grandes tecnológicas son las que tienen mayores posibilidades de liderar el cambio en la banca por sus dimensiones y recursos. A las ‘Big Four’ americanas se unen ahora los competidores asiáticos, que en tan sólo tres años han invertido unos 75.000 millones de dólares en servicios financieros.

Bigtech es la denominación que se le da a las empresas cuyo negocio se basa en el manejo de datos (Big Data), y en plena era de la información, las grandes tecnológicas marcan el ritmo en el mercado. Prueba de ello es la próxima conquista marcada en sus calendarios; si la economía colaborativa ya ha llegado al transporte y a la vivienda, el siguiente paso es llevarla a la banca. 

Las GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) han visto una nueva oportunidad de ampliar su línea de negocio con la apertura de los servicios financieros. La digitalización de la banca tradicional supone un nuevo mercado a explotar en el que fintech y los nuevos bancos digitales (Atom, Fidor Bank o Number26) tienen mucho que decir. Sin embargo, los gigantes americanos llevan la ventaja por el volumen de usuarios que tienen, sus recursos financieros y tecnológicos, y la innovación que son capaces de desarrollar, adquirir e integrar.

Las tecnológicas americanas tienen el foco en , prueba de ello es que Google, Amazon, Apple, Intuit y PayPal han creado “Financial Innovation Now”, una coalición que tiene como objetivo promover políticas que fomenten la innovación tecnológica en el espacio de los servicios financieros.

Por otro lado, las compañías han mostrado su constante interés en este sector a través de las fintech. Por ejemplo Google, a través de su fondo de inversión GV (Google Ventures) ha sido uno de los 10 fondos de inversión más activos en el sector fintech, con inversiones en compañías como OnDeck, Rally, Ripple, LedgerX, LendUp, Upstart, Plaid o CircleUp.

En una época de márgenes estrechos, con los tipos de interés cerca del 0% en todo el mundo y una desaceleración económica generalizada, el interés de las tecnológicas se centra más en los beneficios cualitativos (información de los usuarios) que en los cuantitativos (rentabilidad). Sin embargo, podrían desarrollarse nuevos modelos que minimicen aún más si cabe los costes e impulsen la productividad del sector. La economía colaborativa ya ha triunfado en otros ámbitos, el transporte (Uber o BlaBlaCar) o la vivienda (Airbnb) son algunos de los negocios en los que ya han cambiado las reglas del juego, y la banca parece abocada a ello.

Las bigtech lideran el nivel de amenaza frente a la banca tradicional con un 7,8, seguidas muy de cerca por las FinTech con un 7 sobre 10, según el estudio III Ranking Competidores Sector Financiero 2016 del IEB. Paypal es percibida como la mayor amenaza (con 9 puntos sobre 10) y Facebook como el principal colaborador. 

Pero los gigantes estadounidense podrían enfrentarse a unos competidores igual de grandes por el dominio del sector financiero: las tecnológicas asiáticas también están apostando por la inversión en este mercado y su crecimiento es exponencial. Las BAT -que incluye a las chinas Baidu, Alibaba y Tencent- han venido para quedarse, desde 2013 estas tres compañías se han lanzado a por los servicios financieros habiendo realizado adquisiciones de socios estratégicos muy orientados a los servicios financieros por un volumen conjunto de 75.000 millones de dólares según HSBC.

Sólo en el mercado asiático, Alibaba captó unos 100.000 millones de dólares en activos en el segundo año desde la puesta en marcha de una plataforma financiera. Su filial de pagos online, Ant Financial, ya vale 60.000 millones de dólares y cuenta con más de 450 millones de usuarios registrados.

Por su parte, Tencent -la mayor operadora móvil y de internet en el país- obtuvo en julio de 2014 una licencia bancaria tras la liberalización del sector, y lanzó a principios de año WeBank, la primera entidad financiera 100% online de China.

 

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