Las ciudades europeas podrían evitar 114.000 muertes prematuras adicionales cada año si cumplieran las nuevas recomendaciones de calidad del aire presentadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en septiembre de 2021, en comparación con las directrices anteriores. Así lo pone de relieve una evaluación del impacto en la salud liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).

Estas estimaciones son una actualización de un estudio publicado originalmente en enero de 2021 en The Lancet Planetary Health que mostraba que las ciudades europeas podrían evitar hasta 51.000 muertes prematuras cada año cumpliendo con las por entonces vigentes recomendaciones de calidad del aire de la OMS, publicadas en 2005. Tras la publicación de las nuevas recomendaciones, el equipo de investigación ha realizado una nueva evaluación de la carga de mortalidad atribuible a las partículas finas (PM2,5) y al dióxido de nitrógeno (NO2) en las mismas 1.000 ciudades europeas incluidas en el estudio original.

Los resultados actualizados muestran que alcanzar las nuevas recomendaciones de calidad del aire para las PM2,5 se traduciría en un aumento del 113% en el número de muertes que podrían evitarse en las ciudades europeas en comparación con los niveles de referencia anteriores. Mientras que el cumplimiento de la anterior recomendación sobre las PM2,5 en todas las ciudades estudiadas podría salvar hasta 51.213 vidas al año, la consecución de la nueva recomendación tiene el potencial de evitar 109.188 muertes prematuras anuales. En cuanto al NO2, alcanzar los niveles recomendados por las nuevas directrices podría evitar hasta 57.030 muertes prematuras, 56.130 más que las 900 muertes evitables estimadas para los antiguos niveles recomendados de NO2.

Alcanzar los niveles más bajos de PM2,5 y NO2 observados en cualquier ciudad, podría evitar 125.000 y 79.000 muertes prematuras anuales respectivamente.

«Aunque no existe un umbral de exposición seguro por debajo del cual la contaminación atmosférica pase a ser inocua, estos nuevos resultados muestran cómo las nuevas recomendaciones globales de la OMS sobre la calidad del aire ofrecen un marco mucho mejor para proteger la salud humana y evitar un gran número de muertes«, afirma la investigadora de ISGlobal Sasha Khomenko, primera autora del estudio.

Si los nuevos datos ponen de manifiesto que el número de muertes evitables es mucho mayor si se adoptan como objetivos los nuevos niveles de referencia de la OMS, este efecto se observa de forma mucho más notable en el caso del NO2. Así, entre las ciudades con mayor mortalidad atribuible a este contaminante, Madrid pasaría de evitar 206 muertes anuales en caso de alcanzar las recomendaciones de la OMS antiguas a evitar 1.966 si consiguiera la nueva meta. Amberes pasaría de las 22 muertes evitables a 254; Turín de 34 a 562; París de 185 a 2.135; Milán de 103 a 1.864 y Barcelona de 82 a 1.554.

Casi el 100% de la población por encima de los niveles recomendados

Un dato que muestra el recorrido que tienen por delante las ciudades europeas para conseguir un aire limpio es el porcentaje de población que vive en áreas con concentraciones de contaminantes del aire superiores a las recomendadas por la OMS. Si con las anteriores recomendaciones de la OMS, este porcentaje ascendía al 84% en el caso de PM2,5 y al 9% en el caso de NO2, con las nuevas recomendaciones estas cifras ascienden hasta el 99,8% y el 99,7%, de la población que vive en ciudades, respectivamente. Cabe matizar, no obstante, que el estudio se basó en datos de contaminación del aire relativos al año 2015.

«Dado que los niveles actuales de contaminación atmosférica en las ciudades europeas ponen en juego más de 100.000 vidas cada año, la UE debería adaptar su legislación a las recomendaciones de la OMS«, afirma Mark Nieuwenhuijsen, autor principal del estudio y director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal. «A su vez, los gobiernos locales, regionales y nacionales deberían establecer como prioridad la reducción de la contaminación atmosférica. Necesitamos urgentemente reducir el uso de combustibles fósiles, eliminar los coches privados y añadir más espacios verdes en nuestras ciudades. Esto no sólo reducirá la contaminación atmosférica, sino que también contribuirá a la acción climática, que es una de nuestras mayores prioridades para la humanidad», añade.

Las directivas europeas actuales establecen un límite máximo de 25 µg/ m3 para la media anual de PM2,5 y de 40 µg/m3 para la media anual de NO2.

Madrid encabeza el TOP 10 de las ciudades con mayor carga de mortalidad asociada a NO2

Le siguen Amberes (Bélgica), Turín (Italia), París (Francia), Milán (Italia), Barcelona (España), Mollet del Vallès (España), Bruselas (Bélgica), Herne (Alemania), Argenteuil – Bezons (Francia).

Las muertes evitables en Madrid serían 1.966 cumpliendo con las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2021), 206 cumpliendo con las recomendaciones anteriores de la OMS (2005) y 2.380 igualando los niveles más bajos de contaminación.

En el caso de Barcelona los datos bajan a las 1.554 muertes evitables si se cumplieran las nuevas recomendaciones de la OMS, 82 teniendo en cuenta las recomendaciones anteriores de la OMS (2005) Y 1883 igualando los niveles más bajos de contaminación.

Por lo que respecta a las diez ciudades con mayor carga de mortalidad atribuible a la contaminación por PM2,5  en la posición más alta del ranking se sitúa Brescia (Italia) y a continuación Bérgamo (Italia), Karviná (República Checa), Vicenza (Italia), Unión Metropolitana de Alta Silesia (Polonia), Ostrava (República Checa), Jastrzebie-Zdrój (Polonia), Saronno (Italia), Rybnik (Polonia), Havírov (República Checa).

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