La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera

Enviar agua a través de barcos para combatir la sequía en Europa es una idea que se ha considerado para áreas específicas que enfrentan escasez de agua crítica. Este análisis evaluará la viabilidad de tal enfoque desde varias perspectivas, incluyendo logística, económica, ambiental y regulatoria.

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que el transporte de agua en barcos a Cataluña para paliar los efectos de la sequía, no es una solución «sostenible» en el tiempo ni «ideal», aunque estudia implantarlo en Andalucía, como ha planteado el presidente andaluz Juanma Moreno, con quien tiene previsto mantener contactos este mes para abordar la situación en esta comunidad.

Logística en el envío del agua potable

La logística de transportar agua a través de barcos incluye consideraciones como la capacidad de carga de los barcos, la distancia entre las fuentes de agua y las áreas afectadas por la sequía, y la infraestructura portuaria disponible tanto en el origen como en el destino. Europa cuenta con una extensa red de puertos y vías navegables interiores que podrían facilitar este tipo de transporte. Sin embargo, el volumen de agua necesario para hacer una diferencia significativa en áreas afectadas por la sequía podría requerir una flota considerable de barcos cisterna, lo que plantea desafíos logísticos en términos de disponibilidad y coordinación.

Ribera estudia llevar agua en barco también a Andalucía

Ribera ha precisado que la situación andaluza es distinta a la de Cataluña, donde la demanda de agua está muy concentrada en la zona de Barcelona, aunque ha apuntado que una opción puede ser la del transporte por barco. «Hay que ver cuáles son las alternativas y obviamente una de ellas puede ser algo parecido a esto», ha reconocido Ribera en una entrevista en RNE.

“El viernes pasado hable con el presidente Moreno Bonilla y quedamos en que tendrían que ir perfilando con mucha más precisión cuáles son las alternativas para cada uno de los emplazamientos que puedan tener riesgo y sobre esa base hablaremos la próxima semana o la siguiente”, ha explicado la ministra.

Es rentable económicamente

El costo de transportar agua por barco incluye el alquiler de los barcos cisterna, el combustible, el personal, el mantenimiento, y los costos portuarios, entre otros. Aunque el transporte marítimo es relativamente económico para grandes volúmenes de carga, el transporte de agua —un recurso que generalmente tiene un bajo costo— podría no ser económicamente viable sin subsidios gubernamentales o un modelo de financiación especial.

Respecto a la solución de transportar agua en barco desde Sagunto a Cataluña, Ribera ha vuelto a reconocer que “no es sostenible en el tiempo. Obviamente, un transporte en barco de estas características no es la solución ideal”, ha admitido Ribera quien ha reconocido que es necesario “hacer una estimación realista y ver cómo pueden evolucionar los episodios de sequía que pueden ser recurrentes”.

Comparativamente, otras soluciones para la sequía, como la desalinización o la reutilización de aguas residuales, aunque tienen altos costos iniciales, podrían ser más sostenibles a largo plazo.

Aunque, en tanto esto no ocurra, ha admitido la ministra, debe haber “un plan B», ver qué ocurre inmediatamente y cómo garantizar “el abastecimiento al área metropolitana de Barcelona: Afortunadamente hay una desaladora con un potencial importante si funciona a pleno rendimiento, dado que hoy está aproximadamente al 15% de su capacidad”.

Problemas para el medio ambiente

El impacto ambiental del transporte de agua por barco también debe ser considerado. El uso de barcos cisterna implica emisiones de gases de efecto invernadero y puede tener impactos negativos en los ecosistemas marinos. Además, la extracción de grandes volúmenes de agua de su fuente original puede afectar negativamente los ecosistemas locales. Sería crucial evaluar y mitigar estos impactos ambientales para hacer sostenible la solución a largo plazo.

Las regulaciones sobre el transporte de agua a través de fronteras internacionales pueden ser complejas, involucrando acuerdos entre países, derechos sobre recursos hídricos, y normativas ambientales. La coordinación entre diferentes jurisdicciones y el cumplimiento de las leyes y regulaciones pertinentes serían aspectos clave para la viabilidad de este enfoque.

Mientras que el transporte de agua por barco podría proporcionar alivio temporal a áreas específicas afectadas por la sequía en Europa, presenta desafíos significativos en términos de logística, costos, impacto ambiental y regulaciones. A largo plazo, sería prudente considerar soluciones integradas que incluyan el uso eficiente del agua, la mejora de la infraestructura de almacenamiento y distribución de agua, la desalinización, y la reutilización de aguas residuales, entre otras, para abordar la escasez de agua de manera sostenible.

“Pensemos que puntualmente tendremos que hacer lo que corresponda, pero esto no lo ha planteado nadie”, ha insistido Ribera quien ha precisado, además, que la planificación de las cuencas de los ríos “ofrece una visión realista de cuáles son las capacidades de uso del agua para un determinado río”, ha recordado la vicepresidenta tercera.

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